Marte no ha sido siempre el planeta frío, rojizo y árido que conocemos hoy. En el pasado fue mucho más templado y húmedo, según atestiguan los lechos de ríos secos y sus costas relictas. Hubo una época en que grandes volúmenes de agua líquida fluían por su superficie, aunque actualmente quede muy poca, en su mayor parte congelada en los casquetes polares.
Hasta ahora diversos estudios apuntaban que aquella antigua agua marciana escapó al espacio a lo largo de miles de millones de años, una afirmación respaldada por la relación que se observa en su atmósfera entre el hidrógeno (H) y uno de sus isótopos, el deuterio (D).
Sin embargo, las mediciones de la tasa actual de pérdida de agua atmosférica son demasiado bajas para que esta fuga explique por sí sola toda su pérdida. Las razones geológicas parecen estar detrás, según un nuevo estudio presentado en la Lunar Planetary Science Conference (LPSC) que se celebra estos días de forma virtual y publicado también en la revista Science.
La investigadora Eva Scheller de Caltech (EE UU), junto a otros colegas de este instituto y del laboratorio JPL, informa cómo gran parte del agua inicial de Marte, hasta el 99 %, se pudo incorporar a los minerales de su corteza, no se perdió en el espacio.
Utilizando las observaciones de las naves espaciales que orbitan alrededor del planeta rojo, así como los datos de los rovers que recorren su superficie y de meteoritos marcianos, los autores han realizado un cálculo de la cantidad de agua en el pasado, así como un modelo D/H (deuterio-hidrógeno) que tiene en cuenta su proporción actual, el escape atmosférico del agua, la desgasificación volcánica y la hidratación de la corteza a través de la meteorización química.
El equipo ha descubierto que hace unos 4.000 millones de años, Marte albergaba suficiente agua como para haber cubierto todo el planeta con un océano de entre 100 y 1.500 metros de profundidad, un volumen equivalente a la mitad del océano Atlántico de la Tierra.
Pero al simular la pérdida de agua marciana a lo largo del tiempo geológico y en diferentes condiciones posibles, los resultados del modelo llegan a una conclusión: “El volumen de agua que participaba en el ciclo hidrológico disminuyó entre un 40 y un 95 % durante el período noáquico de Marte (hace entre 4.100 y 3.700 millones de años)”.
Hidratación de la corteza
“Entre el 30 y el 99 % del agua marciana fue secuestrada por la hidratación de la corteza –añaden los autores–, demostrando que una meteorización química irreversible puede incrementar la aridez de planetas terrestres”.
Los resultados indican, por tanto, que ese gran porcentaje de agua inicial de Marte se incorporó a los minerales y quedó enterrada en la corteza del planeta rojo, y que el resto escapó al espacio, lo que explicaría la proporción D/H que se registra actualmente en su atmósfera.