Si en el confinamiento de la primera ola de coronavirus arrasamos con la levadura, es esperable que estas Navidades muchos españoles también alivien su frustración mediante la repostería. No estaremos confinados, al menos en base a lo que se ha dicho hasta ahora, pero en muchos lugares la movilidad estará restringida. En otros no tanto, pero lo recomendable es salir lo mínimo posible. Por eso, es un momento idóneo para hacer dulces navideños. Pero ojo, no vayas a acabar con las palmas de decorador de pasteles, un curioso fenómeno caracterizado por la aparición de manchas en la piel por la cáscara de nuez.
En realidad este no es un fenómeno especialmente frecuente, pero se han dado unos cuantos casos, algunos por estas fechas. El último se documentó el año pasado, cuando un hombre danés de 90 años llamó la atención de los sanitarios al acudir a urgencias por otro motivo.
¿A qué se deben las palmas de decorador de pasteles?
El paciente, que ya padecía hipertensión y cardiopatía isquémica, acudió de urgencia al servicio oftalmológico del Hospital Universitario de Zelanda, en Roskilde, Dinamarca.
Padecía una degeneración macular, normal en pacientes de su edad. Pero no fue eso lo que más llamó la atención de los médicos durante el chequeo. Al mirar la piel de sus manos, comprobaron que el lateral de las palmas estaba hiperpigmentado, mientras que la piel debajo de la uña del dedo pulgar estaba decolorada. No tenía picazón, dolor, ni ningún otro síntoma.
La hiperpigementación palmar puede deberse a muchos motivos, desde enfermedades sistémicas, hasta el consumo de ciertos medicamentos, pasando por otras causas exógenas.
Ninguna de las patologías del hombre parecía explicar este síntoma y tampoco ninguno de los fármacos que tomaba. Por eso, se procedió a preguntarle sobre sus hábitos más recientes.
Así fue como descubrieron que poco antes había estado pelando gran cantidad de nueces. El objetivo era congelarlas para decorar pasteles a lo largo de la Navidad. Pero lo que no sabía es que acabaría con manchas en la piel por la cáscara de nuez.
Otros casos de manchas en la piel por la cáscara de nuez
En 2017, un niño de 9 años acudió a consulta en el Hospital Infantil de Filadelfia en busca del origen de unas manchas raras en la planta de sus pies. Hacía tres días que las tenía, pero durante este tiempo no había manifestado ningún síntoma más.
Ni los médicos ni la familia lograron dar con el motivo, hasta que su padre se percató de algo curioso: los calcetines del pequeño tenían un patrón similar. Al hacer memoria, recordó que justo antes de la aparición de la hiperpigmentación había estado jugando en un patio cuyo suelo se encontraba cubierto de nueces negras. Se trataba de los frutos del nogal negro (Juglans nigra), un árbol del que tradicionalmente se obtenía tinte oscuro para el cabello.
Afortunadamente, tres semanas después las manchas en la piel por la cáscara de nuez habían desaparecido. Al paciente danés se le administró un tratamiento, que no dio resultados. Más tarde, aconsejado por un familiar que también había experimentado las palmas de decordador de pasteles, decidió administrarse jugo de limón. Esto sí funcionó, o al menos eso es lo que pareció. Los médicos que reportaron su caso avisan que se trata de muy pocas personas para afirmar que realmente sea un tratamiento efectivo. Quizás hasta que dio con este cítrico las manchas habían desaparecido solas, como las del niño de Filadelfia. O como los pacientes que aseguran que su resfriado se curó con homeopatía una semana después. A veces, si el problema no es grave, basta con esperar.