La calle del terror de Leigh Janiak, la nueva película de estreno de Netflix, tiene el complicado compromiso de marcar el tono y el ritmo de lo que será una trilogía de terror. Mucho más, el de adaptar el conjunto de obras de R. L. Stine sin hacer énfasis en un ningún libro en específico. 

Entre ambas cosas, la película resulta una entretenida visión del género de terror con toques de suspense y humor negro. No obstante, no logra desmarcarse del todo del hecho que su argumento hace inconsciente referencia a docenas de películas idénticas

Quizás se trate que las populares historias de R. L. Stine, que comenzaron a publicarse 1989, sean parte esencial de un estrato de la cultura pop. O que Janiak no tiene otro remedio que usar fórmulas reconocibles para contar una historia tópica. 

Cual sea el caso, la decisión de usar giros de guion y líneas argumentales muy semejantes a otros tantos éxitos no es del todo fallida. La combinación logra crear una versión sobre el cine de terror ligero que resulta interesante en su manera de adaptar grandes temas a códigos específicos. Con un cierto parecido a Annabelle: viene a casa (2019) de Gary Dauberman, Janiak crea un universo consistente. 

De la misma manera que Dauberman, la directora juega con la posibilidad de usar códigos del cine de terror clásico para profundizar en temas más sensibles. Lo hace con inteligencia y un apartado visual de asombrosa solidez. El resultado es una producción que, sin grandes ambiciones, analiza el bien, el mal y el terror de una manera eficaz. 

'La calle del terror': esos adolescentes revoltosos

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Por supuesto, la primera gran referencia procede directamente del catálogo de Netflix. Este grupo de adolescentes que investigan una serie de violentos asesinatos en la ciudad de Shadyside tienen un evidente parecido con la serie de Netflix de Stranger Things

Al menos, ambos universos comparten la cercana sensación del peligro al acecho y esa concentrada visión sobre el mundo adolescente. Tanto en una como en otra, la perspectiva adulta es de poco interés y se sustrae en una especie de contexto borroso. Y esa necesidad de hacer hincapié sobre sus jóvenes protagonistas es lo que permite un recorrido interesante por un género casi tradicional.

Ambientada en 1994, el guion se toma una considerable cantidad de tiempo en construir una atmósfera. Y lo logra con un apropiado uso de su contexto histórico y dejando muy claro desde las primeras escenas que lo que ocurre es un misterio estructurado. No se resolverá de inmediato y exigirá de sus protagonistas un esfuerzo considerable. 

Pero mientras el argumento establece la dificultad, el peligro y la amenaza, el homenaje a Stine es también parte de su dinámica. La historia tiene muy presente la forma en la que el escritor narra el peligro. Por lo que su versión de lo maligno —mitad decisiones equivocadas, mitad un enigma espeluznante— es parte esencial de La calle del terror com mirada al miedo.

Sin duda, La calle del terror es una película de Netflix de terror, pero también es otro de los dramas atmosféricos que se sostienen sobre su capacidad para crear tensión.

Con su aire claustrofóbico de pueblo pequeño, La calle del terror busca crear una mirada sobre lo temible que no necesite de mostrar para sustentar su narración. Los asesinatos sangrientos, o un asesino escondido entre la aparente normalidad, actúan como elementos para comprender este mecanismo impecable de pistas y descubrimientos. 

Wes Craven en todas partes

La calle del terror netflix

La calle del terror (al menos esta primera y brillante primera parte) es deudora directa de todo el terror que surgió en la década de los noventa. Y no lo disimula. Desde la franquicia Pesadilla en Elm Street hasta Scream, la película rinde homenaje a un tipo de estético y terror muy específico.

Como si eso no fuera suficiente, La calle del terror también analiza universos mayores como el de Buffy, cazavampiros de Josh Whedon. Lo hace al explotar la idea de un elemento inquietante, que además se interconecta entre sí hacia algo más elaborado y potente. 

La película de Netflix dedica sus primeros minutos a narrar las voces de doce personas virtualmente masacradas y lo sangriento de sus asesinatos. Y es ese gore indirecto y de peligro, lo que hace que la película deba arriesgarse a jugar con algunos elementos concretos sobre su ambigüedad. ¿Por qué se está asesinando y qué impulsa semejantes actos de violencia? ¿Qué provoca que personas por completo distintas sean víctimas y victimarios? 

En el pueblo Shadyside nada es lo que parece. Con su aspecto ruinoso y destartalado, el mal y la amenaza son elementos análogos para comprender su esencia. El pueblo está maldito y la razón es algo más allá que una simple desesperación, locura y sed de sangre. 

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FEAR STREET PART 1: 1994 - (L-R) KIANA MADEIRA as DEENA, FRED HECHINGER as SIMON, BENJAMIN FLORES JR. as JOSH, JULIA REHWALD as KATE, and OLIVIA WELCH as SAM. Cr: Netflix © 2021

El argumento elabora una bien medida comprensión de esa búsqueda de respuestas, que va de lo sobrenatural a un posible acto criminal. Logra también que la pregunta sobre qué provoca los asesinatos y si puede ser detenido no se responda de inmediato. Y que tampoco haya indicios de responderse de una manera u otra. Lo principal es que el horror acecha en la oscuridad y puede tener cualquier rostro. 

La calle del terror no pretende cambiar el cine de terror con tintes adolescentes. Pero sí hace un considerable intento por tomar lo mejor de las sencillas y efectistas tramas de Stine para construir algo con identidad propia. Y a pesar de sus fallos argumentales (una primera media hora larga y agotadora), la película de Netflix recupera para su último tramo lo mejor de su esencia. 

Curiosamente subversiva e intentando encontrar espacio en un género sobreexplotado, La calle del terror abre las puertas hacia un juego ingenioso de visiones sobre el terror. El misterio y lo temible forman parte del centro del guion, pero también sus personajes. Entre una y otra cosa, hay espacio suficiente incluso para algunas preguntas trascendentales sobre el bien y el mal. ¿Conservará esta trilogía la calidad y sus buenas ideas para el segundo y tercer tramo? Solo resta esperar. 

5 respuestas a “‘La calle del terror, Parte 1: 1994’, crítica: la película de terror Netflix del verano da lo que promete”