El trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son trastornos multifactoriales. Esto es muy importante tenerlo en cuenta antes de comenzar a hablar sobre el consumo de paracetamol durante el embarazo. Y es que, según un nuevo estudio publicado en la revista científica European Journal of Epidemiology este viernes, el consumo de paracetamol en el embarazo puede aumentar entre un 19 y un 21% las probabilidades de que un bebé termine desarrollando síntomas de TEA o TDAH, respectivamente, cuando crezca.
Antes de hablar del estudio para entender qué dice, vamos a definir qué es el TEA y el TDAH. ¿Qué es el trastorno del espectro autista? "Los trastornos del espectro autista se caracterizan por deterioro en la comunicación e interacción social y la presencia de conductas repetitivas o intereses restringidos", explica a Hipertextual Silvia Alemany, investigadora de ISGlobal, centro impulsado por Fundación la Caixa y primera autora del estudio.
¿Y qué es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad? "Se caracteriza por dificultades en mantener la atención voluntaria y en el control de impulsos", añade Alemany. Tanto el TEA como el TDAH "se manifiestas durante la infancia".
El estudio sobre el paracetamol
El estudio recoge los datos de 73.881 niños y niñas europeos. Entre los países que han participado en este metaanálisis están Reino Unido, Dinamarca, Países Bajos, Italia, Grecia y España. Pero, ¿cómo se hacen estos estudios?
Alemany y su equipo quería saber si existía una asociación entre el uso del paracetamol y el desarrollo de síntomas clínicos o subclínicos de TEA y TDAH. Para ello contactaron con varias cohortes de nacimiento. Esto son "un tipo de estudio en el que se recluta a mujeres embarazadas y se las sigue durante el embarazo y tras el nacimiento se sigue a los niños o niñas", comenta Alemany. Hay diferentes tipos de cohortes en el mundo, de hecho, en España está INMA, liderada por el doctor Jordi Sunyer, también investigador de ISGlobal. "Nosotros invitamos a participar distintas cohortes que creíamos que podían tener el tipo de información que necesitábamos para nuestro estudio y el tamaño muestral necesario para poder llevar a cabo los análisis", indica a través del teléfono.
Una de las características de este estudio es que no se opone un grupo de control al de personas diagnosticadas, sino que "es a nivel poblacional". Es decir, no se buscan casos de TEA o TDAH para analizar sino que se observa si los niños y niñas que participan pueden tener síntomas de autismo o déficit de atención. No van con un diagnóstico ni se les diagnostica; solo se observa y se tienen en cuenta una definición clara de estos síntomas, tanto de autismo como de TDAH.
Una de estas variables parece ser el uso del paracetamol durante el embarazo. "Hemos observado una asociación positiva. Es decir, la prevalencia de los síntomas de TEA y TDAH entre aquellas personas expuestas al paracetamol durante el embarazo tienen una mayor probabilidad de desarrollar síntomas de TEA y TDAH que los que no se exponen. Y este aumento de probabilidad es lo que hemos cuantificado en alrededor de un 20%", cuenta Alemany.
Diferencia con otras investigaciones
No es la primera vez que se estudia esta posible asociación, pero otros estudios han sido muy criticados. Se han hecho de dos formas, a nivel de la propia cohorte, o mediante análisis de varias cohortes, más parecidos al estudio de Alemany y su equipo. Las críticas de estos segundos se dirigían, sobre todo, a las diferencias en la recogida de los datos entre cohortes. Esto dificultaba poder hacer de forma correcta la relación. Sin embargo, este equipo español ha tratado de evitar ese tipo de problemas:
"Nosotros lo que hemos aportado en el estudio es usar la misma premisa: queremos estudiar esta asociación en diferentes cohortes, para tener una muestra amplia. Pero hemos tratado de armonizar al máximo algunos criterios. Por tanto, homogeneizar la manera en la que nosotros definimos la exposición al paracetamol y lo que llamamos síntomas de autismo y de TDAH. Eso sería lo que hemos aportado en el estudio".
Silvia Alemany, investigadora de ISGlobal, centro impulsado por Fundación la Caixa y primera autora del estudio.
"Los mecanismos aún no están establecidos"
Aunque el equipo habla de una asociación entre el uso del paracetamol y síntomas de TEA y TDAH; todavía no se saben los mecanismos por lo que esto podría suceder. "Los mecanismos aún no están establecidos concretamente en este tipo de asociaciones", indica Alemany. "No sabemos exactamente qué está ocurriendo".
"Se han propuesto diferentes hipótesis. Por ejemplo, hay algunos estudios que apuntan a que el paracetamol podría afectar a los factores neurotróficos derivados del cerebro, que son un tipo de proteínas que tienen un papel muy relevante en el neurodesarrollo", cuenta. "También se ha propuesto que podría estar afectando a procesos de estrés oxidativo o que podrían estar alterando algunos neurotransmisores, que también son importantes en trastornos que pueden afectar al cerebro; como es el TDAH y el TEA. Podrían, además, actuar como disruptores endocrinos, es decir, podrían tener algunas alteraciones hormonales. Pero son distintas hipótesis y aún nos falta esclarecer cuál podría ser el mecanismo que lleva de la exposición al paracetamol en el embarazo y el posterior desarrollo de esos síntomas años después".
Sin miedo al paracetamol, pero con precaución
"No queremos ser alarmistas. Porque a día de hoy el paracetamos es uno de los pocos fármacos que pueden utilizarse en el embarazo", comenta Alemany. Aunque es cierto que sí cree que deben realizarse más investigaciones y monitorizaciones al respecto. "Las agencias de farmacovigilancia podrían estudiar o revisar sus recomendaciones durante el embarazo", apunta. "En ningún caso pensamos que se deba suprimir durante el embarazo ni que se deba desaconsejar. Simplemente pensamos que quizás habría que informar un poco más o supervisar el uso del paracetamol, sobre todo porque no hace falta receta".
"Pensamos que habría que supervisar el uso del paracetamol y tratar de evitar la automedicación en la medida de lo posible; para que sea utilizado solo cuando sea necesario. Que esto sí que es importante, también sabemos que no utilizar el paracetamol cuando hay alguna causa que así lo indique, como una fiebre o una infección, puede tener consecuencias con otros problemas de salud o en el desarrollo cerebral", indica.
Alemany, además, señala que tanto el trastorno del espectro autista como el de déficit de atención e hiperactividad son "multifactoriales". "Intervienen muchos factores en su causalidad, una persona no desarrolla el trastorno solo porque su madre haya tomado paracetamol", explica.
Por tanto, no podemos dejarnos llevar por el alarmismo y si hay que usar el paracetamol durante el embarazo, lo mejor es tomarlo. Porque este no es el único factor que influye en el desarrollo de autismo y TDAH, son muchos otros. Y probablemente un solo (y necesario) paracetamol no cause estos trastornos.