El sildenafilo, más conocido como viagra, suele ser protagonista de cualquier conversación sobre serendipias científicas. No es para menos, pues su eficacia contra la disfunción eréctil se descubrió por casualidad, mientras se estudiaba su papel como tratamiento frente a la hipertensión pulmonar. Por eso, que recientemente se haya descubierto su posible papel protector contra el alzhéimer parece algo casi providencial.

Sí, la pastillita azul cada vez suma más milagros a su palmarés. Aunque este, que se acaba de describir en Nature Aging, tiene aún mucho que investigar.

Es el resultado de una investigación llevada a cabo por científicos del Instituto de Medicina Genómica de la Clínica Cleveland, quienes se encargaron de analizar qué fármacos aprobados con otros fines por la Food and Drug Administration (FDA por sus siglas en inglés) podrían tener un potencial desconocido frente a la enfermedad de Alzheimer. Se descubrió una gran vinculación e incluso hay teorías sobre las causas de la misma. No obstante, hasta que no se lleven a cabo ensayos clínicos no se deben lanzar las campanas al vuelo. Eso sí, para el optimismo sí que hay lugar. 

La importancia de combatir el alzhéimer

Según datos de la Organización Mundial de la Salud recogidos por la Confederación Española de Alzhéimer, la demencia afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo. Y se trata de una cifra que está en claro aumento, pues se calcula que para 2030 podrían ser 82 millones de personas y para 2050 152 millones. 

Esto hace referencia a cualquier tipo de demencia. No obstante, el alzhéimer es la enfermedad que conduce más comúnmente a demencia, con aproximadamente un 60%-70% de los casos de la misma asociados con ella.

La demencia afecta a unos 50 millones de personas en el mundo

Además, a nivel general, en España la prevalencia del alzhéimer ronda el 0,05% entre las personas de 40 a 65 años; 1,07% para los de 65-69 años; 3,4% en los de 70-74 años; 6,9% de 75 a 79 años; 12,1% en los 80-84; 20,1% en los pacientes de 85-89; y un altísimo 39,2% entre los mayores de 90 años.

A día de hoy no existe una cura, solo algunos tratamientos dirigidos a mantener la función mental, controlar los síntomas conductuales y, en definitiva, ralentizar la progresión de la enfermedad. Ha mejorado algo la calidad de vida de los pacientes, pero la situación sigue siendo muy preocupante. Por eso, son muchos los científicos que se dedican a buscar otros tratamientos más eficaces.

Y a veces no hay por qué indagar en nuevos fármacos. Otros, previamente aprobados con otros fines, podrían ser muy eficaces. Por eso, estos científicos de la Clínica Cleveland decidieron iniciar el estudio que ha terminado con la viagra como un candidato muy prometedor.

Los superpoderes de la viagra

A día de hoy, el sildenafilo se usa con dos fines. Bajo el nombre de viagra previene la disfunción eréctil y como revatio ayuda a tratar la hipertensión pulmonar.

Son los dos objetivos por los que cuenta con la aprobación de la FDA y por los que se encontraba entre los fármacos analizados en este estudio, en el que se realizó un análisis computacional de los historiales médicos de más de 7 millones de pacientes. El objetivo era analizar qué medicamentos toman y relacionarlos con una menor probabilidad de desarrollar alzhéimer.

El estudio consistió en un análisis computacional del consumo de fármacos de 7 millones de pacientes

Así, vieron que quienes tomaban con otros fines el sildenafilo, ya fuese como viagra o como revatio, tenían un 69% menos de probabilidad de desarrollar alzhéimer en un seguimiento de seis años de duración.

La protección era especialmente potente en pacientes con enfermedades coronarias, diabetes tipo 2 e hipertensión, todos ellos factores de riesgo de esta enfermedad neurodegenerativa.

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¿Qué tiene de especial el sildenafilo?

Este estudio es un claro ejemplo de que correlación no implica causalidad. Es decir, se ha visto una gran relación entre consumir sildenafilo en forma de viagra o revatio y no desarrollar alzhéimer. Pero no se conocen las causas, por lo que quizás podría haber otros factores implicados.

No obstante, estos científicos sí que tienen algunas teorías. Y es que experimentos anteriores han señalado dos cualidades muy importantes de la viagra en este aspecto. Para empezar, en modelos preclínicos realizados con este fármaco se ha visto que mejoran la cognición y la memoria, ambos parámetros que se ven muy afectados en personas con alzhéimer.

Por otro lado, cuando se han tomado cultivos celulares provenientes de personas con alzhéimer y se han expuesto al sildenafilo se han visto dos efectos muy positivos: un aumento del crecimiento neuronal y una disminución de la hiperfosforilación de la proteína Tau. Esta última es una proteína implicada, entre otras misiones, en la estabilización de la estructura neuronal. Su hiperfosforilación es una especie de etiquetado molecular que se encuentra estrechamente relacionado con la progresión de la enfermedad de Alzheimer, de modo que los resultados de este estudio no parecen ser casualidad.

En modelos preclínicos realizados con este fármaco se ha visto que mejoran la cognición y la memoria

Por eso los autores del estudio consideran que sus resultados, en consonancia con experimentos anteriores, justifican el diseño de ensayos clínicos dirigidos a observar el papel de la viagra como tratamiento frente al alzhéimer.

Es más, también piensan que se le podría llegar a encontrar un papel protector frente a otras enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson. Aunque todo esto no es más que un ejercicio de optimismo que debe ir acompañado de mucha investigación para comprobar si está en lo cierto. De ser así, estaríamos ante un nuevo superpoder de la amadísima pastillita azul.