Finalmente, el momento de revelar las lealtades y traiciones llegó en Succession. En su impactante capítulo final de la tercera temporada, la serie mostró a los Roy en toda su retorcida capacidad para el doble juego y la dualidad. Como si eso no fuera suficiente, dejó claro el hecho que tiene mucho que mostrar de la crueldad sutil y el burlón cinismo de Logan.
Pero en especial, también mostró las posibilidades del pérfido Tom Wambsganss (Matthew Macfadyen), el marido a menudo víctima de Shiv Roy (Sarah Snook). Hasta ahora, el personaje había sido una especie de alivio cómico y también, una forma de entender a Shiv desde otra perspectiva. Pero para el capítulo final de Succession llegó al punto más alto de su asombrosa evolución durante la temporada. Es Tom, de hecho, quien muestra todos sus tétricos colores y da el golpe final en la trama. Luego de unirse a Logan, el en apariencia frágil, deslucido y gris Tom, toma un súbito realce y recupera el control sobre su vida.
Pero en medio de semejante golpe de timón, Succession pudo haber cometido el más imprevisible error de argumento. Uno que sorprende en el relato de la que se considera una serie “perfecta” que, además, brilla por un guion lleno de aciertos. ¿A qué nos referimos? Te lo contamos a continuación de manera detallada.
El reloj roto de Succession
Para entrar en contexto: en las últimas secuencias del final de temporada de Succession, Kendall (Jeremy Strong) descubren el plan maquiavélico de Logan (Brian Cox). La venta de la empresa supone un duro golpe. Uno que, además, repercute en cientos de maneras distintas en un escenario complicado y cada vez más violento.
En medio de la desesperación, deciden detener a Logan. Como se recordará, Kendall todavía se encuentra maltrecho por su intento de suicidio. Shiv, por su lado, telefonea a Tom (ese personaje al margen que se volvió tan peligroso) para explicar sus intenciones. Lo hace mientras aún se encuentran en camino para el encuentro fatídico con su padre.
Finalmente, al enfrentarse a Logan, los Roy más jóvenes le recuerdan de inmediato los términos del divorcio con Caroline. Eso podría haber sido la forma idónea de detener la transacción. Pero en realidad, ya es poco lo que pueden hacer. Logan ya ha renegociado los términos con su ex esposa y ha obtenido más votos en la junta. Todo claro, gracias al piso en Londres que tanto codiciaba su ex mujer.
Por supuesto, para los tres hijos Roy, finalmente de un mismo lado, la sorpresa es mayúscula. ¿Cómo ha podido saber Logan sus planes? Para desconcierto de la audiencia y no digamos de Shiv, resultó que Tom no sólo había llegado para contar a Logan los planes de su esposa. También, para poner el contrapeso de la balanza de su lado. Con la traición inesperada, el poder de nuevo cambia de manos.
Pero, aunque el cierre argumental es magnífico, hay un pequeño detalle desconcertante en Succession. ¿Cómo ha logrado Tom no solo encontrar a Logan antes que sus hijos sino, además, llegar antes que todos? Si recuerdas la escena, Shiv telefoneó a Tom y este aún se encontraba en la boda. ¿De qué manera podría haber acortado camino antes que todos y apresurarse no solo a llegar, sino a contar a Logan cada detalle de su conversación?
Toma en cuenta, además, que Shiv llamó a Tom mientras esta se encontraba en trayecto. Eso quiere decir que al menos, llevaba una buena distancia de ventaja. ¿Como ha logrado Tom saltarse las reglas de la física para poder convertirse en el centro de todas las traiciones? Quizás sea el error que demuestre que a pesar de su impecable guion, Succession también es imperfecta. O al menos, tiene pequeños puntos de misterio que deja para debatir de cara a su futura cuarta temporada.