La escasez de chips sigue golpeando a la industria automotriz. General Motors, la compañía matriz de marcas como Chevrolet, GMC, Cadillac, anunció que detendrá temporalmente la producción de ocho de sus fábricas de América del norte debido al creciente problema para conseguir componentes esenciales.
Principalmente se verá afectada por la escasez de chips su línea de camionetas, vehículos utilitarios y deportivos, según reporta Reuters. En Estados Unidos se detendrá la producción de cuatro plantas. Se trata de las ubicadas en Fort Wayne, Indiana; Wentzville, Misuri; Spring Hill, Tennessee; y la histórica línea de producción de Lansing, Michigan.
En México, las plantas de Silao y la de San Luis Potosí también detendrán temporalmente su producción. Esto se replicará en CAMI en Canadá. De esta forma, General Motors se une a otros fabricantes que no han podido mantener su ritmo habitual de producción debido a la escasez de chips.
“Durante el tiempo de inactividad, repararemos y enviaremos vehículos sin terminar de muchas plantas afectadas, incluidas Fort Wayne y Silao, a los concesionarios para ayudar a satisfacer la fuerte demanda de nuestros productos por parte de los clientes”, dijo un portavoz según recoge The Verge.
General Motors quiere hacer frente a la escasez de chips
El directivo añadió que aunque la situación de la escasez de chips sigue siendo compleja, aún es fluida y siguen confiando en la capacidad de sus equipos para buscar soluciones que minimicen el impacto. En este sentido, se orientarán principalmente en hacer frente a los modelos de mayor demanda.
Este segundo cierre temporal desde que inició la escasez de chips —a mediados de abril se pausó la producción durante dos semanas en algunas de sus fábricas— afectará a los modelos Chevy Silverado, Cheyenne, Traverse, Equinox y Express; GMC Acadia, Sierra, Savana, Terrain y Canyon; Buick Enclave; y Cadillac XT5 y XT6.
Toyota anunció el mes pasado que recortaría en septiembre un 40% de sus producción mundial de vehículos. El mayor fabricante de coches del mundo dijo que de las 900.000 unidades que tenía pensado fabricar, reducirán la cifra a 540.000. Volkswagen, por su parte, también analiza un nuevo recorte de producción por la escasez de chips.
Ante este complejo panorama, TSMC, el mayor fabricante de semiconductores del mundo, anunció a mediados de julio que tiene intenciones de construir nuevas fábricas de fundición en Estados Unidos y Japón para hacer frente a la escasez de chips. Esto para aumentar la entrega de unidades de microcontrol utilizados en coches.