Con un 2020 al que por fin le podemos dar portazo marcado por el coronavirus, el confinamiento y el teletrabajo, han sido varias las empresas tecnológicas que han salido reforzadas de esta situación. A río revuelto, ganancia de pescadores.

Ninguna de ellas -o casi ninguna- era un actor nuevo, pero sí que han conseguido que la situación sobrevenida se convirtiera en beneficiosa para ellos posicionando sus propuestas y soluciones.

Es fácil pensar que antes de la pandemia mucha menos gente, sobre todo a nivel particular, usaba Zoom para sus videollamadas, o que tantas empresas se organizaran mediante Slack. Dos nombres que han ganado en visibilidad de forma importantísima durante estos meses.

El auge de algunas tecnológicas no ha sido exclusivo ni mucho menos de compañías que pudieran estar bajo el radar hasta entonces. Microsoft, con Teams o Google con sus sistemas de almacenamiento o su suite de Google Classroom se han ‘beneficiado’ más que nadie. Y no hablemos de Amazon, que seguramente habrá superado cualquier previsión para este año debido al auge del comercio electrónico, pero sí que parece que la situación ha hecho que nuevas marcas y logos se cuelen en el pensamiento colectivo de la gente.

Zoom, el auge de algo tan básico como las videollamadas

Zoom
Zoom

Zoom es con diferencia la empresa cotizada del Nasdaq que más se ha disparado desde el comienzo de la pandemia. Sus acciones han pasado de cotizarse a 65 euros al comienzo del año a más de 375 en la actualidad.

Su auge de hecho fue tan repentino una vez comenzaron los confinamientos, que la SEC tuvo que suspender la cotización de otra compañía, Zoom Technologies, porque su valor se disparó debido a que muchos pequeños inversores creyeron que se trataba de la empresa tras la aplicación de videollamadas.

Zoom -la de verdad-, fundada por Eric Yuan, ya era un software bastante conocido entre las personas que acostumbran a mantener reuniones internacionales por su facilidad para convocar reuniones y sus casi ridículos número de permitir 100 participantes.

Los datos del crecimiento son imparables, pasando de 90 millones en diciembre de 2019 a más de 300 solo al comienzo del confinamiento. Eso sí, este crecimiento también ha venido acompañado de infinitas fallas de seguridad, ‘zoombomings’, filtraciones de datos, y problemas que han intentado paliar con actualizaciones sobre la marcha.

Las dudas no obstante quedan sobre si Zoom será capaz de catalizar este crecimiento en el futuro, y sobre todo si podrá hacer de pago muchos de sus usuarios gratuitos y, sobre todo, si el aporte de Zoom es verdaderamente tan diferencial.

El analista de inversiones Paco Lodeiro explicaba hace unos meses a Hipertextual que Zoom es una empresa que sigue jugando en un servicio en el que, a diferencia de otros, no hay grandes barreras de entrada. “Su modelo ha triunfado pero nada puede evitar que Microsoft lance una actualización de Skype o integraciones en Teams que no lo hagan tan imprescindible”.

Slack, o cómo un chat vitaminado se convirtió en la venta del año

Slack

Slack es sin duda alguna otro de los nombre del año. Su compra por parte de Salesforce hace solo unos meses por 27.000 millones de dólares puso a los ojos de todo el mundo el trabajo que este chat pensado para entornos de trabajo ha estado haciendo en los últimos años y cómo había crecido.

Aunque aún no ha conseguido dar beneficios, la aplicación basada en canales y sobre todo con una poderosa integración en base a su API, pasó con el confinamiento y el auge del teletrabajo de los 12,5 millones de usuarios diarios a superar los 44.

En bolsa, sus acciones también se han doblado de rondar los 20 dólares por título a los 42. En ese contexto, la compra por parte de Salesforce se ve como un movimiento por parte del gigante de software especializado en CRM en un golpe directo por ganar volumen de datos y sobre todo visibilidad frente a otros gigantes más conocidos en el día a día a pie de calle como Google o la propia Microsoft.

El auge del e-commerce tiene nombre propio además de Amazon: Shopify

Si bien el aumento de las compras online ha sido un asunto obligado por la pandemia en muchas ocasiones, y con ello el peso ya de por sí enorme de Amazon se ha disparado, existen otros nombres propios en este ascenso.

Shopify, un CMS creado a propósito para lanzar tiendas online de forma sencilla, ha doblado su valoración en los que va de año de rondar los 520 dólares a superar los 1.000.

A diferencia de las anteriores, Shopify, de origen canadiense, es una compañía que ya ha dado beneficios, aunque escasos, en los años anteriores, y que con más de 5.000 empleados trabajando de forma remota actualmente, da una idea de sus dimensiones.

A ella se suman otras como la pasarela de pagos Stripe, en crecimiento también por el auge de negocios de tiendas online, aunque parece que la idea de sus creadores sigue siendo mantener la empresa privada, descartando por ahora salir a bolsa.

Docusing, Doordash… los cambios de hábito afectan a multitud de sectores

Por citar un par de empresas que han pasado bajo el radar este tiempo, pero que también han notado un auge muy intenso debido a la pandemia, hay que nombrar el caso de Docusing, en este caso un software asentado para la firma de documentos en la nube que tras 17 años ha visto en este 2020 como su actividad y su cotización se disparaba debido al teletrabajo.

De igual forma se puede hablar del sector del Delivery, competido cada vez por más marcas pero que parece que sigue teniendo espacio para más. La última de estas empresas ha sido Doordash, servicio creado en San Francisco que ha conseguido hacerse un hueco entre los JustEat, UberEats y compañía y que también demuestra la efervescencia con al que este año muchas empresas han salido a bolsa. Doordash lo hizo el pasado 9 de diciembre tras un año marcado por el coronavirus y el aumento de la actividad como este.

¿Miedo a una nueva burbuja de las ‘puntocom’?

El crecimiento de nuevas empresas en bolsa es también un reflejo de esta misma efervescencia, que quizá pueda hacer pensar sobre la durabilidad del entorno digital y cuántas de ellas de verdad están creciendo auspiciadas por la situación y cuántas perdurarán en el tiempo.

Por poner un dato, en 2020 se han cerrado más de 300 Ofertas Públicas de Venta o lanzamientos en bolsa de nuevas empresas en el Nasdaq -entre las que se incluyen por ejemplo Airbnb-, en busca de inversión y capital. La cifra más alta en una década.

Las opiniones que plantan esta semilla -y que la comparan con la burburja de las puntocom- aluden al comportamiento alcista que ha tenido Wall Street a pesar de la situación derivada por la COVID, un crecimiento que ha estado impulsado especialmente por las empresas tecnológicas. Por poner algunos ejemplos, a finales de marzo -cuando la pandemia afectó a la bolsa- Tesla cotizaba a 400 dólares, Apple a 280 o Amazon a 1.600. Desde entonces, no han dejado de subir, a pesar de que la economía está sufriendo los efectos del virus. Otro dato importante es a finales de los 90 la media de las empresas que cotizaban en el NASDAQ estaba por debajo de los 5 años. Ahora es más del doble.