El pasado sábado, 9 de octubre, una de las manchas del Sol entraba en erupción y lanzaba la masa coronal directamente hacia la Tierra. Esto significa que una tormenta solar se acerca a la Tierra. No traerá el caos ya que es suave; por lo que probablemente no haya ningún tipo de corte en las telecomunicaciones. Pero sí nos traerá un regalo.
La ficción nos ha hecho asociar las tormentas solares con la caída de las telecomunicaciones. Y es que muchas personas ya no pueden vivir sin Internet. Por suerte, en este caso se espera que la tormenta solar deje auroras boreales y australes; pero sin llegar a ser como el Evento Carrington, tal y como indican desde Tiempo.com.
¿En qué zonas podrán verse las auroras? El impacto de la tormenta solar no será muy grave, se ha catalogado como de clase G1 o G2. Esta escala llega hasta el G5, por lo que la tormenta solar no será muy grave.
En el caso de que sea G2 podrían producirse auroras boreales a latitudes medias. Algo similar sucedería con las auroras australes. Sin embargo, lo más probable es que sea visible en las latitudes altas, tanto en el sur como en el norte de la Tierra. Es decir, que podrían verse, si las condiciones son adecuadas, en lugares como Tasmania, Escocia, el sur de Suecia y los estados bálticos
La tormenta solar podría impactar contra nuestro planeta al mediodía de este lunes, 11 de octubre, y sus efectos podrían alargarse hasta el martes.
La gran tormenta solar
El Evento Carrington, en 1859, ha sido la mayor tormenta solar de la que tenemos registros. Fue observada por Richard Carrington, de ahí que se la haya llamado como a su descubridor.
Las consecuencias de una gran eyección de masa coronal se pudieron observar en la Tierra a partir del 28 de agosto. Y las auroras llegaban hasta el norte de Colombia, según recogen los datos. El pico de máxima intensidad se produjo entre el 1 y 2 de septiembre y llegó a producir fallos en los sistemas de telégrafo de toda Europa y América del Norte. Y, en parte, de ahí viene el miedo a perder las telecomunicaciones. La otra parte es por cómo nos pintan las tormentas solares la ficción.
Las auroras llegaron a latitudes medias, como Roma o Madrid; pero incluso en las de baja latitud se pudieron observar; ya que hay registros de ellas en zonas como La Habana o Hawái.
En definitiva, no debemos preocuparnos por la tormenta solar que se acerca porque no va a ser como la del Evento Carrington. Además, nos trae un regalo. Aunque no todos podremos disfrutar de él, pero seguro que las redes sociales se llenan de las espectaculares luces del norte (y del sur).