Code 2021, uno de los eventos tecnológicos con uno de los mayores índices de caras conocidas en el sector de la tecnología, sentó ayer en la silla de entrevistados a Elon Musk. El fundador de Tesla y SpaceX habló de su papel en Twitter, Dogecoin, de Tesla y sus últimas noticias y, por supuesto de la carrera espacial que tiene entre manos. También de uno de las mayores polémicas del momento: su rivalidad con Jeff Bezos, fundador de Blue Origin y Amazon, con el que mantiene una guerra abierta en temas espaciales.
Elon Musk fue muy claro en su mensaje para Bezos: “No puedes demandar para llegar a la Luna, no importa cómo de buenos son tus abogados", . Es una línea más a un proceso legal que inició Bezos hace unos meses. Primero con el requirimiento a la NASA de replantearse los presupuestos adjudicados para la conquista de la Luna –los cuales estaban en manos de SpaceX-. Posteriormente con la cuestión de Starlink cuando Amazon, pendiente de estrenar su propia constelación de satélites con Kuiper System, cargaba contra los de Musk ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Para Amazon, Musk no estaba cumpliendo las normas impuestas por los organismos regulatorios en lo que a códigos se refiere.
"La conducta de SpaceX y otras compañías lideradas por Musk deja en claro su punto de vista: las reglas son para otras personas", argumentaba Andrew Keisner, abogado de Kuiper. Para Starlink, todo este ruido es simplemente un mecanismo para ganar tiempo para lanzar los satélites de Kuiper ante el gran desarrollo de los de Musk.
Pese a todo, y volviendo al Code 21, Musk argumentaba que todo lo que sea invertir dinero en el avance del espacio es una buena noticia. Quizá un mensaje más dirigido a Richard Branson, el fundador de Virgin Galactic y con el que sí mantiene una estrecha relación, que a Jeff Bezos.
También hubo mucho de Tesla
Por supuesto, no faltó la oportunidad para preguntar a Elon Musk sobre algunas cuestiones de actualidad en el mundo de Tesla y los coches eléctricos.
La primera de ellas iba directamente por una de las últimas polémicas de la compañía respecto a la prueba beta del "Full Self-Driving", el sistema de piloto automático de los vehículos de Tesla. De aquí a un tiempo, un nutrido grupo de usuarios ha estado probando la beta del sistema a la par que subía imágenes y vídeos a las redes sociales. Muchos de ellos, principalmente los que reportan fallos del sistema, terminan volviéndose virales.
Hace unos días Vice sacaba a la luz un acuerdo de confidencialidad al que los testers tienen que acogerse. Según dicho documento, estos tienen prohibido hablar con la prensa o dejar que esta entre en contacto con el "Full Self-Driving". Principalmente para evitar que los virales terminen generalizándose. En este sentido, Elon Musk fue preguntado al respecto de estos acuerdos, argumentando que quizá no son necesarios teniendo en cuenta la situación en redes sociales y que, al fin y al cabo, la información siempre termina llegando.
Y un mensaje de Elon Musk para Joe Biden
Por supuesto, la cosa no se quedó solo en la polémica de los acuerdos de confidencialidad de Tesla con sus testers. El empresario también quiso mandar un mensaje a la reciente Administración Biden.
Según el fundador de Tesla, Joe Biden "no es especialmente amigable con su negocio" de coches eléctricos, según recoge The Verge. Elon Musk sigue resentido tras no haber recibido una invitación para la cumbre de fabricantes de coches eléctricos del pasado mes de agosto. Mientras Ford, General Motors y Stellantis sí que estuvieron en la reunión con Biden, Tesla se quedaba fuera pese a ser la mayor fabricante de coches eléctricos del momento.
¿Por qué Biden decidió dejar fuera Musk? "El Gobierno de Biden parece estar controlado por los sindicatos”, argumentaba Musk. Tesla es la única compañía del sector que no cuenta con una fuerza de trabajo sindicalizada y Biden se ha declarado firmemente a favor de los derechos de los trabajadores. Si le sumamos los desaires al Gobierno de California durante los meses más graves de la pandemia en 2020, momento en el que Musk obligaba a sus empleados a volver a la fábrica de Fremont pese al virus, tenemos el caldo de cultivo perfecto.