Del Xerox PARC salieron multitud de inventos que cambiaron la informática. Y sí, uno de ellos era el Xerox Star. Precisamente, esa era la idea cuando Xerox Corporation fundó en 1970 el Xerox Palo Alto Research Center, un laboratorio de ideas del que debían salir futuros productos comerciales. En sus instalaciones nacieron tecnologías como el estándar Ethernet para crear redes, la interfaz gráfica de usuario, la impresora láser, el ratón como periférico para apuntar en pantalla, la programación orientada a objetos y un largo etcétera.
Pero si este centro de innovación es conocido, para bien o para mal, en la historia de la tecnología, es por dos de sus visitantes más ilustres. Tanto Bill Gates como Steve Jobs visitaron el Xerox PARC. Ambos se inspiraron en sus inventos y prototipos para hacer de Microsoft y Apple los gigantes tecnológicos que son hoy en día. Es más, llegaron a contratar a varios de sus empleados. Esa fina línea entre la copia y la inspiración dieron pie a Windows, el sistema operativo que popularizó las ventanas y los iconos gráficos en la pantallas de los ordenadores.Y también hicieron posible el Apple Lisa, el segundo ordenador comercial que introducía ratón e interfaz gráfica. Ambas invenciones cambiaron la informática personal pero hubieran sido imposibles sin la existencia del Xerox Star.
Hasta la llegada del Xerox Star, con permiso de su predecesor, Xerox Alto, la informática se había caracterizado por pantallas monocromáticas en las que introducías comandos mediante un teclado. Algo difícil de imaginar desde nuestra perspectiva actual. Hoy estamos rodeados de dispositivos electrónicos que en su gran mayoría cuentan con interfaces gráficas, mejor o peor diseñadas. Iconos, botones virtuales y otros elementos gráficos que imitan la realidad para que interactuemos con ellos como si fueran reales desde pantallas táctiles.
Antecedentes, el Xerox Alto
Antes de hablar propiamente del Xerox Star, el primer ordenador comercial con interfaz gráfica y otras novedades que seguimos usando cuarenta años después, debemos mencionar su antecesor, el Xerox Alto de 1972. Uno de los primeros ordenadores para uso personal y el primero en introducir la interfaz gráfica en vez de limitarse al terminal o línea de comandos de la época.
Sus responsables fueron Butler Lampson y Chuck Thacker. A partir de un procesador basado en un chip de Texas Instruments, construyeron un ordenador con memoria ROM, disco duro extraíble, monitor CRT en blanco y negro, conexión Ethernet, teclado con funciones especiales y ratón de tres botones. En su diseño exterior, sorprendía ver la pantalla o monitor en posición vertical, en vez de la habitual horizontal.
Este innovador ordenador de sobremesa no llegó a venderse al gran público, aunque se fabricaron unas 1.500 unidades. Su elevado coste lo hubiera hecho invendible. En vez de llegar a tiendas y centros comerciales, Xerox optó por entregar 500 unidades de Xerox Alto directamente a universidades, a modo de regalo o donación. Una manera de introducir su tecnología y de popularizarla. Las otras 1.000 se emplearon en las propias instalaciones de Xerox.
Xerox Star, innovando en todos los sentidos
Aunque en este artículo destacamos el Xerox Star como el primer ordenador comercial en introducir varias novedades como la interfaz gráfica o el ratón, en realidad se trata de una mejora del Xerox Alto de cara a poder vender toda esa innovación al gran público. Mejoras y correcciones, como usar un monitor CRT de pantalla cuadrada en vez de la propuesta vertical del modelo Alto y reducir costes. Dicho de otra forma, el modelo Star fue la versión comercial del Alto. Y el proyecto se empezó a gestar en 1977 con un lema ambicioso: crear “la oficina del futuro”.
Así, el Xerox Star o Xerox 8010 Information System salió a la venta en 1981 tras varios años de desarrollo. Y si bien no se ideó en las instalaciones de Xerox PARC, es innegable todo lo que le debe al Xerox Alto, que sí nació en ese centro de innovación. En su lugar, el modelo Star se desarrolló en el Xerox’s Systems Development Department bajo la dirección de Don Massaro y con algunos empleados del Xerox PARC, como el jefe de desarrollo, David Liddle.
Primero se encargaron del hardware, del ordenador en sí. Y luego desarrollaron el software específico para esta máquina. El primero contaba con un microprocesador programable basado en el AMD 2900. Al igual que el Xerox Alto, empleaba microcódigo para las operaciones de entrada y salida en lugar de hardware. Cada tarea controlaba diferentes parámetros como imagen, memoria, disco, red, etc. Su memoria ROM era de 384 KB ampliable a 1,5 MB, frente a los 128 KB ampliables a 512 KB del Xerox Alto. Y su disco duro podía ser de 10, 29 o 40 MB. Además, contaba con disquetera de 8 pulgadas. El monitor CRT era de 17 pulgadas, monocromo y con una resolución de 1024x808. Incluía ratón de dos botones, conexión Ethernet.
En cuanto al software, por un lado estaba el sistema operativo, bautizado como Pilot o Pilot OS. Se creó expresamente para este ordenador, como es lógico. Siendo el primero en su especie, el único software previo era el del Xerox Alto, empleado durante el proceso de fabricación. Y el software de escritorio tenía el nombre de Star, que a su vez se usó para dar nombre al ordenador en su conjunto.
El precio del Xerox Star fue de 16.000 dólares USA. Caro para un ordenador personal. Pero es que la idea era crear un ordenador de sobremesa con capacidades y funciones de servidor y/o estación de trabajo. De ahí la inclusión del Ethernet y otras características de red como soporte para servidor de archivos y servidor de impresión. Precisamente, una instalación con varias unidades, servidor de archivos y servidor de impresión podía alcanzar los 100.000 dólares USA. Por su precio o por no saber llegar al público adecuado, el Xerox Star vendió 25.000 unidades. De ahí que dejara de venderse en 1985, cuatro años después de su salida al mercado.
Las novedades que introdujo el Xerox Star
Ya hemos hecho una lista de todo lo nuevo que traía consigo el Xerox Star, pero ahora toca darle contexto para entender su importancia. Interfaz gráfica y ratón son posiblemente los dos elementos más llamativos. El primero acercó la informática a muchos, gracias a que hacía más digerible el manejo de una máquina que hasta entonces se controlaba mediante palabras mágicas o comandos que debías aprender previamente. Y el ratón sirvió para manejar con soltura esas ventanas e iconos que aparecían en pantalla, algo complicado de hacer con un teclado.
En Xerox PARC sentaron las bases de la GUI, Graphic User Interface, interfaz gráfica de usuario. La mayor revolución en la manera que teníamos de relacionarnos con los ordenadores desde que cambiáramos las tarjetas perforadas por los comandos electrónicos. Los conceptos de archivo y carpeta ahora eran visibles en pantalla. Los representaba un icono, diferente según el tipo de documento. Y si los abrías, se mostraban en forma de documento delimitado por una ventana. Ventana que representaba tanto el documento abierto como el programa necesario para abrirlo.
El gran cambio que introduce Xerox, y que luego copiaron Apple y Microsoft en sus respectivas creaciones, tiene que ver con el concepto WYSIWYG, acrónimo de what you see is what you get y que traducido viene a decir que lo que ves es lo que obtienes. Es decir, los cambios que haces en un documento los ves en pantalla en tiempo real. El fondo del documento es equivalente al papel, lo mismo con el texto escrito. Realidad y objeto virtual más cerca que nunca en una época en la que trabajas con pantallas negras de letras blancas o verdes y en las que muchas veces no veías exactamente lo que luego se imprimiría en papel.
Otro concepto que parte de la interfaz gráfica de Xerox es el de objeto. Todo es un objeto con el que puedes interaccionar. Desde una carpeta a un documento, pasando por un programa. Y dentro del documento, cualquier elemento editable es un objeto que puedes seleccionar, eliminar, editar o retocar. Sin esto, los sistemas operativos actuales serían muy distintos a como los entendemos hoy en día. Todos están inspirados en estas bases, así como en los mapas de bits, que representaban los objetos mediante píxeles.
Luego podemos entrar en detalles interesantes o anecdóticos como que el escritorio del Xerox Star permitía ver al mismo tiempo un documento abierto y el propio escritorio con documentos y carpetas. También podías ver varios documentos abiertos a la vez repartidos en la pantalla sin superponerse o superponerlos, unos encima de otros, opcionalmente. O que los menús de funciones se mostraran encima del documento como si flotara o hubiera tres dimensiones en vez de las dos a las que estábamos acostumbrados hasta entonces.
El segundo gran elemento, el ratón. Hoy en día tenemos pantallas táctiles, trackpads y demás periféricos apuntadores integrados para interaccionar. Pero el ratón fue la primera alternativa seria al teclado de toda la vida. Si bien se le adelantó el trackball, el ratón se vio más preciso y se instaló como periférico estándar en la mayoría de ordenadores que llegaron desde 1980 en adelante. Además, combinaba muy bien con la nueva interfaz gráfica, ya que permitía interaccionar con los iconos, seleccionar texto, abrir los menús de opciones y demás tareas con mayor rapidez que con el teclado. Al menos en principio.
Tercera gran innovación del Xerox Star, y que ya vimos en el modelo anterior Alto: el estándar Ethernet. Gracias a este estándar de conexión es posible conectar ordenadores entre sí y crear redes locales. Precisamente, la idea de Xerox era que las oficinas del futuro conectasen los terminales u ordenadores entre sí por Ethernet y estos a otros periféricos como las impresoras o los servidores de archivos. Algo que, como hemos visto con el paso de los años, se ha hecho realidad.
Lo práctico vs. lo ambicioso, lo barato vs lo caro
Llegados a este punto. Si el Xerox Star lo tenía todo para triunfar, y era el primero en su especie, ¿por qué no contó con el favor del público? La respuesta es fácil: su elevado coste. Por prestaciones, este ordenador era muy eficiente comparado a otras máquinas tipo workstation de la época. Sin embargo, el ordenador Star se puso a la venta en 1981. Y ese año fue el año de IBM y de su ordenador personal. El IBM PC 5150 cambió la industria a su manera.
Comparando su hardware, el Xerox Star vencía de largo al PC de IBM, pero para bien o para mal, ofrecía al público lo que necesitaba. A todo el público, tanto el profesional como el que tan solo quería un ordenador en casa para trabajar o estudiar. Su precio era de unos 1.565 dólares USA en su versión básica. La más cara ascendía a los 3.000 dólares USA. No tenía conexión Ethernet, no tenía ratón, usaba DOS como sistema operativo, pero para los estándares de la época, estaba muy bien en relación calidad precio.
El PC de IBM iba enfocado a estar en todas las casas y en todas las oficinas al mismo tiempo. Y lo logró gracias a su precio ajustado para lo que ofrecía. Xerox Star había logrado algo grande, pero lamentablemente ofrecía demasiado para un público que no necesitaba todas esas prestaciones. Sin embargo, es innegable que este ordenador puso las bases para que el resto de la industria se pasara a las interfaces gráficas, de la mano de Apple y Microsoft y se popularizara el ratón como periférico por defecto de cualquier ordenador personal. También asentó las bases e introdujo tecnologías como las conexiones Ethernet o el correo electrónico, algo sin lo que hoy no podríamos vivir.