Hideo Kojima es uno de los grandes creativos de la industria de los videojuegos y sus ideas parecen ser inagotables. Por ejemplo, el creador de Death Stranding y la saga Metal Gear anhela crear juegos que sean capaces de cambiar en función de parámetros de la realidad. Así lo aseguró en una entrevista con el medio japonés Anan (vía VGC).
Esto no significa que Hideo Kojima ya esté trabajando en un proyecto de este tipo; pero sí que podría existir un interés real para que el desarrollo de videojuegos evolucione en dicha dirección. Lo que el diseñador japonés propone con su premisa es que los títulos se adapten a las realidades y momentos de cada usuario, en lugar de ser idénticos para todos.
"Quiero hacer juegos que cambien en tiempo real. Incluso cuando finalmente tenemos personas de diferentes edades y ocupaciones de todo el mundo jugando el mismo videojuego, todos juegan de la misma manera. En lugar de eso, quiero hacer algo que cambie según dónde vive o cómo piensa una persona", aseguró Hideo Kojima.
Lógicamente, el avance técnico permite soñar con alcanzar un nivel de sofisticación lo suficientemente interesante como para que una idea de este tipo pueda volverse realidad. De hecho, el reconocido realizador ya sabe lo que es experimentar con factores externos que influyan sobre el resultado de un juego.
Hideo Kojima quiere hacer juegos capaces de cambiar en tiempo real
Kojima se refirió a Boktai: The Sun is in Your Hand, un juego lanzado en 2003 para Game Boy Advance, como un buen ejemplo para comprender qué camino podría volver a explorar la industria; o, al menos, desde dónde partir en busca de algo más elaborado.
Dicha propuesta ponía al jugador en la piel de un cazador de vampiros y sacaba provecho de un sensor de luz solar en el cartucho para influir sobre la jugabilidad. Como el arma del protagonista utilizaba la energía del sol, los usuarios debían jugar al aire libre para recargarla. "Dispositivos de este tipo conectan a un sistema creado por las personas con el mundo real", explicó Hideo Kojima.
Lo que el diseñador japonés propone es, sin dudas, muy interesante, aunque también un tanto vago. De todos modos, aunque sea técnicamente posible de conseguir a gran escala, hay que ver si la idea es lo suficientemente fuerte como para convertirse en un cambio de paradigma.