¿Cuántas patas tiene un milpiés? La pregunta puede parecer retórica, pero no es tan sencilla. Porque no, la respuesta rápida no es “mil”. En realidad, hasta ahora, el número máximo de patas que se habían contado en uno de estos artrópodos era 750. Sin embargo, es importante incidir en ese “hasta ahora”; ya que, por primera vez, se ha identificado un milpiés que sí que alcanza, e incluso supera, el millar de patas

Se trata de una nueva especie, que acaba de ser descrita por científicos de Virginia Tech y varios centros de investigación australianos. Se han encontrado cuatro ejemplares en el área minera de la provincia de Eastern Goldfields, en Australia. Y el más grande ha resultado tener 1.306 patas. 

La especie en cuestión ha sido bautizada como Eumillipes persefone. Algo con mucho sentido, dado que proviene del prefijo griego eu-, que significa verdadero, y las palabras latinas mille y pes, cuyo significado respectivo es mil y pies. En definitiva, el verdadero milpiés. El único que realmente hace honor a su nombre. ¿Pero qué más sabemos de esta nueva especie que se acaba de presentar en sociedad en un estudio de Scientific Reports?

El verdadero milpiés que se encontraba oculto bajo tierra

Los cuatro ejemplares de este nuevo milpiés se encontraron a unos 60 metros de profundidad, en una perforación realizada para la exploración minera.

Como buen animal subterráneo, tienen algo conocido como características troglomórficas, derivadas de la adaptación a vivir en cuevas o, en general, bajo tierra. Por ejemplo, no presenta ni ojos ni pigmentación. Además, es especialmente largo, de ahí que tenga tantas patas. Todas estas son características que contrastan con las de sus parientes más cercanos que viven en la superficie.

Estos milpiés no tienen ojos y están despigmentados, algo común en especies que viven en cuevas o bajo tierra

Bautizado en honor a Perséfone, la diosa griega del inframundo, este milpiés destaca por su parecido con otra especie, llamada Illacme plenipes, que hasta ahora ostentaba el récord al milpiés más largo. Los autores de esta nueva investigación creen que esto puede deberse a la convergencia evolutiva entre ambas especies. No obstante, E. persefone supera de lejos la longitud de I. plenipes, cuyo máximo se encontraba en 750 patas.

¿En serio les han contado las patas?

Los biólogos son personas pacientes. ¿Pero tanto como para contar una a una las patas de un milpiés?

Lo cierto es que no es eso exactamente lo que se hace. En realidad, lo que cuentan son los segmentos, según ha explicado a Hipertextual José D. Gilgado, un biólogo especialista en milpiés. “Los milpiés tienen dos pares de patas por ‘segmento’ o, mejor dicho, por ‘diplosegmento’, ya que cada diplosegmento proviene de la unión de dos segmentos”, señala el investigador de la Universidad de Alcalá, quien no ha participado en este estudio. “Pero hay una excepción. El primer anillo, el collum, no tiene patas, y los siguientes tres anillos solo tienen un par de patas cada uno. Es solo a partir del cuarto cuando ya tienen cuatro patas por diplosegmento”.

No se cuentan las patas, sino los diplosegmentos

Conociendo estos datos, y también que al final del cuerpo suelen tener algunos otros segmentos sin patas, se puede saber el total de patas de un milpiés sin necesidad de contarlas una a una. 

En el caso del que se acaba de descubrir, su cuerpo en forma de hilo tiene hasta 330 diplosegmentos, que le confieren una longitud de hasta 95,7 milímetros. En cuanto a su ancho, es de unos 0,95 milímetros. 

Marek et al. Scientific Reports

¿Qué diferencia a un milpiés de un ciempiés?

Son muchas las características que diferencian a un milpiés de un ciempiés. Pero, a grandes rasgos, en lo que a pies se refiere, la más importante es el número de patas por segmento. Como hemos visto, los milpiés tienen en la mayoría de sus diplosegmentos dos pares de patas.

En cambio, los ciempiés solo tienen un par por segmento. Por lo que no, para diferenciar a unos de otros tampoco tenemos que entretenernos en contar pata por pata

¿Por qué tan largos?

Aunque no saben con seguridad por qué estos milpiés evolucionaron para tener tantas patas, los autores del estudio creen que sería una adaptación para sobrevivir en su hábitat, ya que pueden alcanzar mayores fuerzas de empuje para moverse a través de las aberturas estrechas del suelo.

Al tener más patas pueden alcanzar mayores fuerzas de empuje para moverse por las aberturas estrechas del suelo

De hecho, otros casos excepcionales descubiertos con anterioridad viven en ambientes parecidos. “Hace unos años se encontró un milpiés del orden Polydesmida, que suele tener solo 20 anillos aproximadamente, con más de 40 en una cueva de Brasil”, relata Gilgado. “La familia fue bautizada como Dobrodesmidae”.

En el caso de E. persefone, pertenece al orden Polyzoniida, cuyos miembros no son tan largos ni tienen esas características adaptadas a los hábitats subterráneos. Por eso, este milpiés que acaban de descubrir, es de gran importancia para la ciencia. 

Y también para el resto de los mortales que, por fin, sabemos que sí que existen los milpiés con más de mil patas. Echamos para que sobrara y nos quedamos cortos.