Anticipándose al rumoreado lanzamiento de los AirTags, Samsung ha presentado, junto con sus nuevos smartphones, las etiquetas de localización bajo el nombre de SmartTag.
Se trata de la primera incursión de un gran fabricante de llevar esta tecnología al mercado fuera de las famosas Tile. Una apuesta que, desde luego, anticipa una gran batalla en este incipiente mercado.
Galaxy SmartTag: Bluetooth Low Energy y localización
Al igual que las Tile, las Galaxy SmartTag sirven para adherirlas a cualquier dispositivo y, gracias a su Bluetooth del tipo Low Energy, permiten comunicarse con otros terminales y ofrecer al usuario la localización aproximada del mismo.
Como no podía ser de otra forma, las SmartTag funcionan a través de SmartThings, que agrupa todas las opciones de casa conectada de la compañía. De esta forma, es capaz de mostrar su última ubicación. Y, además, ofrecer una posición aproximada del dispositivo según la intensidad de la señal BLE.
La versión de Samsung permite emitir un sonido al pulsar en la aplicación para que sea más fácil localizarlas en un entorno doméstico. No obstante, hay que tener en cuenta que no son dispositivos de geolocalización GPS; no informan en tiempo real de su localización si están lejos del terminal enlazado.
En el caso de Apple, se rumorea que sus dispositivos de localización funcionen a través de una red anónima que agrupa los Mac y iPhones más cercanos y permite localizar con más precisión los dispositivos que solo usando BLE en un solo dispositivos, pero de nuevo son rumores sin confirmar.
Las Galaxy SmartTag de Samsung llegarán el 29 de enero por un precio de $29.99 cada una. Tal como ha confirmado Samsung a The Verge, solo funcionan con dispositivos Galaxy de la propia Samsung. Por tanto, aquellos que busquen una solución multidispositivo tendrán que seguir confiando en Tile, la única que ofrece soporte para los sistemas operativos mayoritarios.
Ahora la piedra está en el tejado de Apple, cuyas AirTags siguen siendo una incógnita pero que, a juzgar por el pasado de la compañía, seguirá los pasos de Samsung y las limitará a su ecosistema iOS, haciendo uso además de los chips especiales UWB que montan los últimos terminales de la compañía.