Las fundas son uno de los accesorios que más éxito tienen en el mercado de los teléfonos móviles. Los hay para todos los gustos. Con batería integrada, de distintos materiales y con propuestas curiosas como las fundas calcetín, una pieza de punto que recuerdan a los calcetines y cuya función es proteger tu teléfono de caídas. Pero las fundas calcetín valen para cualquier dispositivo electrónico que quieras evitar romper si cae de tus manos o de tus bolsillos. Y sino que se lo digan a Apple, que en pleno éxito de su dispositivo iPod, lanzó su propia línea de fundas iPod. Se llamaban iPod Socks y venían en varios colores.
Apple empezó siendo una empresa de ordenadores. Un equipo cerrado que te ofrecía todo lo que necesitabas. Encender y listo. Ese fue uno de sus lemas durante años. Pero los tiempos cambian, y la computadora dejó pasó a otros dispositivos con los que pasamos más tiempo. Hoy, si entras en la página oficial de Apple, te encuentras con una sección dedicada a Mac, pero también están el iPad, iPhone, Apple Watch, AirPod, Apple TV, HomePod, y sus servicios asociados, como Apple Music, Apple TV+ o Apple Fitness, entre otros.
Desde hace más de una década, el iPhone es el producto que más beneficios le reporta a Apple. Los servicios van ganando peso como segunda fuente de ingresos, pero a mucha distancia. Le siguen el resto de dispositivos, el Mac y, finalmente el iPad. Pero antes del iPhone, fue el iPod. Lanzado a finales de 2001, el reproductor de audio digital de Apple cambiaría la imagen de la compañía de ser un fabricante de ordenadores a ser algo más. En 2008 llegó a vender casi 55 millones de unidades en todo el mundo. Y desde 2004, dominaba el mercado USA de reproductores MP3 en hasta un 90%. Hoy se sigue vendiendo a duras penas, pero siempre formará parte de nuestro recuerdo.
El nacimiento del iPod: Apple lanza su MP3
Desde mediados de los años 90 del siglo pasado, los reproductores MP3 se hacen sitio en el mercado musical, compitiendo con los ya veteranos Discman de Sony y equivalentes. Los reproductores de CD fueron la primera incorporación de la música digital a nuestras vidas. Primero en formato original, y luego en forma de remezclas y copias caseras que circulaban por ahí, de mano en mano o con ayuda de un rudimentario y lento internet. La música empezaba a circular en formato digital, más fácil de compartir, copiar y transportar, física y virtualmente.
Según la historiografía oficial, Steve Jobs, CEO de Apple en aquel entonces, propuso a Jon Rubinstein, jefe de ingeniería de hardware en Apple, que creara un reproductor MP3 mejorado. Y éste, a su vez, contactó con Tony Fadell, ex de General Magic y Philips, que ya estaba trabajando en un dispositivo de este tipo pero que había sido rechazado por grandes de la industria como RealNetworks, Sony o Philips. Así que en 2001, Fadell es contratado como empleado independiente en 2001 para trabajar en lo que será el iPod y que se conocerá de manera interna con el nombre de proyecto P-68.
Con el diseño exterior de Jonathan Ive, el soporte de energía de Michael Dhuey y algunos componentes creados desde fuera, como el propio software, creado por PortalPlayer, o la interfaz de usuario, creada por Pixo, Fadell logra en tiempo récord diseñar el iPod, el reproductor MP3 de Apple. Menos de un año para el que será el dispositivo insignia de la compañía desde su presentación, el 23 de octubre de 2001, y hasta la llegada del iPhone en el verano de 2007. Aunque no será hasta mitad de 2011, diez años después del nacimiento del primero, que el iPhone desbanque al iPod en ventas.
La clave del éxito del iPod
Puede que visto desde nuestra perspectiva actual, el primer iPod no sea lo más adecuado para escuchar música. Pero en aquel lejano 2001, enseguida se ganó el favor del público. Primero, por su alta capacidad de entre 5 y 10 GB de disco duro, según el modelo. Algo impensable para las incipientes memorias Flash de aquel momento. Literalmente, podías llevar encima toda tu colección musical. Entre 1.000 y 2.000 canciones en calidades de la época, una tasa de bits de 160 kbps.
La pantalla del iPod también era un gran aliciente, con una resolución de 160 x 128 y que te permitía moverte por las carpetas, canciones y listas de reproducción, algo complicado en los diminutos reproductores MP3, en los que la reproducción era muchas veces aleatoria. Otro de los elementos insignia del primer iPod fue su rueda de control, la scroll wheel, que fue evolucionando pero que desde el primer momento cambió la manera de interaccionar con un dispositivo electrónico. Simple, fácil y al alcance de una sola mano.
Un artículo de Forbes de 2004 habla de más de 7 millones de iPods vendidos entre 2001 y 2004. Pero no sólo eso. El artículo empieza diciendo que “Apple ha vendido tantos iPods durante el último trimestre que los que vendió en sus primeros 26 meses de producción”. En cuanto a la importancia del iPod dentro de Apple: de formar parte de menos de 4% a hacerse con el 23% de las ventas totales de productos de la manzana. El segundo producto en importancia, con un 18% del total de ventas, era el PowerBook. Apple ya no era solo un fabricante de ordenadores.
Pasen y vean los iPod Socks
He citado un artículo de 2004 para resumir el éxito del iPod porque es precisamente ese año en el que sale a la venta uno de los productos de Apple más extraños. Un producto que recordé cuando se puso a la venta el paño de limpieza que tanto revuelo armó entre detractores y seguidores de Apple. ¿Un paño para limpiar pantallas por 25 €? Qué, locura, ¿no? La locura vendría cuando las fechas para adquirirlo fueron ampliándose hasta los más de dos meses de espera.
Volviendo a los iPod Socks. Los memes de internet han creado muchas parodias de productos de Apple divertidos y ficticios como Apple Water, Apple iVac, iQuench, iBarro, iCycle, iPets o uno de los más patrios, el iJam. Este último parodiaba el estilo de Apple para anunciar productos y lo adoptaba para vender jamón ibérico. Una manera original y divertida con que una agencia de publicidad se dio a conocer al mundo. En pocos días logró 400.000 visualizaciones en YouTube y 200.000 referencias en Google.
Pero los iPod Socks fueron un producto real. Se pusieron a la venta en noviembre de 2004 y eran fundas calcetín, un producto que se popularizó a finales del siglo pasado con los teléfonos móviles Nokia, por citar la marca más popular de aquel entonces. Un accesorio simpático para guardar tu teléfono con coloridos diseños y estampaciones. Apple creó propia línea de fundas calcetín para el iPod con una serie de seis colores: morado, naranja, verde, rosa, azul y negro. Incluso fueron presentados por el propio Steve Jobs en un evento musical en octubre de 2004.
Fabricadas en algodón, estas fundas iPod venían empaquetadas en su propia caja, similar a la de otros productos como cables, cargadores o los propios iPods. Su precio de venta era de 29 dólares USA y se vendieron hasta septiembre de 2012. Ocho años en el mercado. Es más, aunque parezca una extravagancia, los iPod Socks se convirtieron en un producto de coleccionista que puedes encontrar en portales de segunda mano a precios entre 50 y 60 euros.
Entre otras curiosidades de los iPod Socks, destacaban una pequeña etiqueta rectangular con el logotipo de Apple en gris sobre fondo blanco en la apertura de la funda calcetín. Por lo demás, en la parte trasera de la caja indicaba que era compatible con todos los modelos de iPod hasta el momento. Es decir, los primeros tres modelos de iPod (2001, 2002 y 2003) más los modelos de ese 2004, el iPod con Click Wheel y el iPod mini, una versión más pequeña, barata y manejable pero que también cabía en la funda calcetín.
¿Un producto que debería volver?
Los hábitos cambian. Los teléfonos actuales son de mayor tamaño que los que usábamos a finales de los años 90 del siglo pasado. Y seguramente las fundas calcetín sean algo que debería quedarse en la época en la que existieron. Pero no tiene porqué ser así. En medios especializados como iLounge hicieron un análisis de los iPod Socks este mismo año a modo de homenaje, parodia o quién sabe. Y, según explicó The Verge en octubre, el fabricante de complementos y accesorios para Apple Native Union ha puesto a la venta su propia versión de los iPod Socks.
De nombre AirPods Beanie, su nombre lo dice todo. No están pensados para proteger tu iPod. No son fundas iPod. Primero porque se trata de un dispositivo en desuso. Tampoco es para tu iPhone. Su tamaño lo impide. Están enfocados a otros dispositivos más llevaderos y que algunos pierden sin darse cuenta, los AirPods y su estuche de carga. Y es que con un tamaño de 5’44 por 4’64 centímetros y un grosor de apenas 2 centímetros, el estuche con los AirPods en su interior pueden desaparecer en tus bolsillos, en tu bolso o mochila o allí donde vayas. Cubiertos por una funda calcetín de llamativos colores, puede que sea más difícil de perder.
Mientras que los iPod Socks venían en un pack de seis a un precio de 29 dólares, los AirPods Beanie se pueden comprar en un pack de cuatro a unos 19,99 euros. Los colores, con unos nombres tan sugerentes como Glacier, Peach, Indigo y Sage, o para entendernos, glaciar, melocotón, índigo y salvia.