Algunas de las empresas tecnológicas más importantes del mundo, como Apple y Tesla, miran su cadena de suministros con preocupación. Las compañías chinas que fabrican componentes para sus productos han pausado la producción durante algunos días. Esto se debe a las restricciones que China impuso al uso de energía debido a la escasez de carbón.
Según explica Reuters, Unimicron Technology ha frenado el trabajo en tres de sus subsidiarias en China desde el último domingo y hasta la medianoche del próximo jueves 30 de septiembre. Concraft, por su parte, mantendrá sus labores en pausa hasta el jueves al mediodía; mientras que Eson Precision hará lo mismo hasta el viernes.
Además de la falta de carbón, las regulaciones de emisiones juegan su parte en esta historia. De acuerdo con PC Mag, China se ha comprometido a reducir un 3% su intensidad energética en 2021. Y la presión aumenta debido a que solo 10 de las 30 regiones continentales del país han cumplido con sus objetivos para el primer semestre de este año. Por ello se espera que haya aún más restricciones al uso de energía en los próximos meses.
Las restricciones al uso de energía en China obligan a varias compañías a frenar su producción
Las compañías afectadas por la pausa en sus actividades aseguran que las restricciones al uso de energía en China no impactarán en lo inmediato en la provisión de componentes. En el caso de Unimicron, compensará la producción de placas de circuito impreso con una mayor actividad en sus demás plantas. Concraft, por su parte, utilizará el stock disponible para atender la demanda de elementos utilizados en el altavoz del iPhone.
El informe de Reuters indica que Foxconn debió "ajustar una pequeña parte de su capacidad" en la planta de Kunshan, aunque ello no afectaría directamente a Apple, uno de sus principales clientes. Esto se debe a que en dicha fábrica se producen ordenadores portátiles que corresponden a otras marcas.
A pesar de todo, otras empresas aún no se han visto afectadas por las restricciones al uso de energía en China. Tal es el caso de TSMC y United Microelectronics, que por ahora siguen funcionando normalmente en el gigante asiático.
Con la escasez global de chips golpeando duramente, lo que menos necesita la industria tecnológica es sumar problemas extras a la cadena de suministros. Si, como dice PC Mag, las medidas de China se endurecen por al menos tres meses, sería imposible descartar demoras más importantes en la producción y entrega de componentes.