¿Cuándo fue la última vez que te comiste un McFlurry? ¿Acabaste quitándole la tapa agobiado por el hecho de que la cuchara cabía demasiado justa? Bueno, piensa que no es más que un pequeño sacrificio por el bien de los erizos.
Sí, puede parecer broma, pero es verdad. En el pasado, la tapa que se coloca encima de los famosos helados de McDonalds tenía un agujero para la cuchara bastante más grande. El problema era que tenía el tamaño justo para que los erizos pudieran introducir la cabeza en busca de algo dulce que llevarse al estómago, para luego no poder salir.
Al quedar atrapados no podían desplazarse ni alimentarse con normalidad, por lo que podían morir de hambre. Eso sin contar el daño que les generaban las heridas. Por eso, la Sociedad Británica de Preservación del Erizo estuvo haciendo campaña hasta que, finalmente, en 2006 la cadena de comida rápida optó por hacer el orificio más pequeño. Desde entonces hay menos erizos que quedan atrapados, pero algunos siguen cayendo, por lo que ya se ha empezado a pedir a los propios consumidores que tomen también sus medidas.
El problema de los erizos con las tapas del McFlurry
En un artículo sobre este tema publicado en IFLScience, han compartido una publicación de Facebook de 2017 en la que un centro veterinario del sur de Inglaterra advertía de los problemas que siguen acarreando las tapas del McFlurry a los erizos.
Decidieron escribir sobre ello al llegar a sus consultas un erizo con la cabeza atrapada, al que fue necesario anestesiar después para curar todas sus heridas. Los veterinarios explicaron que estos animales caen atrapados regularmente porque les atrae el olor dulzón de los restos de helado.
No todos tienen la suerte de acabar en una consulta veterinaria y muchos pueden morir. Como todos esos animales que quedan atrapados en la naturaleza por culpa de objetos derivados de la actividad de los seres humanos.
Atrapados en su hábitat
Las anillas de los packs de refrescos, las bolsas de plástico o las redes de pesca son solo algunos de los muchos ejemplos de utensilios que pueden convertirse en trampas mortales en la naturaleza.
Vale, las redes de pesca están diseñadas para eso, pero no solo los peces caen en ellas. También pueden quedar atrapados otros animales como gaviotas, tortugas, delfines o peces para los que no estaban diseñadas originalmente.
Las anillas de los packs de refrescos y las bolsas también son peligrosas en el mar. Un animal puede quedar atrapado al atravesar las anillas y terminar estrangulado o muerto de hambre por no poder desplazarse con normalidad. Las bolsas pueden convertirse en trampas por las asas. Pero generalmente el problema es que animales marinos grandes, como las ballenas, pueden comérselas, al confundirlas con medusas, y sufrir intoxicaciones u obstrucciones intestinales.
A toda esa lista, que no solo es dañina en el mar, se suma la tapa del McFlurry, que puede ser mortal para los erizos en la tierra.
Fue un detalle por parte de la compañía intentar solucionarlo. También los son otras medidas supuestamente beneficiosas, como el uso de cucharas de madera o pajitas de papel. El problema es que, al menos con todo esto, hemos acabado viendo que son más bien estrategias de greenwashing, con las que quedan bien sin obtener un beneficio real para el medio ambiente.
En este caso, la propuesta de eliminar o reducir el plástico también puede ser beneficiosa. y es que algunos envases de McFlurry ya ni siquiera llevan tapa. Simplemente el cartón con el que está hecho el recipiente se cierra un poco por la parte de arriba. Esa es una gran ayuda para los erizos. Pero aún pueden quedar atrapados en tapas con agujero, ya sea de McFlurry o de cualquier otro producto. Por eso, se pide ayuda directamente a los consumidores. Si te has terminado tu helado, o el producto que sea, no lo dejes tirado en la calle. Usa los contenedores adecuados y, si puede ser, rompe la tapa antes. Incluso si en tu zona no hay erizos, quizás con eso podrías estar ayudando a algún otro pequeño animal. Es un gesto sencillo y rápido y los resultados positivos pueden ser inmensos.