Iván y Nuria llevan viajando muchos años en una camper. Para ellos es la mejor forma de moverse más allá de las fronteras de España. La improvisación, el hecho de llevar la casa a cuestas y de poder dormir casi en cualquier sitio conquistó a esta pareja que cuenta sus vivencias en Apeadero, un blog para los amantes de esta modalidad de turismo. Igual que Íñigo Mendia, quien a través de Viajando Simple va un paso más allá en el mundo de las furgonetas camperizadas y ha hecho de su furgoneta una casa sobre ruedas en la que reside y recorre el mapa desde hace 3 años.

Pese a reconocerse amantes de las camper, ambos coinciden en un punto: no es una forma de viaje para todos los públicos ni para todos los gustos. Tampoco es todo tan perfecto ni bonito como, de aquí a un tiempo, Instagram parece estar retratando. Una serie de nuevas empresas alimentadas de la mano de algunos de los mayores influencers del momento dibujan un panorama algo diferente al de la realidad del sector. Los veteranos en estas lides no tienen del todo claro que esto vaya a beneficiar al mundo de las furgonetas camper, ya de por sí estigmatizado.

Y es que, en una conjunción de los astros, la llegada de la pandemia y un aumento creciente durante los últimos años del interés por las camper, han dibujado un panorama complejo. Aunque a años luz de los datos de Europa, donde las instalaciones viven por y para los campistas, las cifras en España han crecido. Y mucho.

Para finales de 2020, se tenían registradas unas 10.000 camper en todo el país. De todas las capacidades y tamaños, y teniendo en cuenta las que forman parte del parque de alquileres. Con un incremento de búsquedas de un 94% de furgonetas campers y caravanas solo en Milanuncios desde que se levantase el estado de alarma este 2021, las empresas dedicadas al alquiler también han notado un interés por el sector. By Camper, dedicada al alquiler de furgonetas camperizadas y fundada por Juan Álvarez, apunta a un incremento importante durante los últimos años, e incluso meses. Aunque asume también el efecto de la Covid-19: "Nos ha parado bastante en cuanto a cierres de comunidades y nos ha cortado mucho las alas pese a que en verano se haya podido trabajar".

Nuevas empresas vs. las ya asentadas en el sector y novatos de la mano de Instagram que ponen en jaque al sector camper más puro.

Un paisaje, una puesta de sol y una acampada que no podrás replicar

Los veteranos del sector no ponen nombre de empresa, ni de aquellos que saben que incumplen las normas. Pero sí ven en las promociones de Instagram un modo de viaje o de vida que no se corresponde con la realidad.

Pudimos ver a Dulceida, la influencer por excelencia, y compañía acampar en parajes idílicos de Galicia. Con puesta de sol incluida. Silla, cojines, mesa... El equipo completo a pie del acantilado. Detrás, los impresionantes modelos de The Feather Van. Una de las empresas de nuevo cuño que se ha instalado con su propuesta renovada del sector de las camper.

En línea a esta propuesta, las de Camping Miramar o Alannia Resorts. Viejas fórmulas de viaje, bajo los nuevos códigos de Instagram.

Y son precisamente este tipo de imágenes las que no agradan del todo a los veteranos. "Se ha montado un auge de las furgonetas camper basado en mentiras. Ves fotos en primera línea de playa acampando y eso no se puede hacer; solo enseñan lo bonito que es mentira. Y al final afecta a los demás", apuntan Iván y Nuria, "hay muchos influencers que han entrado en el mundo camper que enseñan en sus canales cómo acampan en sitios donde no se puede, mientras sacan las sillas y las mesas. Una auténtica barbaridad que la gente ve e imita".

Algo que comparte también Íñigo. En Instagram siempre se enseña lo bueno, no te hablan de cuando lo pasas mal. "No tener un baño, que te eche la policía de donde estás o tener que ir a buscar agua no es bonito; probablemente, las empresas se aprovechan de esto y como es muy de Instagram y de fotos chulas pues igual algo más", apunta.

Con esto, coinciden, no quieren decir que no quieran dar entrada a nuevos usuarios en el sector de las camper. Pero sí a que se cumpla una normativa que, pese a no agradarles del todo, llevan años cumpliendo. Más allá de las fotos bonitas.

Las camper no gustan, aunque Instagram no te lo diga

Quizá hayas visto viajes en furgoneta camperizada por Portugal, fotos a pie de playa y paísajes idílicos. Esto se terminó. El país vecino ha regulado el sector de las camper y autocarvanas en su fórmula más restrictiva. La normativa impide pernoctar con estos vehículos en cualquier lugar que no sea un camping regulado. Para muchas de las zonas de Portugal, principalmente playas y urbes, también se impide aparcar o incluso circular. España, a diferencia de los países del norte de Europa, está adoptando las medidas de Portugal como ejemplo.

La actividad más polémica y que más se ve en Instagram: la acampada o exceder el perímetro del vehículo con toldos, sillas, mesas u otros objetos

De aquí a un tiempo, las restricciones han aumentado principalmente en zonas de costa, en pueblos de interior y más concretamente durante los meses de verano. Y no solo la zona urbana: la normativa de una urbe afecta a todo un municipio. Por lo que si se prohibe algo, esto será un dogma para todo el perímetro. Para conocer la ley en cada una de ellas quedaría, entonces, el trabajo artesanal. Pueblo por pueblo preguntando qué está permitido.

Y aquí es conveniente diferenciar tres conceptos. Aparcamiento, pernocta y acampada. El primero de ellos cumpliría las mismas reglas que un vehículo común. Un permiso que se está restringiendo para muchos pueblos y zonas rurales. "En sitios de Andalucía nos impiden aparcar en el pueblo, no para dormir sino para ir a comer o lo que sea", explica Iván. La pernocta sería aparcar para pasar la noche, algo también altamente restringido en muchas regiones, principalmente playas. Al igual que en Portugal, muchas zonas restringen esta actividad a zonas acotadas. Algo que para Íñigo hace peder la esencia de la furgonetas camper.

El último es el más polémico y el que más se ve en Instagram: la acampada. Exceder el perímetro del vehículo con toldos, sillas, mesas u otros objetos. Esto, salvo puntos concretos, es una práctica poco permitida y que más problemas causa. También una limitada por periodos de tiempo con el objetivo de limitar aforos por cuestiones medioambientales. El verano, época de más solicitudes, sería el tramo más vetado del año. El Delta del Ebro, por ejemplo, lleva años imponiendo multas por estas prácticas a fin de preservar la identidad de la zona. Cabo de Gata, en Almería, otra de las que ha prohibido de forma tajante estas actividades.

Camper, justas por pecadoras

camper pernoctando
Foto por Caleb George en Unsplash

Es precisamente este punto el que ha llevado a crear una regulación a veces exagerada. "Hace 5 años aparcabas con la camper delante de la playa, pero la mala praxis y la cantidad de gente ha hecho que se prohíba", explica Daniel Álvarez, del Club Camper Catalunya. Con 20 años de experiencia en el modo de viaje camper, entiende que el crecimiento del volumen de viajeros haya asustado a muchos pueblos y regiones. En el caso de la asociación, y a fin de poder acampar en ciertos lugares, se ha optado por pedir permisos temporales a ayuntamientos.

No solo por los nuevos viajeros, los cuales Álvarez apunta a que son los mas interesados por una buena praxis. En este sentido, se mantiene una guerra abierta entre los veteranos de las furgonetas camperizadas. Por un lado el laissez faire de 'mientras no molestes no importa' que defiende Íñigo: "Ves cosas que son ilegales, pero la mayoría intentamos transmitir que no hay que molestar. Qué más da que yo abra un toldo donde no hay nadie, yo creo que es sentido común".

Y el tajante de Nuria e Iván: "Las leyes no cambian porque tú quieras o un grupo lo diga; hay un debate bastante grande dentro del mundo de la camper, pero si haces algo que perjudica a un colectivo debe ser el colectivo el que depure a esta gente". Esta pareja, al igual que Daniel del Club Camper, afirman haber visto auténticas fiestas a los pies de una furgoneta camper, con medio mobiliario –barbacoa incluida– desplegadas a los pies del vehículo. Con este panorama, afirman, la normativa era más que lógica pese a que les afecte.