Todo son buenas noticias para James Webb tras su lanzamiento el pasado 25 de diciembre. Y no es para menos, después de casi 14 años de retraso en su misión, todos los detalles debían apuntar al éxito. A diferencia de su hermano mayor, el Hubble, James Webb no tiene la capacidad de ser reparado de forma remota. Todo tenía que salir perfecto para la misión.

Ahora, según apunta la NASA, James Webb ha recibido una buena noticia en lo que a su vida útil respecta. Según los cálculos de la misión, el telescopio cuenta con más combustible en sus depósitos de lo que se había calculado en un primer momento. Tanto como para doblar los años que se tenían previstos para que completase su trabajo. Es decir, de los 5 que se había impuesto la Agencia Espacial ahora James Web ha pasado a más de 10. Tiempo más que suficiente para que continúe tomando medidas e imágenes del cosmos.

¿De dónde ha sacado ese combustible adicional? Por un lado, apuntan a una corrección en la trayectoria de lanzamiento en el momento de su separación del cohete Ariane 5. Si bien los cálculos estaban hechos para hacer una separación a los 33 minutos del despegue, James Webb terminó por desacoplarse a los 29 minutos. Esos 4 minutos de diferencia son esenciales para alargar su vida útil. Sumado a un buen posicionamiento para el lanzamiento y el proceso limpio de despegue, James Webb puede celebrar un éxito en el principio de su historia.

Hay mucho factores que pueden afectar a la vida útil de James Webb de aquí a unos años

Y en esto, James Webb se parece a mucho al Hubble. De los 15 años que se tenían previstos para su vida útil, el Hubble va por la friolera de 30 años trabajando sin descanso.

Por supuesto, estas mediciones –tomadas con optimismo desde la NASA–, están a disposición de lo que pase de aquí a unos años. Desde la NASA advierten, no obstante, que hay mucho factores que pueden afectar a la vida útil de James Webb de aquí a unos años.

Hasta este momento, explican desde la Agencia Espacial, el telescopio ha conseguido desplegar su antena de comunicación. La misma que necesita para emitir las señales y la información captada a lo largo de su viaje y enviarla a la Tierra para su posterior estudio; pues ayudará a enviar a la Tierra desde el observatorio al menos un total de 28,6 Gigabytes de datos científicos al día. Toda una máquina del tiempo que nos dirá, o al menos intentará, cuál es el origen de nuestro universo. Ahora, James Webb tiene casi un mes de recorrido para llegar al punto en el que comenzará a recoger datos del cosmos. Aunque ahora lo podrá hacer con algo más de propelente, lo cual le da más margen a futuro.

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