Hace unos meses, el satélite chino Yunhai 1-02 se rompió de forma misteriosa. Pero ahora parece que un astrónomo de Harvard ha dado con la causa de la rotura. Y sí, todo parece ser culpa de la basura espacial que orbita alrededor de la Tierra, que podría estar empezando a ser un problema.
Yunhai 1-02 se envió al espacio en 2019, por lo que todavía debería estar operativo. Sin embargo, los sensores de la Fuerza Espacial detectaron a mediados de marzo restos de la ruptura de este satélite chino. Parece que hubo una colisión, aunque no se sabía contra qué. No fue catastrófica, ya que se han hecho algunos ajustes orbitales desde marzo; por lo que es muy probable que China todavía tenga control sobre el satélite y no va a caer sobre la Tierra. Al menos no en principio.
Ahora, se ha actualizado el catálogo de la Fuerza Espacial y el objeto 48078, una pieza de un cohete ruso Zenit-2 lanzado en 1996, aparece ahora con una nota peculiar: "colisionó con un satélite", según han informado desde Science Alert.
Una pieza de un cohete ruso, el causante de la rotura
El astrónomo Jonathan McDowell descubrió ese comentario en el catálogo y decidió ver si podía ser la causa de que el satélite Yunhai se rompiera. Y, efectivamente, estaba en lo correcto, tal y como compartió en su perfil de Twitter. Al revisar los datos orbitales descubrió que el trozo de cohete ruso y el satélite chino pasaron a menos de 1 kilómetro (0,6 millas) el uno del otro en el momento y día exactos en que Yunhai se rompió.
"Parece que se trata de la primera gran colisión orbital confirmada en una década", comentó en Twitter McDowell, que detectó el probable choque en un registro de datos de la Fuerza Espacial estadounidense. Por suerte, el choque no fue catastrófico
"Es un problema moderadamente grande", comentó McDowell a Insider. "Demuestra que estas colisiones no catastróficas más pequeñas se están convirtiendo en algo a tener en cuenta: veremos cada vez más de ellas".
La basura espacial, ¿un problema?
Pero es que no es la primera vez que la basura espacial se convierte en un problema. En este caso no hay que lamentar daños, ni tampoco cuando el pasado mes de mayo ya tuvimos un problema con un cohete chino, convertido en basura espacial, que cayó en el Pacífico. Sin embargo, estos incidentes hacen pensar en que tendríamos un problema con la basura espacial.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ya habló de esto cuando presentó su misión ClearSpace-1 para retirar una pieza de basura espacial que orbita alrededor de la Tierra. Es probable que en el futuro haya más misiones para limpiar el espacio. "Hay basura por todas partes. Pero no solo en la superficie terrestre, también en el espacio", comentó Jan Wörner, director general de la ESA durante la conferencia de prensa de presentación de la misión. "Debemos mantener limpio el espacio, es nuestra responsabilidad".
Primero con el cohete y ahora con un satélite, la basura espacial empieza a ser un problema. No podemos enviar al espacio misiones y no hacer nada para limpiar nuestro cielo. Mantener trozos inservibles orbitando alrededor de la Tierra solo sirve para poner en peligro los satélites que sí estamos utilizando. Y no olvidemos que, a día de hoy, los utilizamos para todo. Desde la previsión meteorológica hasta el posicionamiento del GPS, pasando por observaciones del espacio o servicios de Internet como los que da Starlink, de SpaceX. No podemos permitirnos que la basura espacial estropee nuestros satélites.