La fractura de pene es un término confuso, pues en realidad el pene no tiene ningún hueso que fracturar. Sin embargo, es más que común en medicina y, aunque no es especialmente frecuente, bastantes personas lo han sufrido en sus carnes. O en sus cuerpos cavernosos, más bien. Lo que no es tan común es que se dé verticalmente. Todas las fracturas de pene que se han reportado hasta la fecha eran horizontales.

Por eso, cuando los urólogos de un hospital de Reino Unido tuvieron que atender de urgencia a un hombre de 40 años aquejado de una fractura de pene vertical, no se podían creer lo que estaban viendo.

Lógicamente, al tratarse del primer fenómeno de este tipo que se ha registrado jamás, realizaron un estudio, que se ha publicado recientemente en BMJ Case Reports. En él cuentan un poco lo que sucedió y cómo procedieron a tratarlo. Por suerte, todo quedó en el susto y el paciente se ha recuperado totalmente. 

¿Qué son las fracturas de pene?

Antes de hablar de la primera vertical que se ha registrado, es importante saber qué es una fractura de pene.  Y para eso, hay que hacer un pequeño repaso a la anatomía de este órgano sexual.

Las fracturas de pene se dan por la rotura de la envuelta que cubre los cuerpos cavernosos

El pene humano está formado por tres columnas de tejido eréctil: un cuerpo esponjoso y dos cuerpos cavernosos. Estos últimos son esenciales en la erección; ya que son los que, al llenarse de sangre, mantienen el pene erecto. 

A su vez, también es importante la túnica albugínea, una capa fibrosa que envuelve los cuerpos cavernosos y ayuda a que la sangre no salga de ellos. Y es aquí donde se gestan las fracturas de pene, ya que consisten precisamente en la rotura de esa envoltura. Puede ocurrir por varios motivos, aunque el sexo en pareja es el más común. Según explican desde la Clínica Mayo, si el pene erecto se desliza fuera de la vagina-o del ano-y es empujado accidentalmente contra la pelvis, el traumatismo originado puede provocar la fractura. Esto puede pasar en cualquier postura, aunque algunas, como el perrito, están entre las más riesgosas en este sentido.

Existen otras conductas más allá del sexo en pareja que pueden llevar a las fracturas de pene. Por ejemplo, se han dado casos por masturbaciones muy intensas. Y también por una práctica cultural, llamada Taqaandan, típica de países de Oriente Medio, que consiste en detener la erección doblando con fuerza la parte superior del pene, hasta que se oiga un clic

Un caso único (que se sepa)

El paciente cuyo caso se acaba de reportar llegó a urgencias aquejado de una lesión en el pene, que se había dado cuando, durante las relaciones, el órgano se había doblado con fuerza hacia el perineo de su pareja. 

El crujido es característico de las fracturas de pene, pero este hombre no lo experimentó

La descripción parecía corresponderse con la de las fracturas de pene. Sin embargo, no manifestó haber escuchado ningún crujido. Este es uno de los síntomas característicos de este fenómeno, al igual que la decoloración y la hinchazón del pene. En algunos casos también puede darse un pequeño sangrado. El hombre sí que manifestaba una hinchazón moderada, pero no estaban seguros de que realmente estuviesen ante este problema. 

Por eso, decidieron realizarle una resonancia magnética, en la que finalmente pudieron ver que sí se había producido un desgarro en la túnica albugínea. Pero, en vez de horizontalmente, de arriba hacia abajo.

Las fracturas de pene habituales suelen tratarse quirúrgicamente, para restaurar el tejido dañado. Si no se hace rápidamente, el pene puede quedar torcido para siempre y la capacidad de mantener la erección puede verse afectada. Aunque en este caso no era horizontal, optaron por proceder de la misma manera.

Y la intervención fue un éxito, ya que después de seis meses de abstinencia el hombre pudo volver a tener relaciones sexuales, sin dolor ni problemas de erección. Todo quedó en el susto. Lo que no sabemos es si a partir de ahora preferirá prescindir de determinadas posturas en la cama.