Si decidimos adoptar una mascota, debemos asegurarnos de que vamos a poder dedicarle todas las atenciones que merece. Y esto, por supuesto, incluye aportarle un lugar seguro en el que vivir. En el caso de los gatos, por ejemplo, son muchos los objetos o productos de uso cotidiano que para nosotros son totalmente inocuos, pero que a ellos pueden incluso costarles la vida. Por ejemplo, es bastante conocido que algunas plantas pueden ser un peligro para los felinos. Pero eso no es todo, pues pueden sufrir accidentes e intoxicaciones de muchas formas diferentes.
Debemos estar ojo avizor, saber qué cosas no debemos dejar a su alcance y cuáles debemos sacar directamente de casa. Y, por supuesto, también debemos saber cómo actuar en caso de que la prevención no haya sido suficiente.
Para responder a todo esto, en Hipertextual nos hemos puesto en contacto con la veterinaria Fátima Blanco. Por eso, si tienes un gato en casa o estás pensando en adoptar uno, te interesa lo que nos ha contado.
El peligro de las plantas
Sabemos que algunas plantas pueden ser un peligro para los gatos. De hecho, según nos ha contado Blanco, la intoxicación por plantas es la urgencia que más a menudo debe atender en su clínica. ¿Pero cuáles son esas plantas con las que debemos tener cuidado? Antes de llegar a este punto, cabe destacar que no todas son tóxicas por completo. Algunas solo tienen alcaloides peligrosos para los felinos en algunas de sus partes, ya sea las hojas, las semillas, los frutos o cualquier otra.
De todos modos, sean de un tipo u otro, es conveniente evitarlas. En las floristerías, al comprar plantas o flores, pueden decirnos si nuestra elección es peligrosa para los gatos, en caso de que tengan la información pertinente. Si no, al menos deberían darnos el nombre de la planta para que podamos buscar en alguna lista, como la dispuesta por la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales o la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales. Ahora bien, ¿basta con tenerlas fuera de su acceso?
Todo depende de cuál sea la parte tóxica. Y es que algunas, como las liliáceas, que incluyen lirios y azucenas, no solo son perjudiciales por su ingestión. “Pueden desprender polen y el animal al acicalarse ingerirlo e intoxicarse”, señala la veterinaria..
Además, ahora que llega la Navidad es importante tener cuidado con plantas como la flor de Pascua, el muérdago o el acebo, pues todas ellas suponen un peligro para nuestros amigos felinos.
Cuidado con los radiadores si tienes gatos
Ahora que en el hemisferio norte empezamos a necesitar calentar nuestras casas de las bajas temperaturas del exterior, es importante recordar el peligro que suponen algunos radiadores para los gatos. Aunque no todos. “Los peligrosos son los radiadores que tienen alguna ranura por donde puedan meter al menos una falange”, aclara Blanco. “Los que son de plancha entera no deberían entrañar peligro, salvo riesgo de quemaduras”.
La situación puede ser tan grave que a veces requiere la amputación del dedito atrapado, por lo que es importante evitarlo. Por eso, la veterinaria recomienda el uso de cubrerradiadores, pues “tapan totalmente el radiador sin eliminar la fuente de calor”.
Peligro en la cocina
La cocina es uno de esos lugares en los que debemos tener mil ojos si tenemos gatos.
Por un lado, porque hay alimentos totalmente seguros para los humanos, que resultan muy tóxicos para ellos. Es, por ejemplo, el caso de los ajos o las cebollas. Por eso, no deben estar accesibles para nuestra mascota. De hecho, por ese mismo motivo, también debemos evitar darles restos de nuestra comida, ya que podría haber algún ingrediente que ponga su salud en peligro.
Por otro lado, las cocinas son peligrosas por la presencia de fuentes de calor como la vitrocerámica. “Las vitrocerámicas debemos tenerlas mejor cubiertas para evitar que las enciendan al pasar y se quemen. También cuando tienen calor residual, aunque estén bloqueadas para evitar el encendido”.
Finalmente, debemos prestar atención a la lavadora, tanto si somos de los que la tienen en la cocina como de los que cuentan con un lavadero. “Las puertas de la lavadora y la secadora deben estar siempre cerradas y debemos tener mucho cuidado al meter la ropa”, alerta Blanco. “Parece de dibujos animados pero he tenido que atender a algún gato por encender la lavadora estando dentro”.
Adorable, pero peligroso
Las plantas o los alimentos tóxicos para ellos no son los únicos productos que pueden hacerles enfermar por su ingesta.
Son animales muy curiosos, que a veces se meten en la boca y tragan objetos que pueden causarles tanto intoxicaciones como graves obstrucciones intestinales.
Por ejemplo, objetos como las gomas del pelo o los tapones para los oídos, al ser tan elásticos, pueden parecer un juguete para ellos, pero no lo son. Aunque, en general, casi cualquier objeto pequeño puede suponer un peligro. Por ejemplo, la veterinaria consultada por este medio cuenta un caso muy delicado que tuvo que atender. “Hemos hecho cirugía para quitar una aguja de coser que estaba ya en el estómago”, recuerda. “El gato se empezó a comer el hilo y estaba unido a una aguja. Ingirió todo y hubo que hacer una cirugía de urgencia”.
De hecho, no es la primera vez que uno de estos animales acaba en urgencias por culpa de uno o varios hilos. Y es que, aunque estamos acostumbrados a ver imágenes adorables de gatos jugando con ovillos de lana, estos objetos cotidianos también son un peligro para ellos. Y es que puede ocurrir algo conocido como “obstrucción por cuerpo lineal”, que también acabaría con el felino en urgencias.
Otros productos tóxicos para los gatos
Por raro que parezca, un producto al que debemos prestar especial atención es el líquido anticongelante; ya que, según señala Blanco, “tiene sabor dulce y los gatos lo pueden chupar si se derrama”. Por eso, nunca deberíamos manipularlo en presencia de nuestra mascota.
Pero no es el único producto químico con el que debemos tener cuidado. También es importante tener los productos de limpieza a buen recaudo, en un lugar al que no pueda acceder el gato.
Y lo mismo para las medicinas. “Es un horror darles medicación, pero por su cuenta pueden comer cualquier cosa. Son el espíritu de la contradicción”. Además, esto es aplicable para las plantas medicinales. Que no se venda en una farmacia no significa que no pueda ser tóxico.
¿Cómo debemos actuar si ya es demasiado tarde?
Para los gatos podemos aplicar la misma máxima que para los seres humanos: mejor prevenir que curar.
Sin embargo, si ya es tarde y han ingerido una sustancia tóxica o han sufrido una obstrucción intestinal hay que llevarlos al veterinario cuanto antes. Ahora bien, ¿cómo podemos detectarlo?
En primer lugar, si hemos visto la ingesta. Si no, en el caso de la intoxicación, podemos ver signos como “depresión, vómitos, letargia, anorexia o dolor abdominal”. Blanco admite que estos no son síntomas específicos de una intoxicación, pues pueden deberse a otras causas, pero en todo caso deben indicar una visita al veterinario y, en caso de que en casa haya plantas u otras sustancias que pudieran haber sido ingeridas, informarle de ello.
En cuanto a las obstrucciones, se identifican por la presencia de sintomatología gastrointestinal, que pueden ser vómitos, anorexia o estreñimiento, según la zona del tracto digestivo en la que se haya producido la obstrucción.
En conclusión, los gatos son animales muy curiosos, a los que les gusta indagar en el lugar en el que viven. Por eso, si decidimos compartir nuestra vida con ellos, debemos evitar que mientras indaguen se topen con productos que puedan poner su vida en peligro.