Este 2020 que se acaba no ha sido un año desde luego positivo para el cine. Con muchos títulos pospuestos para el curso que viene, apenas las plataformas de streaming han dinamizado una cartelera azotada por la pandemia.

Mank de David Fincher, ha sido, sin pasar por cines, uno de los estrenos del año. La película de Netflix traza de forma sardónica un retrato del Hollywood de los años 30 a lomos de la figura de Herman J. Mankiewicz, alias Mank, uno de los guionistas más profusos de la época, interpretado por Gary Oldman.

Con el hilo conductor de la carrera por escribir el guion de Ciudadano Kane, la película revive la que puede que sea una de las mayores disputas de la historia del cine: elucubrar la verdadera autoría del guion de la que para muchos sigue siendo la mejor película de todos los tiempos.

Ciudadano Kane ganó el Oscar a mejor guion que compartieron Orson Welles y Mankiewicz, pero la sombra sobre quién debería llevarse más crédito o no siguió sobrevolando hasta tres décadas más tarde. Un debate que ahora trae al presente Mank que se basa en un librillo escrito por Jack Fincher, padre del director.

¿Quién escribió realmente el guion de Ciudadano Kane?

Aunque la película acaba dando la apariencia de que Welles y Mankiewicz acabaron ganando el Oscar, pero manteniendo los cuchillos afilados, lo cierto es que al menos por el lado de Welles, la disputa no pasó a mayores con el paso del tiempo.

Herman J. Mankiewicz en un retrato, e interpretado por Oldman
Herman J. Mankiewicz en un retrato, e interpretado por Oldman

Welles calificó la contribución de Mankiewicz al guión como "enorme” y resumió así el proceso de escritura del guion a Peter Bogdanovich para que publicara la biografía Este es Orson Welles:

"Las ideas iniciales para esta película y su estructura básica fueron el resultado de la colaboración directa entre nosotros; después de esto nos separamos y hubo dos guiones: uno escrito por el Sr. Mankiewicz, en Victorville, y el otro, en Beverly Hills, por mi parte ... La versión final del guión fue extraída de ambas fuentes”.

Esto es, que parece que al menos por parte de Welles no hubo problemas en reconocer el trabajo de Mank. Aunque eso no quita que haya versiones que inclinan más el trabajo creativo hacia uno u otro. El periodista Robert L. Carringer resumió en The making of Citizen Kane:

Mankiewicz (con la ayuda de Houseman y con el aporte de Welles) escribió los dos primeros borradores. Sus principales contribuciones fueron el marco de la historia, un elenco de personajes, varias escenas individuales y una buena parte del diálogo. … Welles agregó la brillantez narrativa: el ingenio visual y verbal, la fluidez estilística y trazos tan asombrosamente originales como los montajes de periódicos y la secuencia de la mesa del desayuno.

También transformó a Kane de una ficción de cartón de Hearst en una figura de misterio y magnificencia épica. Citizen Kane es la única película importante de Welles en la que se comparte el crédito de la escritura. No por casualidad, también es la película de Welles que tiene la historia más fuerte, los personajes más realizados y los diálogos más cuidadosamente esculpidos. Mankiewicz marcó la diferencia.

Lo que sí que parece claro es que Welles y Mank trabajaron desde la idea inicial, empezando por la elección del personaje al que querían retratar de forma velada en una gran película sobre la naturaleza humana y cómo el prestigio y el dinero no es un sinónimo de felicidad. Se pensó inicialmente en Howard Hughes antes de llegar al magnate de la prensa William Randolph Hearst, que en Mank aparece interpretado por Charles Dance.

Eso sí, en un primer momento, RKO quería que Welles, su chico maravilla, fuera director, productor, estrella y guionista de la película en una especie de demostración de hombre del Renacimiento, que ostentaba más la piel de una campaña de marketing.

Bajo esa premisa, RKO firmó con Mank en primer lugar un contrato por el que rechazaba los créditos de la escritura del guion, algo que finalmente sí que acabó sucediendo cuando Mank lo exigió llegando a amenazar con demandas públicas sobre RKO.

Rasing Kane, el libro que reabrió la polémica 30 años después

Sin embargo, la colaboración inicial parece que se vio poco a poco envenenada por las apreciaciones de John Houseman, interpretado por Sam Troughton en la película y colaborador de Welles durante años, pero con quien acabaría teniendo una seria disputa.

Entrando ya en el terreno de la especulación, se atañe a Houseman que, mientras visitaba a Mank en su estancia en Victorville mientras escribía el guion recuperándose de su accidente, fue alimentando el enfrentamiento por parte del guionista hacia Welles.

“Cuando Mank se fue a Victorville, éramos amigos. Cuando regresó, éramos enemigos", le dijo Welles al biógrafo de Mankiewicz Richard Meryman . "Mank siempre necesitó un villano".

Mankiewicz falleció 12 años después del estreno de Ciudadano Kane en 1953, sin retomar una buena relación con Welles. Sin embargo, hasta después de su fallecimiento, las especulaciones sobre cuánto de co-autoría o de autoría sin más había siguieron… Hasta explotar en 1971.

Aquel año la crítica de cine Pauline Kael, una de las más influyentes desde las páginas de The New Yorker publicó Raising Kane un escrito en el que achacaba por completo la autoría del guion a Mank y dejaba a Welles como un aprovechado gracias a una fuente no revelada. Aquella fuente siempre apuntó a ser Houseman.

Sea como fuere, Mank parece haber conseguido recuperar la figura de un guionista que, con Kane o sin Kane, nunca tuvo los réditos que se mereció.