Vodafone y Orange o MásMóvil y Vodafone. Resonó incluso Telefónica y todas las variaciones que uno pueda imaginar. Finalmente, la ansiada consolidación de las telcos en España está tomando su camino. En un anuncio oficial, Orange y MásMóvil ya ponen rumbo a la fusión de ambas compañías. Se abre ahora un proceso de diálogo exclusivo entre ambas entidades para formar una Joint Venture al 50%, o una fusión a partes iguales, en la que el valor resultante dejaría una cifra de 19.600 millones de euros.

La fusión entre Orange y MásMóvil uniría los servicios para unos 7,1 millones de clientes de línea fija. Así como casi 20 millones de líneas móvil y 1,5 de clientes de televisión. Un incremento en sus actividad que, según apuntan en el comunicado, supondría un ahorro de costes de explotación para ambas compañías. Unos 450 millones de euros en tres años según sus cálculos aproximados.

Todo apunta a que el nuevo consejero delegado de la compañía resultante sea Meinrad Spenger, actualmente ocupando ese puesto en MásMóvil. Con un cierre de la fusión entre Orange y MásMóvil que fusión Orange Másmóvil –dependiendo de las autoridades reguladoras– el objetivo de Spenger será llevar a la compañía resultante a una salida a bolsa antes de 2025. Siempre que los mercados se muestren favorables a la acogida de la compañía.

Sobre la mesa, muchos flecos por cortar en la fusión de Orange y MásMóvil. No está claro cómo se consolidarán las marcas que aportan ambas telcos. Por parte de MásMóvil, una larga lista: Yoigo, Euskatel, R Telecomunicaciones, Telecable, Pepephone, Llamaya, Lebara y HitsMobile. Por el lado de Orange:  Jazztel y Simyo.

La consolidación, el mantra que se alcanza con la fusión de Orange Másmóvil

Telefónica fusión

La reciente celebración del MWC de Barcelona dejaba claro un asunto: la consolidación de las telcos en España era algo más que una necesidad. Ante unos costes de infraestructura para satisfacer el despliegue de 5G que se han triplicado por encima de la fibra y el 4G, así como una reducción de los tiempos entre tecnología y tecnología, había que hacer cambios en el sector. De hecho, la FCC en Estados Unidos ya apuntaba a abandonar el despliegue 5G y avanzar directamente al 6G: llegamos tarde y mal, explicaban. Solo Telefónica, que sigue siendo la telco más potente del mercado en España y la única con capacidad de despliegue suficiente –aunque no exenta de problemas económicos– podía asumir los riesgos. Pero hacía falta más competencia en este contexto y también para apoyar la propuesta del sector: que las tecnológicas financien, en parte, el despliegue de redes.

Vodafone de la mano de Nick Red, Orange y incluso el propio José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, en su discurso de apertura del MWC, apuntaban a la consolidación. Lo que no estaba claro era cómo iba a llegar. Todo mientras intentan plantar cara a una tecnológicas que crecen cada día más y consumen más red a la par que las telcos se enfrentan al aumento de costes y reducción de beneficios en una escalada, a la baja, de los precios. La fusión entre Orange y MásMóvil no es más que una respuesta para enfrentarse a los retos de ese mercado que se les viene encima.

“Para asegurar el liderazgo en infraestructuras de fibra y 5G, así como la prestación de un servicio excepcional en España, necesitamos operadores fuertes con modelos de negocio sostenibles. La combinación de Orange y MásMóvil será beneficiosa para los consumidores, el sector de las telecomunicaciones y la sociedad española en su conjunto”, apunta Meinrad Spenger en un comunicado.

De hecho, la posición de líder por parte de Telefónica tras esta fusión de Orange y Másmóvil queda altamente comprometida. Una vez culmine el trato entre Orange y MásMóvil, la diferencia entre estos y el negocio de banda ancha fija de Telefónica será mínima.

Vodafone, fuera de juego

Vodafone siempre estuvo en las quinielas de la consolidación. Era, además, una de las que más buscaba ese término. Pero no estaba claro cómo iba a encajar dentro de este puzzle de fusiones. Llegaron, incluso, a estar cercanos a un pacto con MásMóvil hace justo un año. Las negociaciones no llegaron a buen puerto por las grandes deferencias de precio que ostentaban ambas entidades en aquel momento.

Finalmente, y después de varios tanteos de fusión con MásMóvil y Orange en varias ocasiones, ha quedado fuera del acuerdo. De hecho, una vez se consolide el acuerdo, será la tercera en discordia. Como último recurso, Vodafone podría optar por hacerse con el negocio de Digi, operador que desde hace 13 años opera con fuerza en el mercado español con una estrategia de fuete presencia en regiones concretas. Y, por supuesto, unos precios altamente competitivos.