En julio de 2019, El País publicó un reporte sobre cómo Undercover Global S. L., una empresa de seguridad española con sede en Jerez de la Frontera (Cádiz), grabó reuniones entre Julian Assange y sus abogados en Londres. Hoy el citado medio revela nueva evidencia de que la información obtenida llegó hasta Estados Unidos. Muy probablemente a la CIA, el organismo de inteligencia más importante de Estados Unidos. Según explican, la Audiencia Nacional se encargó de rastrear las IP de aquellos que accedieron al servidor de la compañía española.
Curiosamente, una de las IP identificadas pertenece a The Shadowserver Foundation, una empresa de seguridad estadounidense cuyos servicios han sido contratados por diversas agencias de inteligencia y seguridad del país norteamericano. Además, se encontraron direcciones que provienen de estados como Texas, Arizona, Illinois y California. Esto según las pruebas aportadas por un ex empleado de Undercover Global S. L. que ahora es un testigo protegido.
Estados Unidos no colabora en el caso
La Audiencia Nacional solicitó al gobierno de Estados Unidos la geolocalización de las IP que accedieron al servidor para tener datos más concretos. No obstante, las autoridades norteamericanas no mostraron el interés suficiente para colaborar en el caso. Exigieron más pruebas de la situación y, una vez que España se las proporcionó, mantuvieron su postura de ignorar el tema. El órgano judicial español igualmente solicitó al Reino Unido poder interrogar a los abogados de Julian Assange que supuestamente fueron espiados. Pero tampoco han obtenido respuesta.
El País agrega que en servidor de Undercover Global S. L. almacena grabaciones ilegales, teléfonos, fotografías de pasaportes, huellas dactilares y estudios grafológicos de aquellos que visitaron a Julian Assange en la capital británica. Las pruebas fueron suficientes para, en octubre de 2019, arrestar a David Morales, antiguo miembro de la Unidad de Operaciones Especiales de Infantería de Marina y dueño de la empresa española. Se le acusa de delitos "contra la intimidad, violación del secreto de las comunicaciones entre abogado y cliente, cohecho y blanqueo de capitales".
¿Quién conectó a Morales con la CIA?
El enlace de Morales para trabajar con la CIA sería Zohar Lahav, vicepresidente de seguridad de Las Vegas Sands. ¿Qué tiene que ver un casino en el tema? El lugar pertenece a Sheldon Adelson, amigo cercano de Donald Trump que apoya económicamente a los republicanos. El plan de la Audiencia Nacional es interrogar a Lahav para poder comprobar ese vínculo. El problema, por supuesto, es que Estados Unidos no facilitará el proceso.
Y si todas las pruebas anteriores no fuera suficientes para establecer una conexión entre la CIA y Undercover Global S. L., EL País aporta una serie de correos electrónicos entre Morales y sus empleados que datan de enero de 2017. En ellos, el dueño de la empresa deja entrever que trabajan en algo sumamente importante con Estados Unidos. Incluso instó a sus trabajadores de la embajada de Ecuador en Londres a obtener información sobre el sistema informático y la red del lugar; sin olvidar los teléfonos de Julian Assange, a quien se referían como "huésped".
Al tener los datos esenciales, la empresa prosiguió a instalar cámaras en la embajada y a elaborar perfiles de todos los visitantes que recibía Julian Assange. "Este tipo de visitas y conexiones pueden ser interesantes. Hay que indicar el motivo por el que fue allí y con quién estuvo", mencionó en un correo.
Reino Unido rechaza extraditar a Julian Assange a EE.UU.
El lunes 4 de diciembre, Vanessa Baraitser, jueza del Reino Unido, determinó que Julian Assange no debe ser extraditado hacia Estados Unidos. ¿El motivo? Una extradición podría perjudicar la salud mental del activista australiano. No se descarta, de hecho, un intento de suicidio. Baraitser señaló:
"La impresión general es la de un hombre deprimido y a veces desesperado que teme por su futuro. Ante las condiciones de aislamiento casi total sin los factores protectores que limitaron su riesgo en HMP Belmarsh, estoy convencida de que los procedimientos descritos por Estados Unidos no impedirán que Assange encuentre una manera de suicidarse y, por esta razón, he decidido que la extradición sería opresivo por causa de daño mental"