SpaceX tenía programada una prueba de gran altitud para la SN9, el prototipo funcional más reciente de la Starship. Si bien la nave logró alcanzar una gran altura —10.000 metros— sin que surgieran fallas en los motores, nuevamente la compañía se quedó a medio camino al intentar aterrizarla. Otra vez explotó. Poco antes de llegar a la superficie, la SN9 no logró corregir su inclinación para colocarse en una posición adecuada de aterrizaje.
La Starship SN9 despegó desde el condado de Cameron, en Texas. Fue impulsado por tres motores Raptor, los cuales se fueron apagando en secuencia conforme el prototipo alcanzó la altitud deseada. Posteriormente, al descender, intervino un control dinámico gracias a las aletas delanteras y traseras de la nave. No obstante, los cuatro flaps también tienen un papel fundamental para controlarla durante el descenso. Poco antes de alcanzar la superficie se encendieron nuevamente los motores, pero en esta ocasión no fue posible orientarla en vertical.
El pasado diciembre, SpaceX ya había completado una prueba de gran altitud —aproximadamente 12.000 metros— con la SN8. Sin embargo, el mencionado prototipo tuvo un mejor rendimiento al intentar aterrizar. La SN9, por el contrario, cayó casi en posición horizontal, aunque por ahora desconocemos exactamente cuáles fueron los pormenores que no permitieron conseguir el objetivo. Estamos a la espera de tener mayor información por parte de la compañía aeroespacial.
Es importante mencionar que este tipo de percances están totalmente contemplados por SpaceX. Son situaciones que pueden pasar al tratarse de una prueba. Además, las pruebas "fallidas" suelen ser una mina de datos que los ingenieros usarán a su favor para identificar problemas, corregirlos y volverlo a intentar. La Starship seguirá atravesando por varias pruebas hasta que, finalmente, consigan una versión confiable en todos los sentidos.
No debemos olvidar que la Starship será la nave que permitirá a SpaceX llegar a Marte, cumpliendo así también con uno de los mayores sueños de Elon Musk. La sorprendente Starship igualmente servirá para poner en órbita satélites de gran tamaño e incluso para que el hombre regrese a la Luna. Desde luego, a la Starship de SpaceX todavía le queda un largo camino para afrontar esos objetivos.