Tras anunciar que la semana anterior expulsaron a más de 50.000 hackers de Call of Duty: Warzone, Activision vuelve a ser un blanco de críticas en pleno evento del battle royale. La audiencia de Twitch Rivals Europa, el torneo que reúne a jugadores competitivos de múltiples juegos, entre ellos Warzone, presenció un momento digno de escándalo. Uno de los participantes estaba usando un aimbot durante la partida mientras lo transmitía en directo. No, no es ninguna broma.
El acusado, de nombre DavskaR, recurrió a una herramienta de puntería automática para intentar sobresalir en el torneo de Warzone. Sin embargo, sus movimientos fueron demasiado evidentes para el resto de competidores. Uno de los afectados, Fifakill, mostró su descontento a través de Twitter; principalmente porque los responsables de Twitch Rivals Europa no reiniciaron la partida y permitieron que el hacker siguiera jugando.
Por fortuna, se inició una investigación después de que las quejas se incrementaran a través de redes sociales. La mayoría de afectados aportaron pruebas que dejaban en evidencia las prácticas ilegales del susodicho hacker. Tras analizar sus movimientos, los organizadores llegaron a la conclusión de que, efectivamente, estaba haciendo trampa. DavskaR fue expulsado inmediatamente de la competición de Warzone y de Twitch. Además, la eliminatoria se reinició.
Según la información de Dexerto, DavskaR formaban parte del programada de afiliados de Twitch. Antes de ser expulsado de la plataforma, contaba con 8.000 seguidores, aproximadamente. La situación hizo más ruido porque estamos hablando de una competencia oficial de Call of Duty: Warzone con millones de espectadores repartidos en distintas partes del mundo. $75.000 dólares están en juego, que no es una cifra menor.
La experiencia de Warzone cae en picada
Que un hacker haya logrado colarse en un evento con tantos reflectores deja en evidencia el difícil momento por el que atraviesa Warzone. Aunque los ingresos de Activision siguen aumentado trimestre tras trimestre, y la comunidad no para de crecer, la experiencia jugable cae en picada por culpa de hackers/tramposos, bugs y un deficiente balanceo de armas.
¿La solución? Por ahora, Activision y Raven Software se han limitado a expulsar a cientos de miles de jugadores —600.000 hasta el momento— que han violado la política de uso de Warzone. Desafortunadamente, la mayoría vuelve poco tiempo después sin haber aprendido la lección. Ahora lo llevaron a un siguiente nivel transmitiéndolo en directo en medio de una competencia oficial.