Emi hizo match en Tinder con un chico. Pero la emoción duró poco. Después de saludarse, el chico le dijo a Emi que en realidad era heterosexual y que no le interesaban los chicos. Solo quería contarle los detalles de una “oportunidad” para viajar gratis y ganar dinero. “Vivir la vida perfecta con la que todos sueñan”, le comentó. Emi tardó poco en darse cuenta de que estaba en el punto de mira de una estafa piramidal en Tinder.
El fraude, del que Emi se dio cuenta enseguida, se basaba en viajar prácticamente gratis en cruceros por todo el mundo. Fraudes parecidos a los ya conocidos como el “club de viajes” en las que se compran paquetes turísticos con descuentos para, posteriormente, recibir comisiones por captar nuevos clientes. Sin embargo, todo lo que hay detrás es mentira, no hay ningún club y todo es un entramado piramidal.
El match de Tinder no tuvo suerte en esa ocasión porque Emi le contestó enseguida que lo que le estaba intentando vender era una estafa. “Utilizó los argumentos que usan siempre y me bloqueó o canceló el Match”. Esos argumentos a los que Emi hizo referencia son, por ejemplo, hablar con una persona que te cuenta las maravillas del negocio y lo que ha mejorado su vida después de formar parte de él.
Las preguntas que se hace Emi son las que ponen en evidencia a la mayor parte de fraudes: “Si han descubierto el secreto para ganar dinero fácil, ¿por qué lo compartes con otra gente? ¿No cuidarías ese dato? ¿Por qué necesitas crear un Tinder para sumar más gente a tu proyecto?”, planteó a Hipertextual.
Estafa en Tinder: una cita que acaba en sesión informativa
Emi no es el único al que le han intentado captar para una estafa piramidal en Tinder. Los primeros casos salieron a la luz en en un subreddit en 2014, donde los usuarios explicaron casos parecidos al de Emi. En 2016, una publicación llevó el problema por primera vez a los medios.
En una publicación, Scott explicó cómo había ido su cita de Tinder. Parecía que las cosas iban bien y se fue al apartamento de su cita después de tomar algo. Cuando llegaron no estaban solos y lo peor es que la gente que estaba en ese piso no parecían conocerse entre ellos. Scott pensó: “¿Esto va a ser una orgía? Me voy en ese caso”.
Por suerte o por desgracia, no lo era. “Era un esquema piramidal. Usaron Tinder para tratar de atraer a la gente a un esquema piramidal”, escribió Scott a su amigo.
Ana pudo estar a punto de vivir una situación parecida. Cuando empezó a hablar con un chico por Tinder, este le preguntó por su edad y trabajo. Ella le comentó que en ese momento estaba en paro pero “hablamos normal sobre este tema”. En un principio, no hubo nada que llamara la atención.
Hasta que su match le dijo poco después que tenía una propuesta que hacerle. “Pensé que me iba a presentar a algún amigo que estaba buscando a alguien para trabajar pero me mandó una ubicación, con un número de puerta”, recordó Ana para Hipertextual. “Me dijo que no iba a estar sola, que habría otras personas que también irían allí por primera vez”. El chico insistió en que solamente serían unos minutos para explicarles a todos en qué consistía la oportunidad.
Ana se negó a acudir pero él insistía e insistía, en lugar de proponerle una cita. Al final, lo bloqueó. A pesar de que el match nunca dio detalles sobre en qué consistía ese trabajo, Ana está convencida de que se trataba de una estafa piramidal. “Quería ofrecerme un trabajo a mí y a otras personas, pero se rehusaba a contarme de qué se trataba. Decía que me tenía que ver en persona para decírmelo”.
Las ganas de captar nuevos adeptos pueden traspasar la barrera del chat de Tinder, como es el caso de Scott o al que estuvo a punto de exponerse Ana. Pero, en la mayoría de los casos que ha encontrado Hipertextual, las personas que promocionan los supuestos negocios de éxito no salen del chat interno.
Como le pasó a Emi, y también a Dori. Esta usuaria de Twitter explicó a Hipertextual que, poco después de empezar a hablar con una de las personas con las que había hecho match, empezó a contarle las bondades del e-commerce. “Me quiso pasar un link. Me negué”. En el caso de Dora, la desesperación -o acoso- por intentar captar su atención fue latente. “Al día siguiente se ve que se olvidó porque me preguntó nuevamente si sabía lo que era el e-commerce”.
'Tolerancia cero'
Melina, 28 años. Vive en Buenos Aires. “¿Estás sin trabajo? ¿Querés tener más tiempo? ¿Un ingreso extra? Puedo contarte una opción que te va a cambiar la vida”. Así era el perfil que se encontró Dani en Tinder. Olía a estafa desde lejos y el usuario lo rechazo. Antes, sin embargo, le tomó una foto.
Tinder habilitó el año pasado la verificación de fotos para que los miembros de la app sepan si la persona con la que están hablando se corresponde con la que muestra en su perfil. Esta medida podría evitar casos de estafa en el caso de que fuera, por ejemplo, un bot pero no evita que una persona real se una a la plataforma y, en el chat personal, intente captar a gente para que se una a una estafa piramidal. Al respecto, Tinder indicó que se toman muy en en serio los asuntos de suplantación de identidad e intento de estafa “y tenemos una política de tolerancia cero a conductas abusivas de cualquier tipo”, comentó a Hipertextual.
Asimismo, la plataforma recordó que nadie, independientemente de si se han conocido a través de una app de dating o no, debería enviar nunca dinero a alguien que no conoce en persona. “Animamos a nuestros miembros a reportar a cualquier usuario que haya pedido información financiera, a través de nuestra herramientas de reporting”. Muchas personas reconocen rápidamente cuando están intentando ser captados para una estafa en Tinder pero, por desgracia, siguen siendo carne de cañón.
Herbalife entra en el juego
Usan Tinder pero podría ser cualquier otra aplicación. Sobre todo aquellos que apuestan por estafas piramidales conocidas como Herbalife. La empresa que vende una “nutrición saludable” y que promete a sus clientes adelgazar rápidamente estuvo en el punto de mira de las autoridades de muchos países por considerarse un negocio piramidal.
Herbalife sobrevive gracias a sus vendedores, que son los encargados de captar nuevos clientes y venderles los productos de la empresa. Algunos de ellos han visto en Tinder un canal perfecto para captar nuevos adeptos. Mau tuvo un amigo que lo vivió de primera mano.
Este usuario de Twitter explicó a Hipertextual que todo ocurrió durante una cita en la que su amigo quedó con una chica que había conocido en la app. “Estuvieron conversando por horas, caminando, conociéndose”. Todo parecía ir bien y había química entre ellos. Ella le mencionó que le parecía muy guapo pero que si había pensado alguna vez en perder peso. Ahí empezó todo.
“Él respondió que idealmente sí le gustaría ser más delgado y ella le dijo que si estaba interesado, ella tenía una oportunidad para presentarle, y empezó a contarle sobre Herbalife. Ahí él se dio cuenta de que toda la cita era una reunión de ventas y se sintió pésimo”.
A Porthos -alias en Twitter- algo le empezó a oler a chamusquina cuando su match de Tinder le preguntó si era una persona emprendedora. La cita que le proponía consistía en pasar la tarde en el centro comercial para que escuchara una conversación de negocios. “Le dije que no quería entrar en Herbalife y me aseguró que no era lo mismo. Cuando le pido que me explique qué es respondió que no podía explicarlo porque es visual”, explicó Porthos. Ahí terminó la conversación.
Daniel es farmacéutico y conoce muy de cerca las consecuencias de los productos de Herbalife. Por eso, cuando su match en Tinder le propuso si quería información acerca de cómo funcionaba el modelo de la empresa, Daniel fue tajante. “Me preguntó si hacía deporte, a lo que contesté que sí, y si hacía dieta. Empezó a contarme su supuesta historia, que perdió mucho peso con sus productos”, explicó a Hipertextual.
Podría haber dejado ahí la conversación pero, por su profesión, sintió la necesidad de comentarle a su match que sabía muy bien de qué estaban hechos esos productos y que eran peligrosos. “Le di una buena chapa sobre la composición y efectos secundarios y deshizo el match”.
8 historias sobre cómo los 'captadores' de estafas -piramidales o no- querían encontrar a futuras víctimas. La conversación empezaba como lo hacen todas en Tinder: hablando sobre dónde vienen, qué les gusta hacer o a qué se dedican. Pero, de repente, la emoción que pudieron haber puesto en conocer a esa persona se disipó en un abrir y cerrar de ojos. Con ese mensaje en el que les preguntaban si eran emprendedores o si estaban dispuestos a aprovechar una gran oportunidad que podía cambiarles la vida. Las estafas piramidales han existido siempre y, con ellas, las múltiples maneras de reclutar a nuevos miembros de esos "selectos" grupos. La app de citas más famosa es otro de esos canales; una manera de poner todavía más difícil la búsqueda del amor.