El nuevo coronavirus causante del COVID-19 está suponiendo, según lo han definido algunas autoridades, la mayor crisis sanitaria en todo el mundo desde la II Guerra Mundial. La sanidad pública de muchos países, y también la economía se ha visto azotada por las decisiones de cuarentena que se han tomado en los países afectados.
Sin embargo, en medio de la zozobra, también se repite con ahínco el mensaje de que esto pasará, y que el verdadero esfuerzo debe estar en poner el foco en que sea rápido para frenar la curva de contagios y con ello que se pueda retomar lo antes posible la actividad económica normal. Y lo cierto es que echando un vistazo a la historia de la humanidad, podemos tener claro que el ser humano ha superado pandemias devastadoras.
Desde enfermedades hoy erradicadas o controladas, como la viruela o el sarampión -las más letales por su prevalencia durante siglos- hasta nuevos retos como el que provocó la Gripe A de 2009 o las plagas casi bíblicas que dejó la Peste Negra en el medievo, el ser humano ha ido enfrentándose a nuevas enfermedades cíclicamente, mientras los avances científicos, tecnológicos y de higiene han permitido ir solventando todas ellas.
Al hablar de grandes pandemias se suele aludir a la peste bubónica en todas las oleadas que tuvo desde el siglo XIV hasta el XX, la mal llamada Gripe Española de 1918, o la remota plaga de Justiniano del siglo V, todas ellas causantes de millones de muertes en un periodo concreto de tiempo y de forma extendida por varios países, pero también de otros brotes más modernos que -afortunadamente- no tuvieron tanta mortalidad, como el SARS de comienzos de milenio. Aquí puedes ver un listado de ellas, con las más importantes por su mortalidad destacadas.
Otras enfermedades como la viruela o el cólera han ido presentando retos durante siglos hasta quedar anuladas con vacunas o completamente erradicadas. Sin ir más lejos, el desastre demográfico de América tras la llegada de los europeos -donde existen estimaciones que afirman que se redujo en más de un 90% la población local a lo largo de siglo y medio- fue provocado por enfermedades hoy controladas como la misma viruela, el sarampión o la sífilis.
¿Pero cómo salió la humanidad de cada uno de estos grandes retos? Con heridas, no cabe duda, pero también con avances científicos y cambios sociales importantes. Hagamos un repaso a cómo se desarrollaron y se solventaron algunas de las grandes pandemias de la historia:
Peste Negra (s. XIV): entre 75 y 200 millones de muertes
¿Cómo se originó y qué la provocó?: considerada por muchos como el mayor desastre biológico de la historia, hay consenso en que la llamada 'muerte negra' fue causada fundamentalmente por un brote de peste bubónica, originado por la bacteria Yersinia pestis, aunque también se cree que coincidió con epidemias importantes de carbunco. Aunque no está claro el origen histórico de la peste, se cree que este brote comenzó en 1347, con la llegada de unos barcos procedentes de Crimea a Italia. Puede considerarse la primera gran epidemia que afectó a numerosos estados, debido al auge de las rutas comerciales.
Mortalidad: El brote principal más virulento tuvo lugar entre 1347 y 1351. La enfermedad se fue expandiendo con pulgas portadoras de la bacterias y ratas en una época donde comenzaba la eclosión de las ciudades góticas pero también el hacinamiento en las primeras grandes urbes. Se estima que entre el 30 % y el 60 % de la población de Europa murió desde el comienzo del brote a mitad del siglo XIV. Aproximadamente 25 millones de muertes tuvieron lugar sólo en Europa junto a otros 40 a 60 millones en África y Asia, sin embargo, hubo oleadas posteriores que hacen que la cifra total de muertos (siempre estimada) se eleve hasta los 200 millones. Ciudades como París o Florencia perdieron más de la mitad de su población.
Así se superó y consecuencias: No se superó la enfermedad en sí misma, pero su prevalencia cayó con el tiempo y las mejoras higiénicas. Los conocimientos médicos de la época eran completamente ajenos al tratamiento de la enfermedad, que se creía que era causada por 'malos aires', lo que hizo que se extendiera el uso de flores aromáticas para evitarlos. La peste siguió siendo un problema hasta el siglo XX con distintas oleadas. Sin embargo, la importante reducción de población trajo después cambios positivos, según han estudiado algunos autores como Walter Scheidel, la reducción de mano de obra hizo que subieran los salarios.
Tercera Pandemia de la Peste (1885-1920): 12 millones de muertos
¿Cómo se originó y qué la provocó?: De nuevo la bacteria Yersinia pestis. Tras brotes cíclicos como la Gran Peste de Londes en el siglo XVII, la peste bubónica siguió sus andanzas, aunque desde su gran expansión medieval no se había dado un caso con tanta mortandad como este. El brote comenzó en la provincia de Yunnan en China en el siglo XIX, y se expandió por varios países hasta 1959.
Mortalidad: China, en concreto la zona de Manchuria, Mongolia y Asia contabilizaron el mayor número de muertes, que se cifra en unos 12 millones. Sin embargo esta nueva peste negra llegó a cruzar el charco con casos en Puerto Rico y Cuba en 1914.
Así se superó y consecuencias: De nuevo la higiene y en este caso el avance de los medicamentos a lo largo del siglo XX fueron armas claves para frenar la propagación, que no obstante como muestra su mortalidad arrasó en zonas menos desarrolladas. Este ha sido el último coletazo de la peste, enfermedad que hoy se considera controlada y se puede tratar con distintos antibióticos que no existían al comienzo de la pandemia. El mayor legado positivo de esta oleada fue sin duda alguna el avance científico que hace que hoy la peste no sea un problema. En Hong Kong en 1894 les fue posible aislar el bacilo que la causaba, y en 1905 se descubrió la importancia de las pulgas y ratas en su propagación.
Gripe de 1918 (o Española) (1918): entre 50 y 100 millones de fallecidos
¿Cómo se originó y qué la provocó?: Una mutación del virus de la gripe en el subtipo H1N1 fue el que ocasionó esta pandemia, considerada la más mortal por su rápida expansión y su letalidad. En apenas dos años el virus se extendió por medio mundo, y cada vez se cree que fue debido a una mutación en distintos focos, aunque el primer caso concreto se dio en Fort Riley (Kansas) el 4 de marzo de 1918. El apelativo de 'Gripe española' se debe a que en España la prensa informó de los altos niveles de mortalidad con normalidad, mientras en el resto del mundo los diarios -envueltos en la I Guerra Mundial, en la que España era neutral- escondieron el asunto para no diezmar a la opinión pública.
Mortalidad: Entre 50 y 100 millones de personas se calcula que murieron en apenas 2 años, entre el 3 y el 6% de la población de la época, una auténtica pandemia con todas las letras. Esta variante del virus afectó a adultos jóvenes, aunque se cree que tuvo tanta virulencia porque afectó a buena parte de la población con el sistema inmunológico debilitado a causa de la Guerra. El propio conflicto y el movimiento de frentes, en cualquier caso, ayudó a su expansión. El virus afectó también a millones de animales domésticos, incluyendo perros y gatos.
Así se superó y consecuencias: El gripe española fue un acicate más a un mundo ya marcado por el conflicto de la I Guerra Mundial. Sin embargo, el brote contribuyó a que la ciencia mejorara los métodos sanitarios, tanto para prevenir contagios entre personal sanitario como a nivel de investigación. Unos años después Alexander Fleming descubriría los efectos de la penicilina abriendo la era de los antibióticos, mientras que para 1945, en la II Guerra Mundial, Estados Unidos ya vacunaba a sus soldados antes de enviarlos al frente. Hoy la vacunación estacional de la gripe es un hecho en los países desarrollados, donde se estudia cada año la evolución de las cepas para adaptarla.
VIH (1981-actualidad): entre 25 y 35 millones de fallecidos
¿Cómo se originó y qué la provocó?: El VIH, causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA sigue siendo parte del día a día de las sociedades modernas. Descubierto por el francés Luc Mantagnier en 1981, se achaca su origen a una zoonosis procedente de simios, donde las últimas investigaciones afirman que pudo mutar hacia el hombre en torno a la década de los años 20 en Centroáfrica.
Mortalidad: Como es sabido, el VIH causa que nuestro sistema inmunológico se debilite y pueda verse letalmente afectado por otros contagios o infecciones. A lo largo de los últimos 40 años, se estima que el VIH ha causado en torno a 25 millones de muertes.
Así se superó y consecuencias: El VIH sigue entre nosotros, por desgracia, con especial prevalencia en África. Sin embargo muchos de sus pacientes ya pueden llevar una vida muy plena con los tratamientos adecuados, mientras que hace solo unos días se anunciaba que un segundo paciente a nivel mundial ha conseguido eliminar el virus de su organismo. El avance hacia una cura definitiva puede estar cada vez más cerca.
Segundo paciente del mundo que podría haberse curado de VIH
Gripe A o porcina (2009-2010): 200.000 fallecidos
¿Cómo se originó y qué la provocó?: La Gripe A fue la última pandemia declarada por la OMS antes del COVID-19. De nuevo una cepa del H1N1 fue el causante, esta vez por un salto desde especies como pollos y cerdos, lo que ocasionó que se le diera el nombre de gripe porcina también. Desde abril de 2009, hasta el 10 de agosto de 2010 -momento en el que la OMS declaró el fin de la epidemia-, el virus se expandió por la mayoría de países del mundo.
Mortalidad: La Gripe A tuvo una tasa de contagio muy alta y se estima que llegó a infectar entre el 12 y el 21% de la población mundial. Sin embargo, su mortalidad fue muy baja. Aún con todo, la OMS reconoce que durante el periodo de pandemia y el post-pandémico pudieron morir entre 200.000 y 500.000 personas directa o indirectamente por el brote.
Así se superó y consecuencias: Es curioso que entonces ya se dieron indicaciones similares a las del nuevo coronavirus (lavarse las manos con frecuencia, no saludar con contacto... aunque no se llegó al confinamiento) y sin embargo parece que hizo mucho menos ruido que la actual pandemia. Parte se debe a que en apenas unos meses ya se tenía una versión preliminar que se puso en circulación en tiempo récord. La pandemia en sí, estuvo controlada en un año en total, pero bajo control en un periodo mejor de tiempo, entre 3 y 4 meses. Y a nivel económico, la Gripe A quizá no se recuerde como una gran cataclismo porque ya coincidió con la época de vacas flacas posterior al 2008. Hoy la gripe A tiene una mortalidad de 0,01%, menor incluso que la gripe común.