Hace apenas unos días, celebrábamos la llegada a la Tierra de las muestras lunares extraídas por Chang’e-5. Esta era la quinta de una sucesión de misiones desarrolladas por China para conocer mejor nuestro satélite. El objetivo, entre otros, es evaluar el terreno de cara a futuras misiones tripuladas. Las naves lanzadas han explorado desde el aterrizaje en suelo selenita hasta el relieve de la zona. Las fotografías, muestras y demás mediciones se han estudiado a fondo durante todos estos años, dando lugar a conclusiones como la que presenta hoy un equipo de científicos de la Universidad de Jilin. Se trata de un trabajo, publicado en Nature Communications, en el que se utiliza la inteligencia artificial para calcular cuántos cráteres hay en la Luna.
Hasta el momento se habían reconocido algo menos de 8.000. Sin embargo, con este nuevo método ha sido posible detectar 109.956. Probablemente esa no sea la cifra definitiva, pero sí permite una mejor aproximación del número de “cicatrices” que recorren la superficie de nuestro satélite.
¿Cuántos cráteres hay en la Luna?
Para la realización de este estudio sus autores inicialmente tomaron los datos de los 7.895 cráteres que ya se habían identificado.
Con ellos, entrenaron una red neuronal de aprendizaje automático. El objetivo era que este algoritmo de inteligencia artificial se basara en datos reconocidos para identificar nuevos cráteres que hubiesen pasado desapercibidos por los métodos convencionales. Lo hicieron sobre información recogida en las misiones Chang’e-1 y Chang’e-2, que viajaron a la Luna en 2007 y 2010, respectivamente.
De este modo, no es posible saber cuántos cráteres hay en la Luna con total exactitud. De hecho, solo se centraron en las latitudes medias y bajas. Pero sí que encontraron muchos más. Concretamente, dieron con 109.956. Además, se estimaron las edades de 18.996 de ellos, todos con diámetros superiores a los 8 kilómetros. Hasta ahora este cálculo solo se había podido realizar con 1.411.
¿Por qué es tan importante?
Saber cuántos cráteres hay en la Luna es importante a muchos niveles. Por un lado, ayuda a conocer mejor el relieve de la zona, de cara a futuras misiones tripuladas.
Pero eso no es todo. Los cráteres están considerados como los fósiles del territorio selenita, ya que permiten analizar sucesos que tuvieron lugar en el pasado, como el impacto de meteoritos.
Por otro lado, los autores del estudio piensan que su algoritmo puede extrapolarse a otros cuerpos del sistema solar. Entender nuestro pasado es vital para aprender lo que nos deparará el futuro. Esto es aplicable a la vida en general, pero también al espacio que nos rodea.