El estreno de la segunda parte de la temporada final del anime Ataque a los titanes (Shingeki no Kyojin) ocasionó un colapso momentáneo en la plataforma de Crunchyroll, que habilitó el episodio solo para los usuarios premium del servicio. Luego del anuncio de que el estreno del primer capítulo de esta segunda etapa fuera anunciado para las 2:45 de México y 5:45 de Buenos Aires, muchos usuarios en Twitter comenzaron a reportar que no podían ingresar a sus perfiles dentro del servicio. 

El volumen de tráfico sirve de síntoma para dimensionar la expectativa en relación con el final de Ataque a los titanes. Este anime se estrenó el 6 de abril del año 2013, cinco años después del lanzamiento del manga, desarrollado por Hajime Isayama. Desde entonces y hasta la actualidad, tanto el público interesado en uno y otro ha crecido, además del lógico intercambio entre quienes no leyeron el manga y luego del anime lo han hecho y viceversa. ¿El resultado de ese boom? Al menos treinta millones de volúmenes vendidos, solo durante el año 2013. 

El anime de Ataque a los titanes atrae por su trama, el entramado político y filosófico que recrea, la acción y el dibujo, desarrollado en un principio por el estudio Wit Studio, durante las tres primeras temporadas, y por Mappa en las dos partes de la temporada final. Más allá de que unos usuarios prefieran a un estudio por sobre otro, el balance global es el de una animación adecuada, correcta y que regala tramos visuales bastante potentes.

Tres razones por las que Ataque a los titanes vuelve a generar furor

Desde el lanzamiento del manga, Shingeki no Kyojin cuajó un cúmulo de seguidores atentos a cada capítulo. Con el estreno del anime, ocurrió lo que con otros contenidos: muchos lectores de las páginas migraron hacia la adaptación y quienes no son lectores habituales de las historietas también se sumaron en el plano televisivo. La audiencia fue creciendo a la par que el relato. Incluso se produjeron episodios como “Hero”, el que tiene el puntaje más alto dentro de los usuarios de IMDb, por delante de capítulos de series como Breaking Bad y Juego de Tronos, por citar dos ejemplos.  

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La incertidumbre en Shingeki no Kyojin

En el último capítulo de la primera parte de la cuarta temporada de Shingeki no Kyojin, Eren Jaeger volvió a Paradis, luego del ataque a Liberio. Como represalia por sus acciones, el ejército de Liberio contraatacó. En particular, el final de la parte uno dejó servido el escenario para otro choque entre Reiner y Eren, dos personajes enlazados a través del anime por distintas razones. Pero hay una que pesa por sobre todas, como conviene recordar: debido a que Reiner rompió la muralla que protegía la ciudad en la que creció Eren, un titán se comió a su mamá.

Por otro lado, una de las inquietudes pendientes en relación con el final de la primera parte involucra al Capitán Levi. Este es uno de los personajes más queridos por el fandom. Su personalidad, a ratos ensimismada, contrasta con su habilidad al momento de atacar a los titanes. Su nombre va relacionado con el de otro titán, Zeke. Así como Reiner y Eren están enlazados, Levi y Zeke también por viejos conflictos que se desarrollan durante las temporadas previas.

Zeke y Eren planean encontrarse. Aunque resumir la segunda parte de esta temporada final en esa frase omite algunas cosas, en esencia es uno de los puntos clave que tendrá el relato y de lo que esa junta pueda derivarse. Abundan los conflictos y el cierre de las narrativas cultivadas durante varios capítulos. Todo esto, visto desde la perspectiva de los seguidores del anime que no leyeron el manga (cerrado hace un tiempo).

Personajes incómodos

Shingeki no Kyojin no va de buenos contra malos. Hay dos posturas claras y cada una de ellas entiende que debe afrontar el conflicto de la mejor manera para el resto. Al no estar planteada la dualidad, la narrativa de este anime abre múltiples lecturas. Lo más probable es que cada espectador tenga un bando. Pero la serie, mostrando los múltiples matices que tienen los personajes, deja abierta cualquier posibilidad. 

Shingeki No Kyojin - Temporada 4 parte 2

Ese sentido lleva al espectador a confrontar sus creencias, a mirar con buenos ojos a uno durante un tramo del anime y luego reconsiderar su postura o mostrarle algo por lo cual dejaría de estimar a ese personaje. En ese sentido, una de las comparaciones más constantes con Shingeki no Kyojin es la que se hace con Juego de Tronos. Como en la serie de HBO, en Ataque a los Titanes también hay un fondo político y filosófico que enriquece el relato. No es sólo un anime de acción o entretenimiento. Permite múltiples lecturas dentro del universo que recrea y posibles guiños con sucesos reales. 

El fin de una historia de época

Por lo general, quien comienza a ver Ataque a los titanes termina recomendándole entre sus amistades. Al no ser una anime reducido en uno u otro aspectos, como puede ser el de entretenimiento, su fondo político y filosófico hace posible que llegue a más personas. Esto lo hace sin descuidar el punto anterior. Shingeki no Kyojin entretiene porque su historia está plagada de combates, acción, secuencias sangrientas y momentos de un nivel épico notable.

Todo esto, acompañado de una riqueza ideológica valiosa. Esa es la esencia de Shingeki no Kyojin: confrontar a personas en el plano físico para que el espectador pueda reconocer los choques ideológicos que se producen entre uno y otro, e intentar buscar un lado con el cual identificarse aunque el fin de las acciones no esté revelado. Como ocurría con Juego de Tronos, Ataque a los titanes lleva a miles de espectadores a sentarse frente a sus dispositivos cada domingo para ver un nuevo capítulo. Como si antes de un fenómeno televisivo se tratara de un evento religioso.