Tras un rumor que nació la semana anterior de la mano del The Wall Street Journal, hoy finalmente se confirma que Salesforce compra Slack por 27.700 millones de dólares, una cifra impresionante que reafirma el dominio de la compañía en el sector del software empresarial. A día de hoy, Slack es una de las plataformas de comunicación laboral más importantes del mercado y, al igual que muchos otros servicios, aprovechó la pandemia para crecer.

La semana pasada, el prestigioso WSJ adelantó que Salesforce estaba considerando la compra de Slack. Sin embargo, en aquel momento no se mencionaron cifras más allá del valor actual de la plataforma de comunicación, que en en ese entonces era de 17.000 millones de dólares. Aunque ninguna de las dos empresas se pronunciaron al respecto, la bolsa de valores estadounidense reaccionó rápidamente al rumor. Las acciones de Slack subieron un 29%, mientras que las de Salesforce cayeron un 4%.

Ahora que el movimiento ya está confirmado, el valor de las acciones de Salesforce ha bajado un 1,8% —al momento de escribir esta publicación—. Pese a lo anterior, en la empresa se muestran entusiasmados de su adquisición, y no es para menos: la compra de Slack es la más grande en los 21 años de historia de Salesforce. En 2019 habían comprado Tableau por 15.300 millones de dólares y en 2018 desembolsaron 6.500 millones de dólares por MuleSoft.

Salesforce y Slack comparten objetivos

Marc Benioff, CEO y fundador de salesforce, mencionó lo siguiente tras anunciarse la compra (vía TechCrunch): "Juntos, Salesforce y Slack darán forma al futuro del software empresarial y transformarán la forma en que todos trabajan en un mundo totalmente digital, donde se trabaja desde cualquier lugar". Razón no le falta al directivo, pues si algo hemos aprendido en 2020 es que el trabajo remoto ya forma parte de la cotidianidad de millones de personas.

Por su parte, Stewart Butterfield, CEO de Slack, igualmente expresó su emoción por unirse a las filas de Salesforce: "A medida que el software juega un papel cada vez más crítico en el rendimiento de cada organización, compartimos una visión de complejidad reducida, mayor poder y flexibilidad y, en última instancia, un mayor grado de alineación y agilidad organizacional. Personalmente, creo que esta es la combinación más estratégica en la historia del software y no puedo esperar para empezar".