En la actualidad, que una mujer forme parte del mundo militar no resulta asombroso, ni mucho menos una curiosidad. Sin embargo, Mulán de Disney Plus logra profundizar en este tema de manera inteligente.
¿Cómo se percibe a la mujer que lucha y batalla? ¿Cuál es su papel histórico y como refleja Mulán esa transición de imposibilidad anecdótica a poder real?
No se trata de un tema sencillo. Mucho más cuando los debates sobre la inclusión, representatividad y el papel renovado de las mujeres poderosas pasa por el límite de discusiones políticas relacionadas con el feminismo. El hecho es que Mulán no es reivindicativa, ni tampoco busca mostrar a la mujer como símbolo en mitad de una serie de transiciones y evoluciones culturales. Busca analizar el poder de la mujer en medio de una cultura y un momento histórico. Además de la forma en que se percibe la capacidad femenina para la lucha, en una sociedad tan restringida y dura como el de la China Medieval.
Al crear una puesta en escena en la que una guerrera extraordinaria es motivo de asombro y la causa del triunfo, la nueva Mulán toma su papel. Hace una revisión acerca de la forma en que usualmente se muestra a lo femenino relacionado con espacios masculinos de poder. Lo que convierte a la película en una curiosa mirada a ciertas sutilezas del tema digno de análisis.
Asociamos la guerra con los hombres por una razón: la guerra tiene un género
Puede parecer obvio, pero no lo es tanto: a través de todas las épocas, las guerras han tenido como protagonistas a soldados, héroes y figuras militares masculinas. Es más que obvio que se identifique a las guerras con el poder del hombre.
Por ese motivo, el hilo argumental — heredero directo del poema chino, más que de la película animada — analiza por qué la idea de que Mulán vaya al campo de batalla es inaceptable. Esta película un punto destacado para entender cómo comprendemos los conflictos bélicos antes o después.
Los hombres son parte de la idea general de la guerra y de la confrontación, mientras que la mujer es la víctima. Parte de la población que debe ser protegida en medio de situaciones de crisis que impliquen ataques o disputas territoriales o de poder.
Mulán: el poder de las preguntas
Mulán, con toda su carga simbólica, se hace preguntas valiosas sobre el contexto. Acerca del motivo por el cual una guerrera especialmente dotada y que de hecho, puede ser la diferencia entre ganar y perder, debe conformarse con permanecer en la casa familiar. Mulán no lo hace y esa ruptura también es una pregunta: ¿por qué la actuación de las mujeres en conflictos bélicos suele menospreciarse o al menos, minimizarse?
¿Ha cambiado en la actualidad la percepción de la mujer y el hombre en relación a un conflicto y su capacidad de defensa? Mulán es una reflexión activa e inteligente sobre el tema, además de una confrontación con varias ideas interesantes acerca de por qué una mujer acude al campo de batalla. Con su aparente aire sencillo, la película se hace más preguntas — y da más respuestas — al tema de las que podríamos esperar.
La escritora Cynthia Enloe, sostiene que los militares acentúan la idea sobre la masculinidad para reclutar y lograr sus objetivos institucionales. Lo que inmediatamente podría excluir a una mujer del combate o la vida militar. Mulán, desde su apariencia inofensiva de película familiar, se cuestiona ese extremo y llega a un punto de interés: ¿existe todavía un prejuicio semejante?
Las mujeres participan activamente en la guerra y son tan capaces como los hombres
Al contrario de la versión animada, Mulán es una mujer con una capacidad — poderes — innatos para la Guerra, lo que supone una reinterpretación del mito. Pero también una ruptura a los usuales estereotipos sobre la mujer en el campo de batalla.
Es emocionante ver a la Mulán animada tropezar con todo tipo de obstáculos hasta hacerse “digna” de pertenecer al ejército Imperial. Pero el hecho es que la nueva Mulán analiza la versión de la historia desde un punto nuevo: el personaje tiene todas las habilidades necesarias para ir a la guerra.
Eso es un cambio importante. Asume, más allá del componente mágico y sobrenatural, que definitivamente hay mujeres capacitadas para el combate, la estrategia y el liderazgo. De modo que Mulán muestra el papel de las mujeres, que de una u otra forma, “nacieron” para una ocupación que fue considerada por siglos exclusivamente masculina.
Las mujeres también son los “malos” en la guerra
Uno de los elementos más interesantes de la nueva versión de Mulán, es el hecho de que cada bando combatiente tiene su propia versión de la mítica guerrera.
Los Hunos tienen a Xian Lang (Gong Li), una poderosa hechicera capaz de luchar y de ser lo suficientemente malvada para ser un enemigo de cuidado.
Con esa sencilla adición al guion, Mulán rompe con el estereotipo de las mujeres que luchan siempre por el “bien”. De hecho, son esencialmente extraordinarias por su bondad y sus cualidades virtuosas. Xian Lang es perversa, dura y violenta, lo que la convierte en el reflejo oscuro de la luminosa y ejemplar Mulán.
Según la película de Niki Caro, las mujeres no sólo luchan por “el honor”, sino también por la posibilidad de fructificar en sus propias ambiciones. Una ruptura con el canon habitual sobre la bondad femenina.