La variedad de formas de consumo de marihuana es de lo más conocida. Es verdad que lo más común es fumarla. Pero también hay muchas personas que optan por otros formatos, como el cannabis comestible, el tópico o el sublingual. Incluso hay quién prefiere vapearlo. Pero centrándonos en el que se come, ¿es igual de peligroso? Podríamos pensar que tomar un poquito de hierba en un cupcake o en una tortilla no haría daño a nadie. Y quizás no lo haga si es una sola vez. Pero consumirlo de forma habitual podría producir, como mínimo, encogimiento de testículos y disminución de los niveles de testosterona. Y claro, con ello, un claro deterioro de la fertilidad masculina.
Esta es la conclusión de un estudio publicado recientemente en la revista Fertility & Sterility, de la mano de un equipo de científicos de la Universidad de Oregón. Es importante destacar que llevaron a cabo su investigación con primates no humanos. Concretamente con monos rhesus. No obstante, dado el parentesco que mantenemos, no sería nada descartable que se pueda extrapolar a personas.
Posiblemente saberlo sea el siguiente paso de estos científicos. Pero, mientras tanto, veamos qué es lo que han visto exactamente.
¿Qué es el cannabis comestible?
Antes de conocer los efectos del cannabis comestible, no está de más recordar qué es exactamente. Son conocidos los dulces preparados con marihuana. O incluso algunos platos salados. Pero también se puede tomar de otras formas.
Por ejemplo, es bastante conocida la mantequilla de Marrakech. Se trata básicamente de mantequilla normal que ha sido infusionada con marihuana. Puede tomarse directamente o como ingrediente para preparar otros platos, como los famosos space cakes. Dado que su traducción es la de “pasteles espaciales” no hacen falta muchos detalles sobre los efectos que producen en el consumidor.
Por otro lado, dentro de la categoría de cannabis comestible también pueden introducirse algunas bebidas. Es el caso de la tintura de cannabis, un extracto alcohólico obtenido de las flores de marihuana.
Los consumidores de este formato apuntan a que es mejor que otros porque, al cocinar la hierba, se absorben mejor los cannabinoides. Incluidos aquellos con efectos psicoativos, como el THC. Eso daría, dicho de una forma muy brusca, un mayor colocón. ¿Pero potencia también los efectos perjudiciales? Al menos, en lo concerniente a la fertilidad, parece ser que sí. No hay más que ver lo que ocurrió en los testículos y los niveles de testosterona de los monos rhesus que participaron en el estudio.
Fertilidad, testículos y testosterona: así les afecta comer marihuana
Para la realización del estudio, se administró cannabis comestible a un grupo de monos rhesus durante siete meses. Se les dieron dosis equivalentes a las de consumo humano y se fueron aumentando con su ciclo espermático. Porque sí, los machos también tienen un ciclo. Se trata del ciclo de formación de nuevos espermatozoides y tiene una duración aproximada de unos dos meses.
El caso es que vieron que tras el consumo regular de cannabis comestible los niveles de testosterona de los animales cayeron notablemente. Y también se produjo el encogimiento de sus testículos.
Esto demuestra que la sustancia psicoactiva del cannabis, el THC, que se encuentra en gran cantidad en estos productos, estaba afectando a su salud reproductiva. No se comprobó la capacidad de esos machos para dejar embarazadas a las hembras. Ese sería un segundo paso, como también comprobar si ocurre lo mismo en humanos.
No obstante, dado que los niveles de testosterona y el tamaño de los testículos suelen estar relacionados con la calidad y el recuento de los espermatozoides, cabe esperar que sí que se produjeran efectos perjudiciales.
Sobre todo teniendo en cuenta que el cannabis, al menos cuando se fuma, sí que puede afectar a la fertilidad humana, tanto masculina como femenina. De nuevo se trata de las consecuencias del THC, que puede deteriorar eventos de la reproducción femenina, como la foliculogénesis y la ovulación; o masculina, como la maduración y función de los espermatozoides.
Por todo esto, aunque la investigación se haya llevado a cabo solo en monos, debemos recordar que un pastelito diario quizás no sea buena idea. Así en general, pero si está cocinado a base de marihuana, todavía menos. Al final podrían acabar pagándolo tus testículos.