Una triste noticia ha sorprendido a la comunidad científica de Puerto Rico este martes. El histórico radiotelescopio de Arecibo, que aguardaba pacientemente su demolición programada, se ha venido abajo de un momento a otro y no ha dado tiempo a desmantelarlo.

El principal instrumento del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico se encontraba fuera de servicio y listo para ser dado de baja tras una petición de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF), quien determinó el pasado mes de noviembre que no podía ser reparado de forma segura sin poner en riego la vida de los trabajadores.

El radiotelescopio de Arecibo ha colapsado antes de su demolición

Una vez realizado el anuncio de demolición, se desalojaron la instalaciones y se estableció una zona de exclusión de seguridad para evitar heridos en caso de que ocurriera un colapso, episodio que terminó ocurriendo este lunes mientras los ingenieros consideraban el uso de explosivos y helicópteros para desmontar las enormes piezas sin riesgo alguno.

Sin embargo, la enorme estructura de más de 900 toneladas no ha aguantado hasta el diario del próximo lunes y se ha venido abajo sin previo aviso. Las redes sociales muestran un vacío en el paisaje de Arecibo: la plataforma ya no se encuentra suspendida en lo alto debido a que el icónico plato principal de 305 m. de diámetro colapsó.

La NSF precisó en un tuit que el plato se derrumbó durante la noche y que no se reportaron heridos. "La Fundación Nacional para la Ciencia lamenta lo ocurrido. A medida que avancemos, encontraremos formas de ayudar a la comunidad científica y mantener nuestra sólida relación con el pueblo de Puerto Rico", añadieron.

Un derrumbe que era inminente

Los expertos habían concluido que el observatorio no estaba en condiciones de seguir funcionando tras la rotura de un cable en agosto de 2020. Dicho suceso ocasionó daños irreparables en el plato principal. Más tarde, en noviembre, se rompió un segundo cable y terminó de echar por tierra cualquier esperanza de recuperación.

El radiotelescopio ha sido utilizado como una fuete de datos para el laboratorio de búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Berkeley. En 1974 se envió un mensaje de 1679 bits hacia un cúmulo globular situado a 25.000 años luz. Además ha sido elegido como lugar de grabación de numerosas películas y series de televisión.