Los directores de cine suelen tener un raro encanto. Son los artífices de grandes obras, pero rara vez conocemos sus rostros. O de hacerlo son parte de una especie de aura misteriosa que resulta difícil de definir de forma clara. No obstante, son estos genios detrás de las cámaras, los que permiten al cine sostener sus grandes obras. Más allá, mostrar todo su potencial y capacidad. Los directores, son los artífices del lenguaje del cine y también, una de sus figuras más emblemáticas. 

Por eso, los hábitos que tienen al filmar o incluso forman parte de su vida, asombran y deslumbran a los fans de su trabajo. Tanto, como para que sean parte del mito que les rodea. Desde los directores más célebres a los que recién comienza su andadura en el mundo del cine. Las costumbres, rituales y hábitos de los directores muestran que bajo el talento también hay un espíritu inquieto. 

¿Y cuáles son algunas de las cosas más curiosas que distinguen a varios de los directores más conocidos? Quizás, las siguientes: 

jim carrey
Jim Carrey como Truman Brubank en 'The Truman Show' - Paramount Pictures, Scott Rudin Productions

El director Peter Weir está obsesionado con los espectadores

Peter Weir está tan obsesionado con los espectadores en las salas que ha declarado que siempre imagina cómo provocarles. Una de sus ideas que no se llevó a cabo fue tener cámaras instaladas dentro de cada cine que proyectaba El Show de Truman. Una vez que la película avanzara, el director de cine pediría cortar las luces y mostrar al público en tomas en vivo en pantalla.

Los ejecutivos y productores consideraron la idea “escandalosa”. Pero Weir insistió que era la única manera de expresar al completo, “el concepto del film”. 

James Gunn y Edgar Wright están obsesionados con la música de sus películas

Tanto como para consultarse entre sí las bandas sonoras de Guardianes de la Galaxia Volumen 2 y Baby Driver para no coincidir en las mismas canciones. Más allá de eso, ambos directores de cine suelen crear playlist previas para imaginar las escenas y suelen intercambiarlas entre sí para probar su efectividad. 

Jonathan Lynn está obsesionado con el realismo de la representación de juicios en la pantalla grande

Jonathan Lynn, el director de My Cousin Vinny (1992), que además es abogado licenciado en Cambridge, está obsesionado con el mundo legal en el cine. Tanto como para pasar más de nueve meses corrigiendo el guion de su película y convertirse después en consultor de otros directores sobre el particular. 

Stanley Kubrick estaba obsesionado con conversar e intercambiar ideas con otros directores

Y lo hacía a través de largas cartas escritas a mano que le llevaban meses escribir. Las corregía una y otra vez, lo que ocasionó que en más de una ocasión el destinatario la recibiera años después de la carta origen.

Una de las anécdotas más singulares cuenta que el director de cine Kubrick pasó casi dos años tratando de responder una carta al director japonés Akira Kurosawa. Finalmente, cuando la misiva estuvo lista, Kurosawa murió de forma sorpresiva. 

Brad Bird está obsesionado con la libertad artística

Tanto que para su película Los Increíbles solo contrató a artistas de Pixar que estuvieran a punto de renunciar o sabía sería despedidos. “Sin nada que perder, podrían hacer lo que les pidiera”, insistió en una curiosa entrevista el director de cine a Variety. 

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