En agosto pasado, Microsoft anunció que Xbox Cloud Gaming (xCloud), su servicio para acceder a juegos a través de streaming, sería compatible con sus consolas de sobremesa a partir de fin de año. A través de Game Pass Ultimate, los usuarios podrán disfrutar de un amplio catálogo de títulos en sus Xbox Series X|S o Xbox One directamente desde la nube; es decir, sin necesidad de descargarlos.
Oportunamente comentamos que esto reportaría un amplio abanico de beneficios, como la extensión de la vida útil de la Xbox One. Pero la ganancia no solo está en acceder a juegos que de otro modo serían incompatibles con el dispositivo lanzado a fines de 2013, sino también en el rendimiento que se puede exprimir de ellos.
El Analista de Bits publicó un muy interesante análisis en su canal de YouTube en el que demuestra que la Xbox One ofrece un rendimiento mucho mejor cuando ejecuta algunos videojuegos desde xCloud, que cuando lo hace a través de su propio hardware. Lógicamente, estamos hablando de una prueba limitada a un puñado de títulos, y con una plataforma que aún se encuentra en desarrollo. Pero a pesar de ello, los resultados son muy destacados.
Como se ve en el vídeo, la mejora de performance se aprecia tanto en el apartado gráfico como en el jugable. El análisis se centra en Gears 5, Forza Horizon 4, Hellblade, The Medium, Psychonauts 2, y Battlefield V. En los distintos casos vemos algunos puntos comunes que inclinan la balanza en favor de xCloud; los tiempos de carga más cortos, o la posibilidad de jugar al doble de fotogramas por segundo que con el hardware local (60 fps vs. 30 fps) son algunos de ellos.
Además, Xbox Cloud Gaming permite jugar en la Xbox One con ray tracing; o utilizar la opción de resolución dinámica que se incluye en ciertos juegos —The Medium, por ejemplo—, obteniendo un resultado muy similar al que se consigue con una Xbox Series S.
Xbox One se beneficia al máximo con xCloud
Queda claro que xCloud no llegará a las consolas Xbox sin ciertas concesiones. En principio la plataforma de streaming limitará la experiencia a una resolución máxima de 1080p a 60 cuadros por segundo. Podríamos decir que es el precio a pagar para obtener el balance más correcto entre jugabilidad, latencia y calidad de imagen.
Obviamente, esto resultará más molesto para quienes ya cuenten con una Xbox Series X|S, que para quienes ingresen a Xbox Cloud Gaming desde una Xbox One con casi 8 años de antigüedad; pero no está de más mencionarlo. El resto quedará en manos de qué tan buena sea la conexión a internet que tengan a disposición.
El trabajo de El Analista de Bits no ha pasado desapercibido en Microsoft. Phil Spencer, el jefe de Xbox, compartió al análisis en su cuenta de Twitter y valoró el potencial de xCloud en la Xbox One. "Hay ventajas obvias en jugar un videojuego en hardware local, pero también podemos llevar las ventajas de xCloud a millones de Xbox One, PC y dispositivos móviles con especificaciones más bajas", aseveró.