SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, realizó su primera misión interplanetaria en febrero de 2015, cuando lanzó al espacio un Falcon 9 que transportaba el satélite de observación Deep Space Climate Observatory (DSCOVR). Desde entonces, la segunda etapa del cohete ha estado en orbita sin un rumbo definido y, por lo tanto, formando parte de la basura espacial. Ahora, siete años después de su lanzamiento, y según los cálculos de varios astrónomos, este Falcon 9 podría estrellarse contra la Luna.
Bill Gray, uno de los astrónomos que ha formado parte de esta investigación, calcula que el viejo Falcon 9 impactará contra la superficie de la cara oculta de la Luna en cualquier momento a partir de este mes de enero y el 4 de marzo de 2022. Lo hará a una velocidad de 2,58 kilómetros por segundos. Los datos, eso sí, no son completamente seguros, dado a que la segunda etapa del Falcon 9 está empujada por los rayos solares, los cuales hacen que la nave rote, y esto podría modificar su órbita.
Esta será la primera vez que un cohete impacte contra la Luna de manera no intencionada. La segunda etapa del Falcon 9, recordemos, estaba programada para volver a la atmósfera de la Tierra, pero se quedó sin combustible suficiente, por lo que su destino como basura espacial tampoco estaba dentro de los planes de la compañía aeroespacial de Elon Musk.
El impacto del Falcon 9 sobre la superficie de la Luna
Ahora bien, ¿qué supondría un impacto de estas características contra la superficie de la Luna? Si bien se espera que el Falcon 9 ocasione un cráter en el lugar del impacto, esto, en principio, no supondría un problema.
Creo (pero no sé) que el impacto en sí tendrá que pasar desapercibido. (Ciertamente de la tierra, ya que la mayor parte de la luna está en el camino, e incluso si estuviera en el lado cercano, el impacto ocurre un par de días después de la Luna Nueva).
De hecho, puede ayudar a obtener más información que podría ser útil para complementar los datos que se obtuvieron en la misión ACROSS de 2009, donde la NASA estrelló un cohete intencionadamente con el objetivo de explorar la presencia de agua en la Luna. El Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) y la sonda Chandrayaan-2 podrán obtener información sobre ese choque, aunque es poco probable que capten el momento exacto del impacto.