Bolt, uno de los operadores más longevos del mercado de la movilidad –principalmente de patinetes eléctricos–, está de estreno. La compañía anuncia una nueva línea de patinetes para Madrid: más seguros, más resistentes, más tecnológicos. Sus casi 260 licencias en la capital estarán dotadas de nuevos vehículos y los usados podrán rumbo a su mercado en Portugal. Sin embargo, esta no es la mayor novedad de la compañía estonia: desde hoy, los vehículos de Bolt no se pondrán en marcha si los usuarios han bebido. O no al menos si no pasan un test de alcoholemia previo.
¿Tendrán que soplar los usuarios de los patinetes de Bolt? El test lanzado por la compañía tiene truco, y también horario. Solo será necesario realizarlo entre la 1.00 AM y las 6.00 AM, de viernes a domingo. Según los datos de la compañía, la madrugada de los fines de semana marcan los índices de más peligrosidad de conductores ebrios. De esta manera, antes de desbloquear el vehículo, el usuario tendrá que hacer una suerte de test en la aplicación. Es decir, nada de soplar. Se trataría de una prueba que, a través de imágenes en la app, mide el tiempo de reacción. Todo basado, por supuesto, en los efectos del alcohol en esta capacidad. Si no se pasa la prueba, Bolt te redirigirá a otro de sus medios de transporte disponibles: taxi o VTC.
Según explica Paul Alvarez, Director Regional para el Sur y Oeste de Europa de Bolt, esta medida ya ha sido testada en Estonia –país de origen de la compañía–, "pero es Madrid el primer mercado en el que se inicia su operativa como muestra de la importancia que tiene la región para la compañía.
La regulación sigue siendo el gran reto
Madrid sigue operando, y hasta nuevo aviso, con la regulación de Manuela Carmena. A excepción de una lista de modificaciones sucedidas en el tiempo, el reparto de zonas de la capital y número de licencias sigue siendo el mismo. A la puertas, otra regulación que no termina de gestarse.
Con un cuantioso atraso, Almeida lanzaba la nueva ordenanza de movilidad. En septiembre de este año, la alcaldía reorganizaba las cuestiones de tráfico y operatividad en la capital. También en lo que a patinetes se refiere. Con la nueva ordenanza ya sobre la mesa, y heredando puntos de la anterior normativa, ya se impedía su circulación por las aceras y su obligatoriedad de aparcarse en las zonas designadas. En el aire queda la cuestión de las licencias y permisos. A diferencia de Zaragoza, Málaga o Sevilla, Madrid apunta a una licitación de licencias con múltiples competidores. Bolt, y augurando un nuevo reparto de permisos, quiere optar a crecer en Madrid. También en el resto de regiones del país donde los ayuntamientos sean favorables a la implantación de los patinetes eléctricos.
Desde Bolt apuntan a que "el patinete tiene que ser ordenado y la normativa tiene que ayudar a su correcto funcionamiento". Si bien aceptan la competencia como uno de los puntos para mejorar el servicio y los precios del sector, Bolt mantiene la misma política que el resto de compañías del sector y apuntan a que se deberían endurecer –y por tanto mejorar– las condiciones de entrada en el negocio.
El mercado de VTC y taxis en auge para Bolt
Bolt es una de las tecnológicas europeas mejor financiadas. Es, de hecho, una de las apuestas de la región para luchar contra la expansión del gigante estadounidense Uber. La última operación, de 600 millones de euros, se anunciaba en agosto de ese mismo año. Antes, en pleno 2020, lograron 150 millones. Sequoia, Tekne y Naya se adentraban en la plataforma de movilidad que ya tenía en su misión la expansión más allá de Europa. Patinetes, bicis y coches... todo bajo una misma enseña.
En julio de 2021, la compañía anunciaba su llegada a Madrid con el servicio de VTC y taxi. Ahora también han entrado en Málaga. Desde la compañía valoran este servicio como todo un éxito y aseguran buenos resultados para el poco tiempo que llevan operando con su servicio de coches.
Para el taxi, y también para un ajustado mercado de licencias VTC que se dividen entre Uber, Cabify y nuevas compañías alternativas, supone todo un competidor.