La pandemia de coronavirus nos sabe a algo inesperado y poco frecuente; porque hace mucho tiempo que no hemos visto una enfermedad recorrer el mundo de la manera que lo ha hecho esta. Sin embargo, un nuevo estudio señala que las probabilidades de que una pandemia similar ocurra cada año es mayor de lo que podríamos pensar. Pero ¿qué ha señalado esta nueva investigación? ¿Debemos preocuparnos?
Y es que una pandemia similar a la de la COVID-19 tiene alrededor de un 2% de probabilidades de ocurrir cada año, según señalan los investigadores del este nuevo estudio publicado en la revista científica PNAS.
"La conclusión más importante es que las grandes pandemias, como la del COVID-19 y la de la gripe española, son relativamente probables", afirma en Science Alert William Pan, investigador de salud ambiental global de la Universidad de Duke.
Pero ¿cómo han llegado a esta conclusión? Para saber la probabilidad de una nueva pandemia del estilo de este coronavirus o de la gripe española; los investigadores examinaron un registro histórico de epidemias que se remontaba al año 1600. En este tiempo se han producido 476 epidemias de las que han quedad constancia. Por suerte para los investigadores, alrededor de la mitad de estas epidemias dejaron un número de víctimas que conocemos. Otras 145 tuvieron menos de 10.000 fallecidos, mientras que las 114 epidemias restantes no queda constancia del número de muertos.
No obstante, entre las epidemias no se encontraban infecciones aún activas, como la propia COVID-19, el VIH o la malaria, indican en Science Alert.
Las probabilidades de una pandemia similar al coronavirus, ¿en aumento?
Los investigadores utilizaron un modelo detallado con una distribución de Pareto generalizada para analizar los datos. Con todos estos datos en la mano, el equipo descubrió que el número de epidemias anuales varía mucho. Y que una pandemia como la de la gripe española, que se produjo entre 1918 y 1920, tenía probabilidades de volver a suceder de entre el 0,3 y el 1,9% cada año durante los últimos 400 años. Es decir, que aunque no lo viésemos venir; las probabilidades existían. Y la COVID-19 pasó, llegó y arrasó la vida como la conocíamos. Ahora nos toca recomponer la normalidad con ayuda de las vacunas para el coronavirus, las medidas de higiene y el confinamiento tras los contactos con positivos.
"La lenta disminución de la probabilidad con la intensidad de la epidemia implica que las epidemias extremas son relativamente probables; una propiedad que hasta ahora no se había detectado debido a los breves registros de observación y a los métodos de análisis estacionarios", comentan los investigadores en el artículo publicado.
Aunque hay que tener un factor en cuenta: no es una probabilidad estable. Antes de la llegada del SARS-CoV-2 ya vimos la gripe porcina, la gripe aviar, el ébola y muchos otros. Esto se debe a que, en los últimos 50 años, ha habido un aumento de nuevos patógenos que se propagan a través de los seres humanos. Así lo explica el equipo en su publicación:
"Junto con las recientes estimaciones sobre el aumento de las tasas de aparición de enfermedades a partir de reservorios animales asociadas al cambio ambiental. Este hallazgo sugiere una alta probabilidad de observar pandemias similares a la de COVID-19 (la probabilidad de experimentarla en la vida de una persona es actualmente de alrededor del 38%), que puede duplicarse en las próximas década".
Por tanto, quizás la pandemia de COVID-19 solo ha sido la primera de muchas; todavía no podemos saberlo. Pero ahora más que nunca tenemos que usar lo que hemos aprendido con este coronavirus para que no nos vuelva a suceder lo mismo. Como vemos, las probabilidades son cada vez mayores. Debemos estar preparados porque, aunque todavía estamos sufriendo los azotes de esta pandemia, en cualquier momento otro virus puede emerger para cambiar nuestra vida.