La industria del delivery tiene muchos problemas, pero quizás el más crítico es la presión que se aplica sobre el trabajador de la última milla. Muchos de ellos son rehenes de las calificaciones de los usuarios, y en muchas ocasiones, su salario (e incluso su propio trabajo) depende de que el consumidor les dé una buena puntuación. La lista es larga, desde el mundo de los conductores Uber, Cabify y demás, pasando por el delivery de Glovo o Uber Eats, hasta el sector de Amazon.
Nada de esto es nuevo, las encuestas de satisfacción ya son un estándar en según que sectores de retail, pero lo que está sucediendo con algunos empleados de reparto de Amazon en EE.UU. clama al cielo. Los usuarios saben que de su valoración, positiva o negativa, depende enormemente que el trabajador se juegue, nunca mejor dicho, su trabajo. Y se están aprovechando de ello de la peor forma.
Kari Paul, una periodista de The Guardian, se ha hecho eco de una curiosa y lamentable tendencia que están empezando a experimentar muchos repartidores de Amazon. Los compradores piden a los repartidores, vía App o con un cartel en la puerta, que bailen o hagan ciertas acciones para grabarlo y subirlo a redes como TikTok.
Si el repartidor no hace caso de estas exigencias, se lleva una mala valoración en el servicio, y puede desde ver reducido su sueldo hasta perder el empleo. Razón, por la cual, muchos de ellos acceden a ser rehenes de sus usuarios.
Compradores con 'complejo de dios' que extorsionan a trabajadores de Amazon
Lo más grave del asunto, además del comportamiento de los compradores, es la aparente persimidad de Amazon a este respecto. No solo parece que no ha hecho nada para eliminar de un plumazo estas extorsiones a sus trabajadores. Es que incluso en uno de los vídeos subidos a la redes sociales, el Community Manager ha hecho la gracia de darle alas al asunto:
Está lejos de ser un caso aislado. En el subreddit de AmazonFlex hay infinidad de peticiones absurdas a los trabajadores de Amazon, como por ejemplo esta en el que el comprador exige que el trabajador de a la cámara las gracias por "mantenerme empleado". Y el asunto sigue sigue y sigue por foros y redes sociales.
Una historia tan absurda y lamentable que parece que, dados los sistema de incentivos, no puede pararse sin cambiar de arriba abajo el funcionamiento de estas plataformas y, sobre todo, la forma que tiene Amazon de evaluar a sus empleados. No es la primera, pues tenemos que recordar el asunto de los repartidores orinando en botellas por no tener ni tiempo para ir al baño.
Y luego está por otro lado, comportamientos tan lamentables de los compradores que, solo con la intención, debería tener de por vida prohibida su participación en estas plataformas.