Muchas personas que han estado a punto de fallecer cuentan que vieron cómo los recuerdos de toda su vida pasaron ante sus ojos como si de una película se tratara. Otras dicen que vieron un túnel que se estrechaba y una luz al fondo. Estas son las dos experiencias cercanas a la muerte más referidas. Para muchos son el resultado de algo sobrenatural. Sin embargo, no dejan de ser el resultado de un corazón y un cerebro que ya no pueden más. Muchos científicos han explicado lo de la luz al final del túnel. Sin embargo, el tema de los recuerdos no está tan descrito en la literatura científica. O al menos no lo estaba, pues recientemente un equipo de médicos de Estonia grabó por casualidad la actividad cerebral de un hombre en sus últimos segundos de vida. Y, con ello, pudo dar una explicación a este fenómeno. 

Tras el hallazgo, estos científicos se unieron a otros investigadores procedentes de hospitales y universidades de Estados Unidos y Canadá y publicaron un estudio que ha visto recientemente la luz en Frontiers of Neuroscience.

En él describen cómo lograron hacer esta oportuna grabación. Y cómo, con ella, pueden explicar una de las experiencias cercanas a la muerte más misteriosas. 

Una grabación de recuerdos casual

Este hallazgo tuvo lugar en un hospital de Estonia. Allí, el doctor Raúl Vicente y su equipo se encontraban tratando a un hombre de 87 años con graves crisis epilépticas. Como viene siendo bastante habitual en este tipo de pacientes, lo sometieron a una monitorización constante de su actividad cerebral. Así, podrían detectar rápidamente las convulsiones y actuar en consonancia.

Pero la salud del hombre estaba ya muy resentida, por lo que empeoró y murió repentinamente de un infarto. Nadie había previsto algo así. Pero, sin buscarlo, tenían grabada la actividad cerebral de un individuo tanto antes como después de que se parara su corazón. 

La actividad cerebral del hombre se estaba grabando para monitorizar sus ataques epilépticos, pero sufrió un infarto mientras tanto

Para el estudio no tomaron toda la grabación. Se centraron solo en 900 segundos alrededor del momento de la muerte. Especialmente en los 30 segundos previos al último latido. Así, vieron que se activaron ondas muy similares a las que se ponen en marcha cuando estamos soñando. Pero también cuando estamos recordando.

Eso podría traducirse en una rememoración de la vida del individuo. Justo lo que se describe entre las experiencias cercanas a la muerte. Así lo ha explicado el autor principal del estudio, Ajmal Zemmar, en un comunicado: “A través de la generación de oscilaciones involucradas en la recuperación de la memoria, el cerebro puede estar jugando un último recuerdo de eventos importantes de la vida justo antes de morir, similar a lo reportados en experiencias cercanas a la muerte”.

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Otras experiencias cercanas a la muerte

No se puede hablar de experiencias cercanas a la muerte sin mencionar la luz al final del túnel. Para quienes creen en lo sobrenatural podría ser el resultado del alma separándose del cuerpo y dirigiéndose hacia un nuevo lugar más luminoso.

Sin embargo, la ciencia también tiene respuestas para esto. De hecho, en 2011 dos científicos de centros de investigación británicos publicaron un estudio en el que analizaron algunas de estas experiencias cercanas a la muerte.

La luz al final del túnel puede deberse a un fenómeno que también experimentan algunos pilotos de avión

Con respecto a la luz al final del túnel, se menciona que es el resultado de la isquemia retinal. Este fenómeno ocurre cuando el ojo comienza a ver mermado su suministro de sangre y oxígeno.

Lógicamente, puede ocurrir con un corazón que está a punto de pararse. Pero también en otras circunstancias. Por ejemplo, puede ocurrirle a pilotos de aviones de combate o acrobacias, en los que se experimentan cambios bruscos de gravedad, que pueden afectar a la presión sanguínea. El resultado es esta luz al final del túnel, que por suerte solo dura unos pocos segundos, pero afecta a su vista, pudiendo dificultar las maniobras.

Por otro lado, los autores de este estudio consideraron que otras experiencias cercanas a la muerte podrían ser el resultado del trauma que les ha llevado a estar al borde del final de su vida. Está cada vez más estudiado que las experiencias traumáticas pueden provocar alucinaciones. Y esas alucinaciones podrían provocar esa sensación de alma que se escapa del cuerpo, para volver a él de nuevo, en caso de que finalmente no se produzca la muerte.

En definitiva, parece ser que todas las experiencias cercanas a la muerte tienen una explicación. Ahora sabemos un poco más sobre los recuerdos que pasan sobre los ojos de quién se va, como si de una película se tratase. Es espeluznante, pero también demuestra lo fascinante que es el cerebro humano. 

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