Puede ser que sea la intención de compra más absurda de los últimos tiempos, pero ahí queda. Un informe publicado por Bloomberg apunta a que Twitter tenía la firme intención de hacerse con la red social de moda durante la pandemia: Clubhouse.
¿Cuánto? Para Twitter, al menos en el momento de las conversaciones, Clubhouse tenía un valor de 4.000 millones de dólares. Era, sin duda, una de las opciones más viables para la aplicación de audios efímeros y en directo para recaudar dinero; especialmente cuando su sistema de monetización aún no está del todo definido. En cualquier caso, tras el boom que sufrió la red social a finales de 2020 y su expansión a otros idiomas durante los primeros meses de 2021, el formato de audio ha tomado la delantera. Era inevitable que llamase la atención de las grandes redes sociales.
De esta manera, las 10 millones de descargas (aproximadas) que Clubhouse había generado fueron suficiente reclamo para Twitter y su propuesta de compra. Una que duró bastante poco. Según los informes filtrados, que no aclaran quién fue el primero en acercarse a quién, la relación entre las partes se habría enfriado desde las primeras conversaciones conjuntas. Ahora mismo, todo apunta a que tanto Twitter como Clubhouse han tomado caminos separados y no han vuelto a sentarse en la misma mesa.
Evidencias no faltan y tampoco razones. La idea de que Twitter se hiciese con Clubhouse podría haber terminado con la esencia de la segunda en poco tiempo. Y sin su esencia, esta no tendría sentido en el panorama actual de redes sociales. Ahora bien, lo que sí ha traído de bueno es que, al menos, Clubhouse ahora sabe cuánto vale para las grandes.
Si no puedes comprar Clubhouse, cópialo
En el caso de Clubhouse, se filtraba hace unos días la intención de cerrar una ronda de financiación. Con un importe desconocido, sí que trascendía que esta dejaría a Clubhouse con una valoración aproximada de 4.000 millones de dólares. Unos días después, este valor cobra sentido al coincidir con lo que Twitter estaría dispuesta a pagar por la red social durante sus conversaciones.
La ronda de financiación respondería a uno de los mayores problemas de Clubhouse en este momento: cómo mantener el atractivo de la red social y mantenerse sin un modelo de negocio claro. Para lo primero, Clubhouse anunció el lanzamiento de las Propinas; una suerte de Patreon para sus creadores de contenido que dé la posibilidad de que saquen beneficios de sus actividad dentro de la aplicación. Y con ello mantenerles dentro del círculo evitando que su actividad no sea efímera; Clubhouse exige demasiada atención por parte de los usuarios y no está claro cómo evolucionará esa relación en un mundo pospandemia. Lo segundo aún está en el aire.
Atraer y mantener a sus usuarios es, en definitiva, uno de los objetivos y necesidades para la supervivencia de Clubhouse. Especialmente ahora que todas las grandes redes sociales han optado por una estrategia muy conocida: si no puedes comprarlos, cópialos. Lo que otrora ocurriese con Snapchat y su exclusiva de vídeos efímeros, ahora es una realidad en todas las plataformas. Las stories están en todas y cada una de las redes sociales más usadas; y con más o menos acierto, forman parte de ellas.
Ahora le ha llegado el turno al audio; que venía siendo la tendencia desde el auge de los podcast. Slack ya trabaja en una versión propia y LinkedIn o Facebook exploran posibilidades. Twitter, sin embargo, lleva la delantera. Audio Spaces es la versión propia de un Clubhouse dentro de la aplicación; y de momento sin previsión de monetizarse a corto plazo. Con el lanzamiento de esta opción dentro de Twitter, que se lleva trabajando desde hace meses, muchos analistas se preguntan el motivo de la compra de Clubhouse. Definida como absurda por muchos, otros apuntarían a una estrategia de hacerse con una competencia inesperada. Si TikTok se les fue de las manos, esto no pasaría con Clubhouse.