El pasado mes de febrero, VideoLAN celebraba su 20 aniversario. Un hito importante para un proyecto de software libre que se financia con donaciones y que cuenta con la colaboración desinteresada de más de 1.000 voluntarios. Lo que empezó como un experimento universitario para enviar vídeo a través de la red, hoy es algo natural y que vemos en aplicaciones como YouTube, Netflix, Twitch, HBO o Prime Video. Con el tiempo, evolucionó en un reproductor multimedia como es hoy VLC Media Player.
Ese experimentó funcionó. Y ese software empezó a crecer y a evolucionar hasta convertirse en el reproductor multimedia más popular. Puede que hoy existan alternativas mejores, algunas de ellas de pago. Pero si hablamos de reproductor multimedia gratuito y de código abierto, pocos pueden hacerle sombra a lo que conocemos como VLC Media Player.
En la actualidad, detrás de este reproductor multimedia gratuito y multiplataforma, hay una organización sin ánimo de lucro, la Organización VideoLAN o VideoLAN, a secas. Su proyecto estrella es VLC Media Player, pero también trabajan en otras aplicaciones como DVBlast o VLMC. Eso y una serie de librerías para que desarrolladores de todo el mundo puedan crear sus propias aplicaciones relacionadas con vídeo o audio.
Lo que está claro es que VLC Media Player forma parte de la historia del software y ha sido uno de los mejores ejemplos de que el trabajo en equipo desinteresado de la comunidad libre puede crear grandes herramientas para todo el mundo. Pero veamos cómo empezó todo.
Primera parada, la Escuela Central de París
Decía al iniciar este artículo que VideoLAN cumplía 20 años en febrero de 2021. Sin embargo, el origen de lo que conocemos como VLC o VLC Media Player es algo más longevo. Debemos remontarnos a 1996, hace 25 años. Y en concreto, debemos viajar a París, Francia, a la École Centrale Paris, una de las escuelas de ingenieros más prestigiosas de Francia.
En origen, el reproductor multimedia que todos conocemos se llamó VideoLAN Client, cliente de video LAN. Como su nombre indica, se trataba de un software que debía permitir enviar y recibir vídeo a través de una red local. Al menos esa era su función original. A lo largo de los años se convertiría en un reproductor multimedia para reproducir vídeo y audio local, en red local o a través de internet. Y su nombre VideoLAN Client se contraería en las siglas VLC.
Lo que en origen fue un proyecto académico nacido en 1996, sería reescrito desde cero dos años después, en 1998. Y para que no cayera en el olvido, en 2001 se distribuyó bajo licencia GNU, la misma que emplean aplicaciones y software de todo el mundo y que permite su distribución, reescritura y reelaboración gratuitas. Y es que, según cuenta la página oficial del proyecto, la red del campus de la Escuela Central de París estaba gestionada por los propios estudiantes.
Una red lenta y muy mejorable en un lejano 1996 en el que, según dice la página de VideoLAN, “un Pentium no podía decodificar un DVD y YouTube y Google no existían”. Pero esa red recibió algunas mejoras y, entre ellas, la posibilidad de emitir y recibir vídeo a través de la propia red local. Gracias a un software elaborado por algunos estudiantes organizados en lo que se conoce como Via Centrale Réseaux.
De París al mundo gracias al código abierto
Pues bien. Aunque VideoLAN nace en 1996 y es reescrito en 1998, el proyecto que hoy conocemos celebra su aniversario partiendo del primero de febrero de 2001. El motivo es que en esa fecha, VideoLAN deja de ser un software interno de la Escuela Central de París y pasa a ser de dominio público gracias a que su licencia será GPL.
El responsable directo de hacer esto posible fue Daniel Gourisse, entonces director de la Escuela Central de París y que dio el visto bueno con una carta que se puede consultar en la página oficial del proyecto VideoLAN. Básicamente la carta viene a decir que los responsables iniciales del proyecto dan su consentimiento para que VideoLAN se difunda bajo licencia GNU y, “considerando el interés para la comunidad científica que representa esta difusión”, él mismo da el permiso correspondiente.
Para que esa carta fuera escrita, firmada y publicada, fue necesario el impulso de los propios estudiantes y de uno de sus profesores, Jean-Philippe Rey. Así, a partir de ese primero de febrero de 2001, VLC deja de estar en manos de la Escuela Central de París y pasa a ser parte de un proyecto gestionado por estudiantes y voluntarios de todo el mundo.
Una pregunta interesante es, ¿quiénes fueron esos estudiantes que iniciaron VideoLAN Client y que hoy es VLC Media Player? Por desgracia, solo ellos y sus allegados lo saben. Accediendo al código fuente de VLC Media Player más antiguo disponible, de diciembre de 2004, encontramos dieciséis nombres, casi todos ellos con direcciones de correo de la Escuela Central de París. Algunos de esos nombres los encontramos también en la página oficial de VideoLAN dedicada a quienes han colaborado y/o colaboran en el proyecto. Pero la lista no sigue un orden concreto.
¿Por qué un cono de tráfico como logotipo?
Desde aquel lejano 2001, VLC Media Player se ha convertido en un software presente en la práctica totalidad de plataformas actuales y dispositivos. Windows, macOS, Linux, Android, iPhone, iPad, Apple TV, Android TV, Fire TV… Sigue siendo gratuito y permite reproducir vídeo y audio local o en red, como enlaces de YouTube. Incluso puedes reproducir contenido a distancia y convertir un dispositivo conectado en un servidor multimedia. Y si las cifras son correctas, VLC Media Player ha sido descargado más de 3.600 millones de veces.
Una de sus señas de identidad es el característico cono naranja de tráfico que encontramos en cualquier obra o carretera en todo el mundo. Un objeto en sí mismo universal y que ha servido de inspiración para identificar uno de los softwares más reconocibles con sólo ver su icono. La pregunta es, ¿por qué un cono de tráfico?
La respuesta podría resumirse en pocas palabras: estudiantes universitarios y alcohol. Para extendernos un poco más, y aunque no hay una fuente única, todas las versiones vienen a decir lo mismo. Tras una noche de juerga, uno de los estudiantes de la École Centrale Paris se llevó consigo un cono de tráfico. Ese primer cono de tráfico se convertiría en el primero de muchos, una especie de broma interna o reto compartido por los estudiantes que acababan dejando en el laboratorio de informática. Así que, tras crear VideoLAN Client en 1996, el equipo responsable no tuvo mejor idea que homenajear a todos los estudiantes pasados y presentes empleando el mítico cono de tráfico como icono del software.
Obviamente, a lo largo de los años, el logotipo original ha ido cambiando. La paternidad del logo original le pertenece al francés Sam Hocevar. En 2006, fue mejorado mediante CGI por Richard Øiestad dándole ese toque en tres dimensiones que ha llegado a nuestros días. Es más, en la página oficial del proyecto encontrarás distintas versiones, algunas muy logradas, creadas por otros usuarios y colaboradores. Algunos se han usado en momentos puntuales, como el de decoración navideña.