Queda inaugurado, oficialmente, el Mobile World Congress 2022 de la mano del nuevo presidente de la GSMA desde el 31 de enero de este año, Jose María Álvarez-Pallete. El también presidente de Telefónica ha vuelto a abrir las puertas de una de las ferias mundiales de tecnología y telecomunicaciones más importantes. Una que no veía la luz –con el permiso del pequeño intento de verano de 2021– desde la versión fallida de 2020 ya afectada por una incipiente pandemia. Sea como sea, en el discurso de inauguración, Pallete ha dejado las cosas claras: no hay nada que hacer sin las telcos, y estas merecen respeto y una regulación que se adapte a sus necesidades y les permita seguir innovando.
“Somos la puerta al futuro. Las telecomunicaciones hacemos posible cuanto está por venir. Nada sucederá sin nosotros en la era digital”, ha comentado el presidente. No es un comentario nuevo. Desde hace tiempo, las telcos –con Telefónica a la cabeza– vienen pidiendo ciertos cambios en las regulaciones, tanto nacionales como internacionales, a nivel europeo. Por un lado, el conjunto de las grandes compañías del sector con Movistar, Vodafone y Orange, andan a vueltas por solucionar el epígrafe de la Ley Audiovisual que les obliga a pagar el impuesto para mantener RTVE. Uno que se aprobó en la era Zapatero como solución a una financiación alternativa que se había perdido con la prohibición de la emisión de anuncios en las cadenas públicas.
Por otro lado, y como una letanía que se repite desde hace años, la petición de las grandes telcos a las big tech de participar en los costes del desarrollo de redes que soporten el uso intensivo que estas hacen de las mismas a coste cero. El universo de Meta, con WhatsApp a la cabeza, las grandes plataformas de streaming o el propio Google –propietario de gran parte de la actividad de la red– vuelven a ser el objetivo del sector.
Porque las telcos tienen la necesidad de seguir invirtiendo en despliegue de redes, cada vez más caras con menos esperanza de vida –el tiempo transcurrido entre el 3G, 4G y 5G se ha reducido en contraposición al coste que implica su expansión– y también ser rentables a sus inversores sin aumentar precios al consumo.
“Respetamos a todos los actores de la nueva economía. Pero nosotros también merecemos respeto. Es imposible afrontar los nuevos tiempos con las viejas normas. Nuestro sector no pide privilegios, sino justicia. El tráfico de datos crece hasta un 50% anual. El reto de la inversión es enorme y merece especial atención. La carga de la inversión necesaria para gestionar este creciente volumen de tráfico debe recaer de forma justa”.
José María Álvarez-Pallete
Una de las propuestas lideradas sobre la mesa apuntaban a que Netflix, Google o Meta financiasen parte de las redes a fin de hacerse cargo del elevado tráfico que cargan sobre ellas, un 70% según los datos de las compañías afectadas. Una medida que ha sido secundada por gran parte de las telcos europeas y que ha sido elevada a instancia europea como propuesta. Aunque no está claro que esta salga adelante al considerarse, por muchos, como una medida carente de sentido. Dar entrada a la fabricación de redes a las tecnológicas pude sonar como una idea peregrina y peligrosa a largo plazo. En este sentido, se ha apuntado a un posible impuesto a las big tech que superen el ancho de banda contratado y que ayuden al desarrollo de nuevas redes.
“El mundo necesita un sector de las telecomunicaciones robusto y sostenible. Nada de cuanto está por venir sucederá sin nosotros. Nosotros somos los que tenemos la capacidad y la responsabilidad de construir las infraestructuras, las redes del futuro. Hacemos realidad el nuevo mundo digital. Aseguramos la conectividad. Hemos sido esenciales durante la pandemia porque siempre lo hemos sido y así continuaremos. Podemos decirlo con orgullo: sin nosotros, la revolución tecnológica más profunda de la historia de la humanidad no se habría producido”.
Es la historia circular que se lleva repitiendo desde hace años, de unas telcos que deberían haber liderado la creación de plataformas como WhatsApp, y que aún hoy se mantiene vigente. Qué fue antes, el huevo o la gallina. Para cada uno, por supuesto, la historia es diferente. “Ningún otro sector ha contribuido tanto al avance de la economía y el progreso social como las telecomunicaciones", culmina el presidente de la GSMA y Telefónica.
Ucrania, protagonista en el MWC de telcos de Pallete
Como no podía ser de otra manera, también están presentes los recientes acontecimientos que asolan Ucrania y la política internacional ante un conflicto que está poniendo a prueba al planeta. Álvarez-Pallete ha puesto a la tecnología y las telecomunicaciones como el centro de la ecuación y parte de la solución a los conflictos que están por llegar.
“Las convulsiones del siglo XX y los desconcertantes acontecimientos de los albores del siglo XXI, como lo que está ocurriendo ahora mismo en Ucrania, nos han recordado que la tecnología carece de valores. La tecnología nos ha permitido cambiar cosas y hacer otras muchas nuevas, pero somos nosotros quienes debemos decidir qué y cómo hacerlo”.
Un viraje de la tecnología y las telcos para poner a las personas como el centro de todo lo que acontece y no como último punto de interés.