Después de casi un año usando las mascarillas en la calle obligatoriamente en España, a partir del 26 de junio podremos darnos un respiro con la nueva norma anunciada por el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, que se relajen un poco las medidas no significa que la pandemia haya desaparecido. Debemos seguir siendo cautos. En primer lugar, porque aún no hemos alcanzado la inmunidad de grupo. En segundo lugar; porque, incluso vacunados, podemos contagiarnos y contagiar. Con una probabilidad muy alta si esto ocurre la afección será leve, pero puede ayudar a la propagación.

Por eso, tras el anuncio de esta relajación del uso de mascarillas en la calle, la Ministra de Sanidad, Carolina Darias, también ha señalado algunas excepciones que deberemos tener muy en cuenta. Básicamente, todas se basan en una sola: no será obligatorio su uso en exteriores si se puede mantener una distancia de 1,5 metros. En el resto de casos, tendremos que seguir como hasta ahora. Pero vamos a verlo con algunos ejemplos.

Mascarillas en la calle sí, pero con excepciones

La evidencia científica apunta a que en exteriores, si se mantiene la distancia de seguridad, la probabilidad de contagios de coronavirus cae hasta prácticamente desaparecer. 

Para acercarnos a un kiosco, aunque esté en la calle, nos tendremos que poner la mascarilla

Es el motivo por el que se ha hecho esta modificación en la normativa. No obstante, para entrar en cualquier comercio, restaurante o establecimiento de otro tipo, tendremos que seguir usando mascarilla. Por eso, será obligatorio que llevemos siempre una encima.

No importa que el establecimiento tenga intercambio de aire o las ventanas abiertas, si es un lugar cerrado, tendremos que seguir usando cubrebocas.

Pero también hay excepciones por las que tendremos que usar mascarillas en la calle. Por ejemplo, si vamos a un espectáculo al aire libre en el que el público está de pie, sin distancia de seguridad. Esto aplica también a otros eventos multitudinarios, como las manifestaciones. Sin embargo, si estamos en un espectáculo al aire libre, en el que cada persona tiene su asiento y estos tienen la separación adecuada, no será necesario que nos cubramos.

Otra excepción por la que también deberemos usar mascarilla en la calle es la de los comercios al aire libre. Si por ejemplo nos acercamos a un bar con barra hacia el exterior o un kiosco, deberemos usar la mascarilla, ya que para hablar con el dependiente no podremos mantener la distancia. Del mismo modo, aunque no se haya hablado de este punto, en terrazas de hostelería sería aconsejable colocarnos la mascarilla cuando el camarero se acerque a hablar con nosotros. Seguro que lo agradecen. Lo mismo ocurre si vamos paseando y alguien se acerca a decirnos algo. 

Finalmente, no debemos olvidar que el transporte público no deja de ser un lugar cerrado, por lo que ahí, incluso si se mantienen las distancias, seguiremos como hasta ahora.

No es obligatorio llevarla, pero tampoco no hacerlo

Muchas personas ya han manifestado que prefieren seguir usando mascarillas en la calle.  Son tan libres de llevarlas como de no hacerlo. Por eso, a partir del día 26 será importante que también respetemos a quienes decidan seguir como hasta ahora.

Debemos celebrar esta nueva fase, sin duda. Pero sobre todo debemos demostrar que somos capaces de ser cívicos y respetar a los demás. Respetar al camarero que se pasa el día acercándose a desconocidos para escuchar lo que desean tomar. Al amigo, no conviviente, que se acerca a decirte algo por la calle. Y, por supuesto, a quien prefiere seguir usando mascarillas en exteriores un tiempo más. Decíamos que de esta pandemia saldríamos mejores. Han pasado tantas cosas que lo hemos puesto en duda en numerosas ocasiones. Pero todavía podemos demostrar que somos capaces de cuidarnos y cuidar de los demás. Hagámoslo entonces.