En el capítulo seis de Euphoria, la omnisciente voz de Rue (Zendaya) relató varias cosas a la vez. Pero se negó a profundizar en lo que sea que pudiera estar sintiendo Jules (Hunter Schafer). Se trata de un punto de inflexión en la relación entre ambos personajes. También, en la forma en que la serie comprende a Jules como arco argumental definitivo y fundamental para comprender a Rue. 

El durísimo capítulo cinco dejó claro que Jules acaba de abandonar el círculo de la historia de su exnovia para finalmente tratar de encontrar la propia. En medio de una intervención familiar que terminó en una explosiva discusión con Rue, esta última le gritó al rostro “estás muerta para mí”. Se trató de todo un cambio de paradigma de la relación entre ambas y en especial de lo que hasta ahora ha sido el motor impulsor de Rue. Jules, por otro lado, atraviesa una reconstrucción interna que parece estar a punto de cambiar al personaje por completo. 

¿De qué forma puede impactar en Jules lo ocurrido en los últimos dos capítulos de Euphoria? En realidad se trata de algo más complejo y duro de lo que podría suponerse. Después de todo, Jules hasta ahora ha sido una gran idealización de la belleza y el ideal femenino. Mucho más, cuando su historia atraviesa los dolores y penurias de tantos otros. De ser la víctima de Nate (Jacob Elordi) y Cal Jacobs (Eric Dane), terminó por ser el amor de una doliente Rue. Pero más allá de eso, también es el reflejo de los acelerados cambios de la serie en busca de un punto de ruptura.

Jules, más que cualquier otro de los adolescentes de Euphoria, ha llevado sobre sus hombros una interpretación sobre la juventud contemporánea vinculada con el sufrimiento. En especial, cuando su proceso de transición y expresión de su identidad de género ha sido construidos desde el centro de la historia. En más de una forma, Jules es una versión consciente de los cambios que atraviesan los personajes a su alrededor. Fue el reflejo de las obsesiones pedófilas de Cal y después de la violencia de Nate. También se ha reformulado y hecho preguntas sobre la identidad femenina, el género y la orientación sexual.

Pero en especial, su relación con Rue permitió al personaje mostrar todos sus matices. De su desconcierto en el amor hasta su capacidad autodestructiva. Jules atravesó una serie de rápidos cambios que finalmente, la convirtieron, casi de manera involuntaria en el corazón de Euphoria. Un hecho que Sam Levinson dejó claro en el capítulo cuatro con su ya famosa secuencia de homenaje a los amantes. Jules es o fue el centro de la devoción de Rue, que insistió en que “la amó” nada más verla. Ala vez que siempre temió “perderla”. 

YouTube video

Ahora, abandonada por Rue y libre de la amenaza del video de Cal Jacobs, Jules avanza hacia terreno desconocido. ¿Qué podemos esperar del personaje? Mejor dicho, ¿hacia qué extremo de la premisa de Euphoria se trasladará la versión que Jules sobre la sexualidad, el amor y la ternura?

Jules, perdida en medio de sus preguntas

El personaje de Jules atravesó la primera temporada de Euphoria en medio de situaciones complicadas. Para el season finale, dejó a Rue abandonada y de manera involuntaria desencadenó lo peor de la la recaída de esta última. Ahora bien, en la segunda temporada la relación entre ambas ha madurado y crecido. De la misma forma que Jules como personaje. 

De hecho, la evolución de Jules comenzó con el interesante capítulo especial estrenado antes del comienzo de la segunda temporada. En el episodio, titulado Fuck anyone who’s not a sea blob y estrenado el año pasado, el personaje relató su dolor. Pero lo hizo más allá de las segundas o terceras versiones de quienes le rodean. Más allá de la obsesión de los Jacobs por ella, del amor frenético de Rue e incluso de su identidad de género, Jules se hace preguntas. No solo cuestiona su vida, sino también sus decisiones. 

Y es entonces cuando encuentra un terreno nuevo en el cual mostrarse a plenitud. “No sé si he tomado decisiones para complacer o reflejar lo que otros desean de mí” dice el personaje en el capítulo. Lo hace durante una larga sesión de terapia en la que aclara diversos puntos sobre sus sentimientos y decisiones. Al final, algo es evidente: Jules está a punto de romper la dependencia con los sentimientos que despierta. O en todo caso, de evadir el peso de los sentimientos de otros sobre sus decisiones. 

Y finalmente, la libertad

Todo eso ha ocurrido en el sexto capítulo de la segunda temporada. En un episodio que apenas se ha mostrado, se vio a Jules tendida en la cama acurrucada y abrumada. Y es entonces cuando Rue, por primera vez, mira a otro lado. “No quiero decir nada de Jules”, dice la voz omnisciente. Poco después, Jules termina por encontrarse con Nate en una extraña secuencia tensa en la que pone fin a un largo acecho. 

De modo que para el resto de la temporada de Euphoria, Jules está al comienzo de un camino propio. Ya sea sobre su cuerpo, identidad o el amor. El personaje, que ha sido considerado el centro emocional del programa está a punto de cambiar y hacerlo a un nivel por completo nuevo. ¿Qué espera a Jules en adelante? Quizás, una verdadera libertad donde veremos al personaje en todo su esplendor. 

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