Las últimas noticias relacionadas con el Apple Watch Series 7 no son buenas. La compañía parece haber detenido la producción a pequeña escala con el objetivo de detectar y solucionar varios contratiempos relacionados con la "complejidad del diseño" del reloj. En concreto, por problemas a la hora de incluir nuevos componentes —entre ellos, un sensor de presión arterial— en un chasis similar al de los actuales modelos, según Nikkei Asia.
Mark Gurman, a través Bloomberg, ha confirmado el retraso en la producción del Apple Watch Series 7. Discrepa, sin embargo, en que los problemas estén causados por la inclusión de un sensor capaz de medir la presión arterial en el chasis del reloj, tal y como confirmó el medio asiático. El periodista ha respondido a la pregunta de un usuario en Twitter destacando que "no hay posibilidades" de que el Apple Watch cuente con esa característica.
Según las fuentes de Gurman, la demora de la fabricación del Apple Watch sí estaría ocasionada por problemas con el nuevo diseño. En concreto, por un fallo con la implementación de las nuevas pantallas en el chasis del dispositivo, que parecen utilizan una técnica de laminación distinta a la de modelos anteriores. Apple, además, está teniendo dificultades para solventar el problema. Las restricciones causadas por la pandemia limitan los viajes de los empleados a la cadena de producción y dificultan todavía más el trabajo.
El Apple Watch Series 7 podría sufrir retrasos en los plazos de entrega
La suspensión temporal de la producción a pequeña escala retrasa, inevitablemente, el inicio de la fabricación en masa, que estaba prevista para mitad de septiembre.
Apple, como es de esperar, no ha comentado nada al respecto. Se desconoce, además, la magnitud del retraso, que probablemente solo afecte a los plazos de entrega o la fecha de salida a la venta. No obstante, el dispositivo no sufriría ningún retraso en su anuncio, previsto para el 14 de septiembre.
Los Apple Watch Series 7, recordemos, llegarán con un nuevo aspecto que destacará por sus bordes planos, una mayor pantalla y dos nuevos tamaños de 41 y 45 mm. Apple incluirá un procesador más potente y una batería de mayor capacidad, mientras conserva los sensores y funcionalidades de los anteriores modelos. Entre ellos, el medidor de oxígeno en sangre, el electrocardiograma o la pantalla siempre encendida.