La pandemia por coronavirus sigue sin dar tregua a los estrenos en el cine. En esta ocasión, Sony ha anunciado que sus títulos esperados para los primeros meses de 2021 sufrirán ligeros cambios en sus fechas de estreno. El más esperado: el estreno de Uncharted.
La película, una de las más esperadas de la casa, se esperaba para el próximo 5 de febrero. De hecho, era tan inminente su estreno, que ya ha terminado todos sus rodajes y las primeras imágenes editadas de la película ya estaban comenzado a circular. Hace pocas semanas, Sony cambiaba sus planes en el calendario y pasaba la película protagonizada por Tom Holland al 16 de julio. Ahora, y con las nuevas modificaciones, esta se muda al 11 de febrero de 2022 según Deadline. La adaptación cinematográfica del videojuego con el mismo nombre tendrá que esperar otro año más. Así como la otra película protagonizada por Hollan, Spider-Man 3, que también cambió al 17 de diciembre de este año.
Pero, Uncharted no ha sido lo único que ha tenido que cambiar Sony. Las productoras que no cuentan con una plataforma propia de emisión, al más puro estilo Disney Plus, tienen que jugar con la situación actual. En este caso, Ghostbusters: Afterlife también ha sufrido una modificación en el calendario. La secuela de los Cazafantasmas llegará finalmente el 11 de noviembre de 2021.
Y con el estreno de Uncharted, también la versión humana de La Cenicienta, otra más, protagonizada por Camila Cabello pasa del 5 de febrero al 16 de julio. Así como Peter Rabbit 2: The Runaway que cambia su fecha del 2 de abril al 11 de julio.
El sector sigue luchando por que las salas de cine regresen a una mediana normalidad en, al menos, Estados Unidos. Y que con esta nueva lista, prácticamente todos los estrenos de cine previstos para 2021 –y finales de 2020– han sufrido varios cambios en su programación.
James Bond, No Time to Die, de MGM, también ha cambiado su fecha a finales de año: del 2 de abril al 8 de octubre. Mismo día que se estrena Morvius, en este caso también de Sony. La película llamada a ser la clave de los planes de la compañía para Spider-Man tras las batallas por los derechos del personaje del Universo Cinematográfico de Marvel y, por lo tanto, de Disney.