La fracción jaegerista está en peligro. Después de varios episodios de Ataque a los titanes en los que quienes se oponen al plan de Eren Jaeger intentaron limar asperezas entre sí, hay un plan para recuperar la nave de vuelo y llegar hasta donde el Titán Fundador se dirige. El escenario dejó a distintos miembros, en especial a Armin, Mikasa y Connie, en una encrucijada: para tener éxito, es probable que tengan que matar a quienes fueron sus compañeros en Ataque a los titanes.
Esa contradicción revela uno de los principales valores de Shingeki no Kyojin. Sus protagonistas entran y salen de escenarios en los que su moral, su memorias y su idea de futuro choca con las de quienes, antes, convivían en el mismo espacio que ellos. Ocurrió con Reiner y Bertolt, quienes durante las primeras temporadas manifestaban distintas incomodidades en relación con su misión; en especial, después de que los lazos entre ellos y sus compañeros se fueran estrechando.
“Traidor”, el más reciente episodio de la segunda parte del final de temporada de Ataque a los titanes, volvió sobre esa idea. Armin, Mikasa, Reiner, Connie y Annie tendría que volver sobre su historia y decidir qué hacer ante el escenario planteado: evitar el conflicto con quienes fueron amigos o asumir la responsabilidad que implica su tarea, intentar detener al Titán Fundador, cueste lo que cueste.
Theo Magath, el héroe
Durante el comienzo de este final de temporada de Ataque a los titanes, Theo Magath insistió una y otra vez en la necesidad de encontrar un nuevo héroe en el escenario. Perseguido por la idea de defender hasta las últimas consecuencias aquella que cree, se comprometió con la causa hasta alcanzar a dimensionar las distintas aristas del conflicto. Desde ahí se explica que pida disculpas a Armin, Mikasa, Connie y Jean, por involucrarnos en una situación incómoda para ellos.
Son unos minutos de construcción de personaje en Ataque a los titanes, en los que Theo Magath se posiciona como una suerte de referencia moral. No lo es. Tiene las manos tan llenas de sangre como cualquiera de los otros. Pero, en un contexto donde privan los nervios, el sentido común, la humanidad y las ideas son oro. A su manera, Magath se está convirtiendo en el héroe que esperaba encontrar: uno en el que prive el intelecto y la sensibilidad antes que la fuerza bruta.
Esto se produce después de que el personaje mostrara distintas caracas violentas. La transformación confirma que Theo Magath miró a sus demonios a las cara y los reconoció, para intentar cambiar el curso de las cosas.
Ataque a los titanes y la noción de justicia
Armin, Mikasa, Connie y Jean se encuentran ante un contradicción: ir contra la idea de salvar a la Isla Paradis, propuesta por Eren Jaeger, y que Floch Forster está encabezando a través de la fracción jaegerista. Se presenta, entonces, el debate en Ataque a los titanes: ¿hasta dónde llega la noción de justicia, si en el camino debe exterminar al resto de la humanidad? ¿Se justifica, teniendo en cuenta los 2.000 años de odio hacia la Isla Paradis?
Esas preguntas quedan en el aire, mientras los personajes revisan distintas anécdotas y promesas, como aquella de ir a comer carne juntos, y otros recuerdos de cuando ambos grupos eran uno y tenían una misión en común. Ataque a los titanes se apoya en el drama, los silencios y la acción para recrear toda la tensión del momento, incluyendo la muerte de varios compañeros porque, en este contexto, la amistad y los viejos compromisos no pesan tanto cuando está en peligro la humanidad. Mientras tanto, Annie y Reiner se han transformado en titanes para extender aún más la mancha de sangre entre ambos grupos.
